En inicio del juicio por genocidio, Jeanine Áñez desconoce a sus abogados de oficio
La exautoridad también cuestionó el debido proceso, ya que, en su criterio, “es político y tiene las instrucciones de condenarla”.
La expresidente Jeanine Áñez en su juicio virtual por el caso Senkata.
Imagen: RRSS
En el inicio del juicio oral contra la expresidenta Jeanine Áñez y otras 17 personas por la masacre de Senkata, la exautoridad rechazó la defensa pública que ofreció el Servicio Público de Defensa a las Víctimas (Sepdavi), luego que su defensa no se presentara.
“Me parece hasta grosero que Sepdavi insista en una defensa pública cuando ellos son parte también de la acusación. Entonces ellos vienen aquí a ser juez y parte. No necesito a una persona que solo venga a cumplir formalidades, que no me defienda porque con seguridad de que ya también tiene otra instrucción”, indicó cuando el juez le dio el micrófono para hablar.
Añez pidió al juez no darle el uso de la palabra al abogado que se le asignó como defensa e indicó: “quiero que conste en actuados que no le permito hablar a mi nombre”.
Juicio a Áñez
El inicio del juicio oral estaba previsto para el lunes a las 09.30, sin embargo, la Justicia lo suspendió debido a la ausencia de los exministros Arturo Murillo y Luis Fernando López, además de algunos exjefes militare y policiales que están acusados en ese caso.
La exautoridad también cuestionó el debido proceso, ya que, en su criterio, “es político y tiene las instrucciones de condenarla”. “Si yo supiera de que voy a estar frente a un proceso equilibrado, probo, donde se respeten mis derechos como ex Presidente, obviamente que en ese momento sí voy a tener una defensa” (sic).
Lea más: Es suspendido hasta el miércoles el inicio de juicio a Áñez por la masacre de Senkata
Añadió que “mientras sea un proceso político, con instrucciones precisas de condenarme, para qué me voy a desgastar de esa manera. Prosigan nomás con todas las ilegalidades que ya tengo una condena anticipada, entonces todo lo que pueda hacer es inútil”.
Indicó que cuando se cambie de administración de justicia y “no estén sometidos a la política; “probablemente” ahí se podrá defender, pero que en “este momento” no tiene “la más mínima condición”.
Los cargos que pesan contra Áñez y otras 17 personas incluyen la supuesta comisión del delito de genocidio, esto relacionado con los hechos ocurridos el 19 de noviembre de 2019 en la zona de Senkata, municipio de El Alto, departamento de La Paz.
Senkata
Entonces, 10 personas fallecieron, todas a bala, por operaciones que ejecutaron los efectivos militares; amparados por el Decreto Supremo 4078, que los eximia de responsabilidades penales por el posible uso desmedido de la fuerza.
La comisión de fiscales de este caso determinó que Áñez y los demás acusados sean sometidos a un juicio ordinario.
El hecho ocurrió a los pocos días de que Áñez se proclamara presidenta, luego de la renuncia del presidente Evo Morales; que dejó el cargo en medio de una fuerte crisis social, un motín policial y la sugerencia de dimisión presidencial de parte de las Fuerzas Armadas.
Áñez, entonces senadora, asumió el cargo el 12 de noviembre. Primero, se proclamó presidenta del Senado y, después, presidenta del Estado, en sendos actos en la Asamblea Legislativa sin el quorum reglamentario ni la presencia mayoritaria del Movimiento Al Socialismo (MAS), que entonces tenía dos tercios de votos.
La exmandataria cumple una pena de 10 años de cárcel en el penal de Miraflores por el caso Golpe de Estado II; en el que fue juzgada por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes.