El presente del litio
Urge desarrollar las estrategias necesarias para echar a andar el negocio en las mejores condiciones.
La industria mundial del litio avanza a pasos agigantados y Bolivia, que tiene, según algunos reportes, cuarta parte de las reservas del mineral conocidas en todo el orbe, desea ser parte del negocio en condiciones poco comunes: con soberanía sobre el recurso y en condiciones de desarrollar toda la cadena productiva, desde la extracción hasta la fabricación de baterías para diversos usos.
El esfuerzo de convertir las ingentes reservas de litio que yacen en el salar de Uyuni tiene ya muchos años de haberse iniciado, y sin embargo el país dista todavía mucho de convertirse en un jugador de peso en el mercado internacional, probablemente en parte por la histórica distribución internacional del trabajo, que deja a unos países la tarea de producir y exportar materias primas y a otros, la de industrializarlos y producir riqueza.
Pero también es posible que la todavía inexistente gravitación del país en el escenario internacional tenga que ver con la dificultad inherente a desarrollar una oferta de valor que pueda ser tenida en cuenta, en parte por el nivel de especialización requerido para administrar todos los pasos y aspectos del proceso, y en parte por el modo en que se gestionan proyectos estratégicos en un ambiente altamente politizado.
A mediados de 2021, el Estado Plurinacional de Bolivia invitó a un puñado de empresas dedicadas a la extracción e industrialización del litio a competir para identificar a la que mejores opciones le otorga al país para el proceso de convertir la salmuera en baterías para automóviles y toda clase de equipos e instrumentos tecnológicos. El resultado debía conocerse a mediados de mayo, pero el anuncio se postergó por un mes.
Finalmente, el presidente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) informó que seis de las empresas invitadas a hacer pruebas habían arrojado resultados positivos en la tarea de extraer litio, en una medida de entre 80% y 90% y que el siguiente paso será reunirse con esas empresas “para plantearles nuestras condiciones soberanas respecto al litio”, según la autoridad. Cuáles son esas condiciones se puede intuir, mas la información oficial es menos que escasa.
Un experto en la materia, exservidor en YLB, consultado por nuestro suplemento Energías & Negocios, explicó, además de la urgencia de gravitar en el escenario internacional dada la creciente demanda de energías limpias para reemplazar la matriz energética global, que el país ha dado los pasos correctos para extraer el litio, pero que lo verdaderamente difícil estará en ingresar a la fase industrial y mucho más hacerlo dentro del estrecho margen que dejan las normas del país.
Urge desarrollar las estrategias necesarias para echar a andar el negocio (que ha dejado de ser futuro y es claramente el presente) en las mejores condiciones posibles para el país y no solo en términos ideológicos. La empresa estatal de litio debe hacer mejores esfuerzos no solo para prosperar, sino también para asegurar que el trabajo se desarrolla de modo correcto y, sobre todo, transparente.