La Embajada de España ‘no estuvo abierta’ para Dockweiler en la crisis poselectoral de 2019
Evo Morales renunció a la presidencia el 10 de noviembre debido a la presión de las protestas y amenazas cívicas, un motín policial y la sugerencia de renuncia por parte de la cúpula militar.
César Dockweiler en Piedra, Papel y Tinta. Foto: Oswaldo Aguirre.
A cinco años de la autoproclamación de Jeanine Áñez y la ruptura constitucional de 2019, el entonces gerente de la empresa estatal Mi Teleférico, César Dockweiler, reveló que las puertas de la Embajada de España no estuvieron abiertas para acogerlo en la crisis poselectoral, que derivó en el derrocamiento de Evo Morales.
Morales renunció a la presidencia el 10 de noviembre debido a la presión de las protestas y amenazas cívicas, un motín policial y la sugerencia de renuncia del presidente por parte de la cúpula militar.
En esos días, se instauró el miedo en todos los departamentos por el vacío de poder y el panorama confuso. Entretanto, las autoridades, dirigentes y personas vinculadas con el Movimiento Al Socialismo (MAS) eran perseguidas o amenazadas con órdenes de aprehensión.
Muchos ministros, viceministros y otros funcionarios se acogieron en la residencia de la Embajada de México para resguardar su integridad. Uno de esos funcionarios que buscó asilo fue Dockweiler, también excandidato del MAS a la Alcaldía de La Paz en 2021.
En Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, contó que, en medio de las protestas cívicas y el tenso ambiente social de noviembre de 2019, ya se veía que Morales iba a renunciar; por ello, preparó sus informes técnicos para presentar su renuncia. “No me iba a quedar a trabajar con otro gobierno que entre en unas circunstancias totalmente extrañas”.
Recordó que el lunes 11 de noviembre de ese año, después de la renuncia de Morales, su asistente le dijo que lo estaban yendo a detener. “Efectivamente, había camionetas de la Policía” afuera de mi oficina, contó.
Entonces, alertó a su familia para que alisten sus pertenencias por la persecución que sufrían y buscaron un asilo político.
“Yo pasé por la Embajada de España (para buscar resguardo), pero me dijeron que Madrid decidía si podían o no abrir las puertas (…). No estaba abierta la Embajada”, contó el exgerente.
Aseguró que los voceros de la Embajada le dijeron: “Desde Madrid, no tenemos ninguna instrucción de abrir la puerta”.
Por ello, Dockweiler siguió su viaje y llegó a la residencia mexicana donde se albergó por tres noches. Unos 10 días después, el Gobierno de Jeanine Áñez le había iniciado tres procesos penales por la administración de Mi Teleférico.
“Estando en la Embajada de México, decidí que debía salir porque, de manera muy ingenua, salí de vacaciones y pensé que se iba a resolver en unos días”, aseveró.
Entonces, salió y tomó un vuelo con destino a Cusco, Perú, y se enteró que la situación en Bolivia era insostenible por la persecución judicial. “Busqué abogados. No hubo ni abogados que me quisieron ayudar”.
Tras la victoria del presidente Luis Arce y vicepresidente David Choquehuanca en las elecciones del 18 de octubre de 2020, los exfuncionarios del gobierno del expresidente Morales se prepararon para dejar el asilo en la Embajada de México en La Paz.
Los primeros en salir, a principios de noviembre, después de 360 días, fueron los exministros de Justicia y Defensa, Héctor Arce y Javier Zavaleta, respectivamente.
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