Demasiado tarde
La esperanza está en que los países dejen de contaminar el planeta cuanto antes.
Los más temibles efectos del calentamiento global ya no son una amenaza, se ha demostrado que están sucediendo y que es demasiado tarde para evitar que la temperatura del planeta siga subiendo, al menos por las próximas tres décadas. La esperanza está en que los países dejen de contaminar el planeta cuanto antes, lo cual podría detener el deterioro después del año 2050.
Estas son dos de las conclusiones del más reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por su nombre en inglés) que ha sido presentado el lunes último bajo el título Cambio climático 2021: la base de la ciencia física. Se trata del sexto estudio del organismo de científicos convocado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y es el más completo hasta ahora sobre la ciencia que explica el calentamiento global y predice sus consecuencias, y ha sido aprobado por todos los Estados miembros de la ONU.
Según el informe, que se basa en 14.000 estudios diferentes sobre la materia, desde la paleontoclimatología hasta los más recientes avances de observación satelital, incluso si los países comenzaran a reducir drásticamente sus emisiones de manera inmediata, el calentamiento global total probablemente aumentará hasta 1,5 grados Celsius (ºC) en las próximas dos décadas; en el informe se afirma que “estamos atrapados en un ciclo que anuncia 30 años de empeoramiento de las condiciones sin importar lo que se haga”.
Actualmente, el mundo se ha calentado en 1,1 ºC en relación con las temperaturas del siglo XIX, pero además los cambios climáticos están sucediendo cada vez más rápido: la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es la mayor de los últimos dos millones de años; la tasa de aumento del nivel del mar se ha duplicado desde 2006; cada una de las últimas cuatro décadas ha sido sucesivamente más caliente que la anterior.
Las consecuencias inmediatas para la humanidad son aterradoras: miles de millones de personas estarán amenazadas por las olas de calor, cada vez más frecuentes; muchos ecosistemas que actualmente producen alimento desaparecerán; los polos podrían terminar de deshelarse, los mares seguirán subiendo hasta hacer desaparecer ciudades costeras y hasta países insulares. Un apocalipsis climático que en gran medida puede atribuirse a China, Estados Unidos, la Unión Europea, India, Rusia, Japón, Brasil, Indonesia, Irán y Canadá, los 10 mayores emisores de gases de efecto invernadero.
“Es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, océanos y tierra”, dice el estudio, para dejar en claro a quién debe culparse por la actual situación. Lo peor de todo es que mientras los países acuerdan heroicas medidas en las cumbres sobre el clima, como la que se celebrará pronto en Glasgow, siguen entregados al despilfarro de recursos y a la dependencia de los combustibles fósiles. Ahora que ya es demasiado tarde, tal vez las y los líderes comprendan la urgencia de cambiar.