28 años del MAS-IPSP
Afronta el gran desafío de redefinir tanto su estructura decisoria como su proyecto político.
Hoy domingo el MAS-IPSP (Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos) celebra el 28 aniversario de su fundación. Lo hace en un momento de crisis interna, con una disputa que ha derivado en un deplorable intercambio de insultos y acusaciones. En el gobierno desde 2006, constituye de lejos la principal fuerza política del país.
Fundado en 1995, con presencia local en el trópico de Cochabamba, el MAS ha tenido un vertiginoso crecimiento como organización política y fuerza electoral. Así, luego de obtener cuatro diputados como Izquierda Unida en las elecciones de 1997, se convirtió en la segunda fuerza electoral en los comicios de 2002, y ganó las elecciones de 2005 con mayoría absoluta de votos. Desde entonces ha estado en el gobierno como partido predominante, con apenas un año de paréntesis en el régimen provisorio de Áñez.
Hoy el MAS-IPSP es no solo el partido más grande en militancia, sino también el único con presencia en todo el territorio nacional. Hasta la coyuntura crítica de octubre y noviembre de 2019, su líder histórico indiscutible ha sido Evo Morales, presidente del Estado durante tres períodos de gobierno. Son relevantes como agenda del partidoinstrumento la nacionalización de los hidrocarburos y el proceso constituyente, seguidos de varias medidas de inclusión (en especial indígena) y de igualdad.
Tras el derrocamiento del presidente Morales en 2019 (esa derrota política) y la persecución de su dirigencia durante el gobierno inconstitucional de Áñez, no pocos opositores y sus operadores mediáticos declararon el fin del MAS-IPSP. Empero, obligado a renovar su binomio presidencial, volvió a ganar las elecciones generales de 2020. Lo hizo con mayoría absoluta de votos, aunque sin mayoría especial en la Asamblea Legislativa. Y su fortaleza electoral mermó en los comicios subnacionales 2021.
Hoy el MAS-IPSP llega a su aniversario 28 en el peor momento orgánico del partido-instrumento. El cálculo estratégico, las pugnas de poder e intereses, y la prematura competencia por la candidatura presidencial en 2025 han llevado a esta organización a un estado de confrontación abierta entre “evistas” y “arcistas”, bautizados como radicales y renovadores. Si bien Evo y Arce dicen lo suyo, son voceros de tercera línea de ambas facciones los encargados de sembrar discordia, acusaciones y desconfianza.
Este domingo en Ivirgarzama se espera festejo compartido y señales de fortaleza (“MAS unidos”, es el lema de la convocatoria), pero no pocas tensiones preceden al encuentro. Como sea, el MAS-IPSP, principal expresión de lo plurinacional popular en el país, afronta el gran desafío de redefinir tanto su estructura decisoria como su proyecto político. Solo el tiempo dirá si los incentivos de unidad son más fuertes que los intereses particulares y la activa campaña opositora que alienta la “implosión”.