Dictan libertad para el primer sentenciado por la asonada militar del 26 de junio
El capitán de Ejército Marco Caviedes había sido sentenciado a tres años de prisión por la comisión del delito de alzamientos armados contra la seguridad y soberanía del Estado.
Los militares tomaron la plaza Murillo el 26 de junio en un "fallido golpe de Estado".
El juez de instrucción en lo penal anticorrupción de La Paz, Juan Carlos Montalbán, emitió el mandamiento de libertad para el capitán de Ejército, Marco Caviedes, sentenciado por su participación en la asonada militar del 26 de junio.
Tras someterse a un proceso abreviado en el que aceptó su culpabilidad por la comisión del delito de alzamientos armados contra la seguridad y soberanía del Estado, el militar pudo acogerse al perdón judicial y recuperar su libertad.
Caviedes era ayudante del excomandante general del Ejército, general Juan José Zúñiga, que lideró la toma militar de la Plaza Murillo, acompañado de militares fuertemente armados y vehículos blindados de asalto.
Asonada militar
La información fue confirmada por el abogado Eusebio Vera a Erbol. Ahora. El uniformado saldrá de la cárcel de San Pedro, donde guardaba detención preventiva.
Según Vera, el día del hecho su defendido no sabía de los planes del general Zúñiga y se limitó a asistirle llevando su maletín.
El jurista explicó que su defendido, de 35 años, está a cargo de sus hijas y sus padres de la tercera edad, por lo que “no debería estar detenido”.
El caso del golpe de Estado fallido, como lo calificó el Gobierno, sigue en su etapa investigativa. En ese proceso ya se indagó a más de 100 personas: 26 de ellas están cauteladas, según el último reporte del Ministerio de Gobierno.
Sentencia
El viernes, luego de un proceso abreviado, la Justicia condenó al ayudante de Zúñiga, el capitán Marco Caviedes, a tres años de cárcel por la asonada militar.
Entretanto, el Ministerio Público, que inició una investigación de oficio, sigue con las indagaciones de aquella jornada, cuando Zúñiga se insubordinó ante el presidente Luis Arce, en el ingreso al Palacio Quemado. Ese día, el mandatario le ordenó que retire sus hombres y tanquetas, pero éste se negó.
Inmediatamente, Arce cambió al Alto Mando Militar y fueron los nuevos jefes militares que ordenaron el repliegue de los uniformados.
A las 19.02, Zúñiga fue aprehendido, no sin antes denunciar que Arce le ordenó sacar los “blindados” para “levantar” su popularidad.
El 1 de agosto, un tribunal militar dictó las bajas de Zúñiga, excomandante del Ejército; Marcelo Zegarra, excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB); Juan Mario Ponce Sandi, que pertenecía al grupo de inteligencia de Zúñiga; Franz Ordóñez Menacho; y el almirante Juan Arnez, excomandante de la Armada Boliviana.