Inclusión, democratización interna y mayor participación se plantea Novillo en la APLP
Se impuso una brecha entre los profesionales en información que ha provocado que los calificados como “paraestatales” queden relegados de las actividades de la institución y sin protección en términos de libertad de prensa.
El presidente de la APLP, Raúl Novillo. Foto: Oswaldo Aguirre.
La Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) ha estado polarizada, en los últimos años, por las diferencias ideológicas y posiciones políticas de miembros del rubro. La dicotomía se centró entre periodistas considerados “independientes” y “paraestatales”.
De ese modo, se impuso una brecha entre los profesionales de la información que ha permitido que unos queden relegados de las actividades de la institución y sin protección en términos de libertad de prensa.
Los periodistas José Luis Exeni, Claudia Benavente y Raúl Novillo hicieron un análisis del rol de la Asociación, sus falencias y sus nuevos retos, en el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.
En una única fórmula, Novillo fue elegido el 27 de agosto con 83 votos de 92 socios de la APLP que asistieron al acto eleccionario, de una masa de cerca del millar de periodistas.
Es sucesor de Raúl Peñaranda. En su primer discurso, se comprometió a defender, promover y respaldar la labor de los periodistas, así como a luchar por la dignificación y el respeto de sus derechos.
Novillo anunció que trabajará por un periodismo firme y sin doblegarse.
Ante la salida de Peñaranda y cambio de directiva, Exeni decidió acercarse a la institución, de la cual es socio, más no miembro activo por la polarización y exclusión que percibe por parte de un grupo encabezado por aquel.
En una columna en La Razón, La APLP ante el espejo, planteó a la organización los siguientes cuatro retos: participación, inclusión, legitimidad y deliberación interna.
Sobre la participación e inclusión, Exeni sugirió que la nueva directiva debe eliminar la brecha entre “independientes” y “paraestatales”, así reactivar la institución y promover una participación plural y diversa.
“Como miembro no activo, estoy dispuesto a ponerme al día”, indicó respecto de su participación pendiente.
Recordó que, en los últimos 15 años, los directorios han asumido una posición dividida y cuestionó a Novillo sobre un posible plan de integración. Necesito “que yo me sienta incluido y que no vea a un territorio de un grupo que excluye”.
En la misma línea, Benavente, que no es socia de la APLP, reconoció que, por la polarización del país en general, es natural y “sano” que se conformen miradas y posiciones diferentes.
“Deja de ser sano cuando comienza la polarización. Se han dividido y separado las aguas. No sé cómo se puede volver, cicatrizar y acercar a las personas cuando hubo periodistas que abrieron estos ríos de tinta”, sentenció.
Cuestionó el discurso que se ha impulsado sobre la división entre profesionales “independientes” y “masistas”. En su criterio, esa lógica ha provocado diferencias, distancias y hasta sentimientos encontrados.
Recordó que cuando el exprocurador general del Estado Héctor Arce interpuso una demanda en su contra y del periodista Ricardo Aguilar, la entonces presidenta de la APLP, Lupe Cajías, afirmó que se trataba de una una “cortina de humo”.
El mismo Peñaranda consideró entonces que el juicio se trataba de una “tramoya”.
“Es difícil creer en una asociación, que cuando nos iniciaron un proceso, la presidenta dice que fue tramoya”, lamentó la directora de La Razón.
El 13 de abril de 2014, Aguilar publicó un artículo sobre la hipótesis que el gobierno de Bolivia presentó días después ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, Países Bajos, sobre el reclamo a Chile por la salida al mar.
El 22 de abril de ese mismo año, la Procuraduría presentó una demanda ante el Ministerio Público contra Aguilar, por los supuestos delitos de espionaje y revelación de secretos, y Benavente, por presunta complicidad, tras la publicación del reportaje De cómo en la demanda marítima triunfó la idea de los “actos unilaterales”.
También, recordó que Peñaranda escribió su libro “Control remoto”, en el que afirmó, sin pruebas, que La Razón era un medio paraestatal y que contaba con más del 80% de publicidad del Estado.
Benavente aclaró que el diario nunca recibió más del 20% de publicidad estatal.
En el periodo 2015-2020 fue la empresa privada la que sostuvo los ingresos publicitarios de la casa periodística. La publicidad del Estado central osciló entre el 7% y 18%. A saber: 2015, 13%; 2016, 18%; 2017, 15%; 2018, 18%; 2019, 18%, y en 2020, 7%.
En cuanto a la democratización interna, Exeni afirmó que los comicios del pasado 27 de agosto deben ser los últimos con fórmula única. Comparó esa práctica con las elecciones primarias de los partidos para sus binomios presidenciales. “El nuevo directorio, pues, debiera lograr que, dentro de dos años, la APLP tenga elecciones competitivas”, dice su columna.
Novillo admitió que el sistema de elecciones es un tema pendiente por resolver y develó que ya había sugerido que haya más candidatos. “A veces es la apatía de los colegas que no quieren participar. Los invito a que participen, ese debe ser el espíritu”, justificó.
“Fui el crítico más grande y he tratado de animar a colegas a que tengan otras fórmulas”, dijo.
A su vez, admitió que le advirtió al propio Peñaranda sobre “problemas serios y falencias tremendas”, como el no registro de su inmueble en Derechos Reales y un déficit de más de Bs 1 millón.
Novillo indicó que los nuevos retos son incluir a periodistas que estaban alejados de la institución y promover su participación. Además, dijo que uno de los principales objetivos es juntar a las nuevas y antiguas generaciones para generar una mezcla de experiencias.