Observación electoral
Esta vez habrá una importante observación electoral nacional, con fuerte concurso de organizaciones de la sociedad civil.
Un factor relevante de confianza y transparencia en los procesos electorales es la presencia de misiones de observación y de acompañamiento, tanto nacionales como internacionales. Así lo han asumido varios países en la región. Hay pues una larga tradición en este campo, con buenas prácticas y sucesivos aprendizajes. El 18 de octubre este acompañamiento será importante en el país.
El TSE informó, reafirmando anuncios previos, que cuatro entidades internacionales acompañarán las elecciones generales 2020. Se trata de la Unión Europea, que en rigor desplegará una misión de expertos electorales, esto es cinco a seis especialistas que realizarán un análisis integral del proceso hasta su culminación. También habrá acompañamiento del Centro Carter, que al parecer realizará un análisis de los “retos políticos, legales y administrativos” de los comicios en un contexto de pandemia.
Vendrá igualmente por unos días la tradicional misión de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, que es una entidad no gubernamental conformada por autoridades electorales de la región. Y se confirmó la misión de observación de la OEA, sobre la cual hay escasa información acerca de su alcance, el número de observadores y el despliegue territorial. Se espera que esta vez el jefe de misión sea una persona de prestigio, con un mínimo de equidistancia respecto a las fuerzas políticas.
En general, como puede verse, el acompañamiento internacional será limitado. Ello se explica por las restricciones, en especial de transporte aéreo, a causa de la emergencia sanitaria por el coronavirus. Claro que, en el caso de la OEA, además de cuestiones de bioseguridad, pesa el hecho de que una parte de la población desconfía de su imparcialidad, dado su desempeño en los fallidos comicios de 2019. Sus observadores, pues, no serán necesariamente bienvenidos, en especial en lugares con fuerte presencia del MAS.
La buena noticia es que esta vez habrá una importante observación electoral nacional, con fuerte concurso de organizaciones de la sociedad civil. Es el caso de la alianza La Ruta de la Democracia, que busca impulsar la participación informada de la ciudadanía. Y también de la recién presentada iniciativa Observa Bolivia, que promete un examen “cualitativo, integral, independiente e imparcial”. Se trata pues de una valiosa presencia ciudadana en terreno, desde lo local, para acompañar los comicios.
Cierto que las misiones de acompañamiento son necesarias y cuentan para abonar certidumbre sobre la legalidad y la transparencia de las elecciones. Son destacables asimismo sus informes y recomendaciones. Pero la garantía del proceso no depende de ellas, menos si alguna tuviese mandato político y espíritu de injerencia. La certificación de los comicios en cada mesa de sufragio se asienta en las normas, la autoridad electoral, los jurados, las organizaciones políticas, en fin, las y los votantes.