A 15 años del Padrón Biométrico, exvocal del TSE resalta la solidez, seguridad y confiabilidad
"Algunas mejoras se han hecho, sí, pero hasta ahora siguen siendo los mismos equipos, que están dando fruto, y ya superó inclusive hasta esas previsiones fatalistas que hizo la OEA", dijo Costas.
Registro biométrico en un punto de empadronamiento
Imagen: APG
A 15 años de la implementación del Padrón Electoral Biométrico, el exvocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Antonio Costas Sitic resaltó la solidez, seguridad y confiabilidad de este sistema electrónico que implicó un salto cualitativo a la modernización del sistema electoral.
“La implementación del Padrón Electoral Biométrico es una muestra, de una solución oportuna, necesaria, que en su momento fue decisiva para consolidar la democracia. Vivíamos un momento súper crítico que permitió recuperar la confianza en la Corte Nacional Electoral y después de 15 años esta solución que ha sido básicamente técnica y procedimental”, subrayó.
Destacó que en 2009 se registró a 5.300.000 y hoy el registro biométrico está por alcanzar los 8 millones de ciudadanos, y que sigue trabajando “en el sentido de la palabra” con el mismo equipamiento y software desde su implementación.
“Algunas mejoras se han hecho, sí, pero hasta ahora siguen siendo los mismos equipos, que están dando fruto, y ya superó inclusive hasta esas previsiones fatalistas que hizo la OEA, de que iban a caerse, que no iba a funcionar más el año 2017, y sigue”, puntualizó.
El padrón biométrico se implementó en 2009 como una iniciativa electoral que buscaba depurar y actualizar la base de datos de votantes, esto debido a que antes de ese año, el registro se basaba en el papel y el uso exclusivo de datos de nacimiento e identidad.
Entonces este método era cuestionado debido a que el registro había sido contaminado por números duplicados en los carnets, pero, además se incluía otras fuentes como la libreta de servicio militar.
“Trabajé un buen tiempo en la Corte Departamental de Tarija. Podía apreciar esas deficiencias, sobre todo la transcripción, todo el operativo con los notarios. El segundo paso, fue mejorar el tema del documento de identidad porque eso era un descalabro. La cantidad de observaciones que existían era terrible y hoy ha tenido una solución muy importante. El tercero era el registro civil, que no tenía base de datos consolidada en el día. Y toda la actualización demoraba”, explicó el exvocal del TSE.
Reiteró que el registro electoral biométrico es que “es sólido, seguro, confiable” y que la misma Organización de los Estados Americanos (OEA) “lo dijo en 2017”.
“Fue muy interesante esa auditoría que hizo la OEA. Hizo auditorías al registro e hizo auditorías al equipamiento. Cuando hizo las auditorías al registro, lo primero que hizo, por ejemplo, fue revisar los nombres, los datos biográficos patronímicos. ¿Y qué fue lo que encontró? Que prácticamente el 98 o 99 por ciento de las personas tenían un documento de identidad que respaldaba su registro. En algunos casos no figuraba la imagen, pero sí tenían”.
Resaltó también que casi del 100%, el 98% cumplían esas cuatro condiciones importantes.
“Primero, que existía la persona, porque había biométricamente. Segundo, tenía un documento de identidad. Había una imagen de ese documento. Tercero, existía una partida de nacimiento para ese documento de identidad. Y, por tanto, existió también un certificado de nacimiento. Eso llegaba al 98 por ciento”.