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Comercio justo

Allí donde el capitalismo global favorece principalmente a quienes tienen más grande su aparato productivo, muy a menudo generando prácticas depredadoras en diverso grado, los pequeños productores, especialmente en el Sur global, tienen pocas oportunidades de prosperar o siquiera subsistir. El comercio justo propone un acceso más equilibrado al mercado, y en Bolivia da resultados.

En efecto, bajo principios de comercio justo, en Bolivia se producen y exportan productos como cacao, quinua, café, castaña, artesanías y prendas de alpaca, entre otras, de cooperativas, federaciones y asociaciones de productores. Al parecer, la pandemia y su efecto en los mercados afectó menos a los productores de artesanías y prendería, pero es posible que el efecto comience a sentirse recién en los próximos meses.

Se conoce como “comercio justo” a la relación comercial, basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional, contribuyendo al desarrollo sostenible a través de ofrecer mejores condiciones comerciales y asegurar los derechos de los productores y trabajadores marginados, especialmente en el Sur, según la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO).

Según la misma fuente, es un movimiento mundial que promueve modelos diferentes de comercialización y una economía democrática que facilita el desarrollo de los pequeños productores fortaleciendo la autogestión, haciendo una alianza de intercambio lo más corta posible con el consumidor, ofreciendo productos que promueven y mejoren las condiciones sociales, la economía popular, equidad de género y el medio ambiente.

La dirigencia de la Coordinadora Nacional de Comercio Justo, mecanismo de acceso a los mercados que practican este tipo de intercambios, está en manos de jóvenes, y su máximo ejecutivo tiene apenas 30 años. Afirma este productor que los dos principales obstáculos que afronta el sector son la visión de “los mayores” y la falta de atención del Gobierno. Los jóvenes deben involucrarse más en la Coordinadora, reclama, “porque ellos son el presente, los mayores ya están cansados”.

Más importante sin embargo es el reclamo a las autoridades del Gobierno: se propone “ingresar en los municipios, las gobernaciones y el Gobierno central; hacerles conocer que los pequeños productores contribuimos en el desarrollo del país bajo los principios del comercio justo y que toda la población boliviana consuma nuestros productos, sin necesidad de exportar a otros países”; no nos toman en cuenta, se lamenta.

En un contexto en el que se pretende sustituir importaciones, favorecer las exportaciones no tradicionales y, sobre todo, no ser víctimas de los excesos del capitalismo global, bien podría el Gobierno prestar atención al comercio justo y a los esfuerzos que realizan quienes han seguido este camino, a fin de diseñar medidas para favorecer a los productores locales de manera tal que logren, por sí mismos o con la mediación del Estado, insertarse exitosamente en tal esquema.