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Después del cabildo

A reserva del debate sobre el alcance y efectos del cabildo convocado por organizaciones sociales en apoyo al presidente Arce y como contrapeso al congreso orgánico del MAS-IPSP en Lauca Ñ, es necesario analizar la ruta que sigue. Hay cuestiones irresueltas, hitos en disputa y agenda de demandas. El día después del cabildo plantea importantes desafíos políticos y de gestión.

 En el balance general, la realización primero del congreso del MAS-IPSP, bajo control de la facción evista, y luego del cabildo en la ciudad de El Alto, por cuenta de la facción arcista, están lejos de resolver la disputa interna en el partido predominante, hoy dividido. Hubo disputa de legitimidad: vinculante en el caso del congreso, solo deliberativa en cuanto al cabildo. Continúa la rencilla por la sigla partidaria y por el respaldo de las organizaciones con conforman el Pacto de Unidad.

En esa confrontación, cuyo núcleo es la candidatura presidencial en las elecciones 2025, un hito fundamental es el informe del SIFDE-TSE sobre la elección de la nueva dirección nacional del MAS-IPSP, que debe ser conocido estos días por la Sala Plena. Si el informe aprueba lo obrado en el congreso ordinario, Evo reafirma su liderazgo partidario. Si en cambio el informe señala que no se cumplió el estatuto orgánico, debe convocarse un nuevo congreso. El TSE acaba de ampliar el plazo hasta abril de 2024.

Otro hito relevante en la disputa interna, con efectos sobre la correlación de fuerzas, es la próxima elección de las directivas camarales en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Por ahora parece muy probable la reelección de Andrónico Rodríguez en la presidencia del Senado, hoy el único espacio institucional con disponibilidad de lograr acuerdos políticos. Hay incertidumbre en la Cámara de Diputados. Igual estamos ante un gobierno que ha perdido su mayoría parlamentaria, con riesgo de parálisis decisoria.

En cuanto a la agenda por venir, el documento de 19 puntos entregado en el cabildo es una suerte de pliego petitorio de demandas, que condiciona el apoyo de las organizaciones al Gobierno. En el corto plazo, implica cambios en el gabinete de ministros, la conformación de un gabinete social, acciones de emergencia contra la sequía, congresos plurinacionales en educación y en salud, resultados en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, entre otros compromisos asumidos por el presidente Arce.

El día después del cabildo, pues, continúa asentado en la disputa interna en el partido de gobierno, la persistente polarización entre el oficialismo y la oposición, hitos conflictivos que pueden atizar más todavía la confrontación, y una agenda de temas irresueltos con cargo a la gestión de gobierno. Eso nos espera como país en lo que queda del año, como preludio de un 2024 que se iniciará sin nuevas autoridades judiciales electas, el censo poblacional en marzo y las primarias del prematuro ciclo electoral.  

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