Posesionado el 8 de noviembre de 2020 como presidente del Estado, Luis Arce cumplirá su cuarto año de al mando del país en medio de la ingobernabilidad que derivó de fuertes tensiones políticas internas y sociales.
Pero, si bien los conflictos generaron en “problemas” para el mandato de Arce y su vicepresidente David Choquehuanca, hubo otros hechos que alentaron la ingobernabilidad en el país.
Durante este tiempo, hubo un hecho que marcó un antes y un después en la arena política. Se trata del quiebre político del Movimiento Al Socialismo (MAS). Evidenciadas las diferencias entre Arce y el expresidente Evo Morales, hubo también una fractura en la bancada oficialista en las cámaras de Diputados y Senadores, la militancia e, incluso, las organizaciones sociales de ese partido.
Luis Arce
¿Qué es la gobernabilidad? El expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé la definió como “la expresión del trabajo armónico y productivo de los cuatro órganos de poder público que, si bien son separados e independientes, la Constitución (Política del Estado) los obliga a coordinar y cooperar”.
Asimismo, en entrevista con La Razón, el exmandatario consideró que en la gestión de Arce y Choquehuanca ocurrió lo contrario.
“No se promovió un diálogo productivo entre órganos de poder y (tampoco) entre oficialismo y oposición. Al contrario, fue manifiesta la confrontación para avanzar en tareas sustantivas como la elección de autoridades, interpelación de ministros, aprobación oportuna de legislación y presupuestos”, consideró el exmandatario.
En su análisis, Rodríguez también mencionó que la división del MAS tiene “secuelas” en los conflictos que actualmente existe en el país y sostuvo que eso demuestra “la falta de responsabilidad política de las partes confrontadas”, en este caso, Arce y Morales, de quienes consideró que “procuran sus ventajas electorales”.
Ingobernabilidad
En la misma línea, el alcalde de La Paz, Iván Arias, en entrevista con La Razón, advirtió una “total ingobernabilidad”, y también apuntó a la división del MAS como punto de “conflicto”.
En criterio de la autoridad edil paceña, el presidente Arce “cayó en el juego” de Morales, donde solo existe una relación “amigo-enemigo” y que el jefe de Estado “ha preferido ser enemigo de Morales, que amigo de los bolivianos”.
Asimismo, consideró que la salida para esa ingobernabilidad es aplicar un diálogo “franco y sincero”, que permita solucionar los puntos de discrepancia.
«Necesitamos trabajar y salir adelante, no necesitamos que el Presidente y el expresidente se peleen entre ellos políticamente. Si tienen sus diferencias, las tienen que arreglar ellos; no nos pueden llevar a todos nosotros a ver cómo se pelean”, sostuvo Arias.
Gestión de arce
Consultado al respecto, el viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Gustavo Torrico, consideró que “no existe ingobernabilidad” en el país, aunque reconoció que la administración enfrenta “problemas”, principalmente, en la Asamblea Legislativa.
“Tenemos el 50% de la fuerza y el 50% lo tiene la oposición externa, tradicional, que, paradójicamente, ha hecho un concubinato con el evismo. Se han unido para diferentes cosas. Pero bueno, eso es un juego que hay que saberlo jugar en la Asamblea”, dijo.
Pero, además, evaluó la gobernabilidad desde otros ámbitos. Por ejemplo, destacó la “lealtad” de las Fuerzas Armadas y de la Policías Boliviana y también “problemas” en los órganos Judicial y Electoral, que “ya se están solucionando”.
Otro de los elementos que evalúo para afirmar que “no existe ingobernabilidad”, está relacionado con el gabinete de ministros del presidente Luis Arce, del que destacó su “fortaleza”.
En criterio del analista político Marcelo Arequipa, existen dos factores que tomar para evaluar la gobernabilidad. El primero es el control del Órgano Legislativo y, el otro, tiene que ver con “la calle” y el respaldo popular.
Análisis
“Es verdad que el Gobierno nacional no tiene la gobernabilidad que desearía tener en el (Órgano) Legislativo”, dijo a La Razón.
Consideró que el presidente Arce “ya construyó su base social” y que ello constituye su apoyo en “la calle”. Eso “no es suficiente para garantizarle una gobernabilidad absoluta en la calle, sí, pero que le sirve también a él para ser uno de los factores de poder”. Los cuatro entrevistados identificaron a la Asamblea Legislativa como el escenario en el que Arce no logró consolidar la gobernabilidad de su gestión, pero resaltaron otros ámbitos en el que su gestión fue más efectiva.
Hay dos hechos, en particular, que hicieron “tambalear” al Gobierno y expuso la “fragilidad” —como calificaron miembros de oposición— de Arce y Choquehuanca.
El primero tiene que ver con el golpe de Estado “fallido” del 26 de junio de este año. Entonces, el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga lideró un operativo militar con el que cerró la plaza Murillo, en La Paz. Ese día intentó ingresar al Palacio de Gobierno.
Entonces, el presidente Arce lo increpó en la puerta de ese edificio. Le ordenó que repliegue a los militares y los vehículos de asalto, pero Zúñiga se insubordinó. Luego, el jefe de Estado cambió a todo el Alto Mando Militar y logró neutralizar la acción.
Conflictos
El otro hecho está vinculado al bloqueo propiciado por sectores afines al expresidente Morales, que cumple hoy su vigesimosegunda jornada. Pese a los intentos de diálogo desde el Gobierno y la misma Defensoría del Pueblo, la protesta persiste. Y no solo aisló a Cochabamba del resto del país, sino que derivó en millonarias pérdidas para varios sectores, principalmente productivos.
En la línea de lo descrito por el viceministro Torrico, la anterior semana, el gabinete de ministros y viceministros, uno a uno, cerró filas por Arce; además, le manifestaron su “pleno respaldo”, luego de que Morales pidió públicamente su renuncia.