Aguilera cuenta que Zúñiga preparó desde marzo el golpe con 179 militares de Inteligencia
El 26 de junio, un grupo de militares insubordinados liderados por Zúñiga, otrora comandante general del Ejército, tomaron la plaza Murillo.

El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, en Piedra, Papel y Tinta. Foto: Miguel Carrasco.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, develó que el excomandante Juan José Zúñiga preparó desde marzo el “fallido el golpe de Estado” con ayuda de 179 militares de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.
El 26 de junio, un grupo de militares insubordinados liderados por Zúñiga, otrora comandante general del Ejército, tomó la plaza Murillo, epicentro del poder político del país, con ayuda de tanquetas y armas de guerra.
Los militares, con pasamontañas y pertrechados, sembraron incertidumbre y temor por unas tres horas en la ciudad. Según denunció el Gobierno, el objetivo de la asonada era la toma del poder en desmedro del presidente Luis Arce.
Zúñiga pudo ingresar a Palacio Quemado luego de que un vehículo blindado derribara la puerta del Palacio Quemado, pero fue abordado por el presidente Arce. De ese modo, no pudo concretar ninguno de sus planes, por lo cual huyó a las 17.27 de la plaza. Y, a las 19.02, fue aprehendido en el Estado Mayor por el propio Aguilera.
En Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, el funcionario dijo que, tras las investigaciones sobre la asonada militar del mes pasado, el Gobierno ha logrado develar la “megalomanía” que tenía Zúñiga desde marzo.
“Ha conglomerado un número importante de personas importante, por lo menos 179, que correspondían a un equipo de Inteligencia en tres batallones. Ha logrado la generación de información”, reveló Aguilera.
En cuanto a la etapa de investigación, que la Procuraduría General del Estado llamó caso Golpe de Estado III, el viceministro informó que se hubo al menos 100 declaraciones en el proceso. “24 personas han sido miembros activos de esta asonada en tres niveles: de asesoramiento, de planificación y ejecución y legitimación”.
Reveló que, en marzo, Zúñiga comenzó a desarrollar actividades políticas, como campañas de orden político y visitas a poblaciones de Potosí, principalmente. “Tuvo la intención de generar una especie de arrope popular. Él se pintaba como el general del pueblo”.
Explicó que luego de esa fase de visitas populares, comenzó el reclutamiento de quienes luego le dieron asesoramiento y confabularon frases como “la patria no se toca”. Posteriormente, indicó que la fase de planificación y ejecución se tradujo en la movilización de tanquetas de las unidades militares al centro de la ciudad.
Aguilera reveló que el traslado de tanquetas militares de las unidades militares de Achacachi y Corocoro para la intentona golpista tenía orden de participación militar en el aniversario de la Policía Boliviana. “Todos salen con el argumento de asistir al aniversario de la Policía Boliviana”. El 24 de junio se conmemora el aniversario de la institución del orden.
“Significa que la ejecución estaba coordinada desde el 24 de junio”, detalló.
Además, contó que Zúñiga tenía el propósito de «hacerse del gobierno» luego de consumar el golpe de Estado y, posteriormente, conformar el Movimiento de Salvación Nacional. Para aquello, indicó que tuvo el respaldo de Aníbal Aguilar y Luis Fernando Hamdan.
La Justicia determinó la detención preventiva por seis meses en San Pedro contra el “activista” Hamdan, a quien se acusa por terrorismo en grado de autoría y alzamiento armado en grado de complicidad, por el asalto militar a la plaza Murillo del 26 de junio.
Aguilar, de 71 años de edad, deberá cumplir su detención preventiva de cinco meses en la cárcel de San Pedro de La Paz. El civil es señalado por el Gobierno como el “ideólogo” de la toma militar del pasado 26 de junio.
“Zúñiga reúne a partir de las 10.30 a militares del servicio pasivo y activo, después de haberse reunido con Hamdan y Aguilar. Se había generado una conspiración”, añadió Aguilera.
Afirmó que quienes apoyaron de cerca de Zúñiga “iban a recibir un cargo gubernamental, como ministros de la Presidencia, de Defensa y de Gobierno”. Relató que Zúñiga anotaba “en su pizarra blanca” que tenía apoyo de países extranjeros (uno no tiene embajada en Bolivia). No obstante, esa información no fue corroborada.
“Mas allá de los testimonios en cuanto al apoyo de fuerzas extranjeras, no existen más pruebas”, afirmó.
En su criterio, el 26 de junio hubo participación de “políticos disfrazados de militares” que intentaron tomar el poder con ayuda de civiles, como Aguilar y Hamdan, para conseguir algo de apoyo popular.
El golpe falló debido a que el presidente Luis Arce decidió cambiar a los comandantes del Alto Mando Militar, mientras Zúñiga daba ordenes desde la tanqueta que se encontraba en el Kilómetro 0.
Aguilera afirmó que, en ese momento, Zúñiga perdió el apoyo del general de la Fuerza Aérea, Marcelo Javier Zegarra, y el respaldo de muchos comandantes de unidades militares. “De 20 solo llegaron cinco a La Paz”.
Al menos 100 personas, entre civiles y militares, son investigadas en el caso.
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