El reto de reinventarse
En la senda forjada en 30 años de existencia de La Razón, queremos declarar públicamente nuestro reconocimiento y gratitud a todas y todos los trabajadores de esta casa periodística.
En sus tres décadas de vida, La Razón se fue consolidando como un medio de referencia en el país. Ese prestigio ganado a pulso en diferentes períodos y con no pocas adversidades es obra de un trabajo en equipo. Hubo diferentes propietarios, ejecutivos y directores, pero hay una constante que está en el núcleo del periódico: sus trabajadoras y trabajadores. Nuestro agradecimiento por ello.
Algunos desde el principio, otros sumados en el camino, y también compañeros de ruta, las y los periodistas, profesionales y técnicos de las diferentes secciones hicieron un ejercicio cotidiano de periodismo con apego a los principios éticos del oficio. Así se fue construyendo la planta de redacción y administrativa más grande de los diarios del país. Y crecimos en productos periodísticos, en lectores, en publicidad. En este último rubro, hasta el 88% provino de varias fuentes de la empresa privada, no del Estado.
Desde hace algunos años hubo que adaptarse a veloces cambios tecnológicos y de hábitos de consumo de noticias. La crisis global en el modelo de negocios de los medios impresos, que obligó al cierre de centenares de ellos en varios países, generó nuevos retos. En ese marco, La Razón asumió la tarea de reinventarse. No ha sido fácil. Como todo desafío complejo, implicó cambios, ajustes, innovaciones. Parte de ello es la reestructuración de personal, inevitable para mantener con vida esta casa periodística.
En todo este tiempo, el equipo de trabajo, en general, le puso el hombro al periódico en un contexto de crisis, ahora agravado por la severa caída de ingresos por efecto de la pandemia. En este camino se enfrentaron competencia desleal, una campaña sistemática de desprestigio asentada en la falsedad, acciones de boicot y hasta un juicio aún irresuelto desde el poder por “traición a la Patria”. Nuestra respuesta siempre fue un periodismo sensato y responsable, que se construye y reafirma día a día.
Hoy hemos ingresado en una nueva etapa a fin de preservar este medio de comunicación de referencia. Para ir superando una situación financiera ya insostenible, que se arrastra desde hace varios años, tuvimos que reducir nuestra planta de personal. Así, de una planilla inicial de 282 personas, se garantizó la permanencia de 130, recibimos la renuncia de 128 y solo 24 trabajadores fueron desvinculados por fuerza mayor (inicialmente eran 97, pero a la fecha 73 de ellos se acogieron a la renuncia con plenos derechos). En todos los casos se cumplen las normas con respeto de obligaciones laborales.
En la senda forjada en 30 años de existencia de La Razón, queremos declarar públicamente nuestro reconocimiento y gratitud a todas y todos los trabajadores de esta casa periodística. Agradecemos a quienes ya no están con nosotros, a los que nos seguirán acompañando con sus servicios y, en especial, a quienes decidieron ser parte de este gran desafío de reinventarse en la adversidad. Nuestra vocación es hacer periodismo con apego a principios éticos y democráticos. Lo seguiremos haciendo desde lo alto.