Riesgos económicos en la región
La economía mundial está sufriendo en este momento un fuerte aumento de precios de las materias primas.
El conflicto en Ucrania está provocando desequilibrios económicos que pueden fragilizar la situación de muchas economías latinoamericanas. Es una mala noticia para la región en un momento en el que la reactivación de la actividad económica recién se estaba consolidando. Los gobiernos tendrán que tomar decisiones difíciles en los próximos años.
La economía mundial está sufriendo en este momento un fuerte aumento de precios de las materias primas. La situación es particularmente difícil en el ámbito de los alimentos, del petróleo y de la energía. Algunos especialistas auguran que muchas economías podrían estar entrando en una situación de estancamiento económico y elevada inflación, un escenario que no se conocía desde la década de los 70 del siglo pasado.
En América Latina, los impactos de esta crisis no son iguales, dependiendo del tipo de inserción que tiene cada país en la economía global, de su situación macroeconómica y de su disponibilidad de petróleo, gas o alguna fuente de energía. También tienen su peso las orientaciones de sus políticas económicas, algunos países son más ortodoxos y no desean intervenir en los mercados, mientras otros están más abiertos a actuar con subvenciones y controles de precios.
Así, en el corto plazo, el aspecto más crítico tiene que ver con el aumento desmedido del precio de la energía, en particular del petróleo, y de productos básicos como la harina de trigo u otros alimentos. En algunos casos, la respuesta gubernamental es dejar que el mercado realice el ajuste, es decir que los precios de la gasolina o los alimentos aumenten libremente. Sin embargo, la medida ya está generando malestar social y habrá que ver por cuánto tiempo es sostenible políticamente.
En otros países, los gobiernos están recurriendo a controles de precios y a subvenciones, las cuales tienen, sin embargo, elevados costos fiscales. Es decir, se aminora el malestar social en el corto plazo que puede aparecer por alzas de precios significativas, pero la interrogante es si el Estado tendrá recursos suficientes para mantener precios muy por debajo de los existentes en los mercados globales por un largo tiempo.
¡Como se puede ver, no hay soluciones fáciles, las dos vías tienen grandes riesgos y costos evidentes. Los gobiernos tendrán que tomar decisiones difíciles y sería recomendable que para hacerlas viables puedan contar con acuerdos sociales y políticos mínimos en cada contexto. Son momentos complejos en los que se esperaría la cooperación entre todos los actores nacionales, dejando de lado la polarización por un tiempo.