Pesimismo y descontento
Queda, pues, claro que el Gobierno está fallando ostensiblemente no solo en su misión de asegurar una transición pacífica y ordenada a un gobierno legítimamente electo, sino incluso en asegurar que la gente crea en la legitimidad del acto eleccionario de octubre.

Un nuevo estudio de la Fundación Friedrich Ebert (FES) sobre la percepción de 118 “actores políticos, analistas, periodistas y especialistas en distintos ámbitos” respecto del estado de cosas en Bolivia ha evidenciado una mirada profundamente pesimista sobre el presente y futuro inmediato del país; nueve de cada 10 personas entrevistadas creen que las cosas van “por mal camino”.
Respecto del clima social en el país, el estudio estableció que el 94,4% de la muestra cree que va por mal camino, el 3,7% dijo que no sabe y solo el 1,9% afirmó que va por buen camino. Idéntica pregunta se hizo en junio, y entonces los resultados mostraron que el 81,4% respondió que el país va “por mal camino”; el 9,2%, por “buen camino”, y el 9,2%, “no sabe”. Es evidente el incremento del pesimismo, mucho más cuando se indaga acerca de la previsión del futuro: consultados sobre la situación política, 45,4% de los entrevistados señaló que es mala y el otro 45,4% respondió que es muy mala; solo el 9,3% contestó que es regular.
En la parte de la encuesta sobre el proceso electoral, 68,2% de las personas entrevistadas creen que el Gobierno no está comprometido con la realización de las elecciones en 2020, 18,7% afirma que sí, y 13,1% que no sabe; 38,9% de la muestra teme que este año no habrá elecciones. Otras preocupaciones son los hechos de violencia y enfrentamiento (38%), el autoritarismo y la persecución política (32,4%) y los riesgos derivados del proceso electoral (11,1%).
El 42,6% dijo estar muy de acuerdo con la postergación de las elecciones para el 18 de octubre, dispuesta por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y validada luego de los conflictos con la Ley 1315 y el 28,7% “algo de acuerdo”; al frente, el 9,3% dijo estar “algo en desacuerdo” y el 19,4%, “muy en desacuerdo”. Casi cuatro de cada 10 personas que no están de acuerdo con la nueva fecha de elecciones dijo preferir el 6 de septiembre.
Los datos aquí resumidos son fruto de una metodología que combina las posibilidades de la encuesta con la profundidad del razonamiento de sus entrevistados, de ahí que pese a que no es posible generalizar los resultados a toda la población boliviana, permite conocer el estado de la opinión pública, ya que la muestra incluye a personas que representan el pensamiento de todo el espectro ideológico. Según la ficha técnica, es la tercera ronda del estudio y se realizó vía online entre el 1 y el 16 de agosto.
Queda, pues, claro que el Gobierno está fallando ostensiblemente no solo en su misión de asegurar una transición pacífica y ordenada a un gobierno legítimamente electo, sino incluso en asegurar que la gente crea en la legitimidad del acto eleccionario de octubre; urge que las autoridades comiencen a prestar más atención a las voces en la calle, pues parece que el descontento no hace más que crecer, y eso puede ser malo para la salud de la democracia.