Repudio a Almagro
El rechazo a la injerencia constituye un llamado urgente a preservar la naturaleza y principios de la OEA.

En una importante Declaración, 12 expresidentes de la región, ocho excancilleres y una quincena de personalidades expresaron su preocupación y rechazo por la persistente injerencia del secretario general de la OEA, Luis Almagro, en asuntos internos de Bolivia. En el fondo, plantean una interpelación al modo en que el organismo regional está siendo utilizado para fines políticos.
La Organización de Estados Americanos fue creada en 1948 al suscribirse, en Bogotá, la “Carta de la OEA”. El objetivo fundacional del organismo es lograr “un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia”. Entre sus principios, que rigen para los actuales 35 Estados Miembros, están el derecho a organizarse “sin injerencias externas” y el deber de “no intervenir en los asuntos de otro Estado”.
En criterio de los firmantes de la mencionada Declaración titulada “Rechazo a la injerencia en Bolivia”, los comunicados del reelecto secretario general están sentando un “peligroso precedente” en la región. Para empezar, Almagro actúa de manera unilateral vulnerando el carácter colegiado de su mandato. Así, excede largamente su misión e ignora el funcionamiento del sistema interamericano. Es muy crítico, pues, que el señor se arrogue la representación del organismo con declaraciones personales.
Pero lo más preocupante es que los comunicados de Almagro constituyen “una intromisión en asuntos internos”, en este caso del Estado Plurinacional de Bolivia. No de otra forma se entiende su disparatada idea de conformar una comisión internacional que investigue casos de corrupción en Bolivia o, peor, remitir denuncias a la Corte Penal Internacional. De ese modo, el cuestionado secretario general de la OEA “avasalla las instituciones bolivianas” y desconoce las elecciones generales de octubre pasado.
“Denunciamos y rechazamos con vehemencia esta nueva maniobra contra un gobierno elegido democráticamente (del presidente Luis Arce). Una intervención lisa y llana”, sostiene la Declaración suscrita por ex primeros mandatarios de la región como Lula, Rousseff, Correa, Mujica, Lugo, Samper, Zelaya y Cerezo. En consecuencia, convocan a los Estados Miembros a rechazar este tipo de acciones que “dañan la democracia, ponen en riesgo la convivencia pacífica y vulneran la soberanía de los Estados independientes”.
A propósito del caso boliviano, la Declaración expresa la necesidad de reencauzar el organismo regional, que en los últimos años ha sido degradado y utilizado instrumentalmente por Almagro para fines políticos y personales al amparo de la agenda estadounidense. Ello incluye a las misiones de observación electoral, hoy venidas a menos, como la cuestionada misión en los comicios de 2019 en Bolivia. El rechazo a la injerencia constituye un llamado urgente a preservar la naturaleza y principios de la OEA.