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Perspectiva pesimista

Las tensiones políticas que vive el país inspiran poco optimismo en actores políticos, analistas, periodistas y especialistas en distintos ámbitos; hay poca esperanza en que la economía mejore y la marcha de la política, en el mejor de los casos, seguirá igual. Estos son algunos de los resultados del más reciente estudio de la Fundación Friedrich Ebert (FES) realizado en octubre.

Se trata de un estudio que la FES realiza periódicamente y que consiste en un cuestionario respondido varias veces por un grupo de 136 personas elegidas según “criterios de diversidad y pluralismo en posicionamiento político, género, región y edad”. A diferencia de cualquier encuesta, las personas entrevistadas no son seleccionadas aleatoriamente, sino por su capacidad de brindar opinión informada. No se trata de un muestreo representativo, sino de quienes probablemente influyen en la opinión pública.

Casi la mitad de las personas entrevistadas sostiene que el país “va por mal camino” (48,5%), mientras que 11% no responde. Las razones para creer que las cosas no marchan bien son, principalmente, los conflictos sociales y políticos (según el 63% de los entrevistados), la crisis judicial y ausencia de reforma de la Justicia (53% de las respuestas), y la corrupción (35,5%); desempleo, narcotráfico y “persecución a opositores” también son frecuentemente señalados.

El 48,5% cree que la situación política del país es regular y 24% que es mala; solo el 16% cree que es buena. Para el 36% la situación seguirá igual dentro de un año y estará peor para el 33%. Similares resultados se obtienen sobre la situación económica del país, solo que el grupo de quienes piensan que mejorará algo suma 27%.

Respecto de la confianza en las instituciones, el Órgano Judicial y la Policía Boliviana son las instituciones menos confiables: 91% dice tener confianza baja y muy baja en la primera, con idéntico porcentaje para la segunda. Tampoco hay confianza en las Fuerzas Armadas, el Pacto de Unidad, los comités cívicos y la Asamblea Legislativa Plurinacional, en ese orden.

Respecto de los líderes políticos se observa que 90% de los entrevistados desaprueba algo o mucho al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho; le sigue el Alcalde de La Paz, con un total combinado de desaprobación de 75%; el Alcalde de Santa Cruz es desaprobado por el 49%. El único que obtiene aprobación favorable es el Presidente del Estado, con 55%; la Alcaldesa de El Alto es aprobada por el 28% y el de Cochabamba, por el 24%.

Hay, pues, marcada incertidumbre también entre quienes están pendientes de la actualidad y la miran desde perspectivas críticas; es evidente que el rumbo actual de las cosas inspira pesimismo, que solo podrá superarse con medidas claras, drásticas y firmes, pues de lo contrario los frentes de asedio al Gobierno seguirán activos y alimentándose de errores en la gestión de la cosa pública, que amén de ser inevitables en muchos casos, son también muy frecuentes.