MAS-IPSP incierto
La resolución del TSE que declara improcedente el recurso de revisión interpuesto por el MAS-IPSP, mantiene firme la decisión de rechazar el registro de la directiva nacional electa en el congreso ordinario de Lauca Ñ. La organización, pues, tendrá que realizar un nuevo congreso para renovar su directiva. El partido a la cabeza de Evo Morales no parece tener muchas opciones.
Más allá de las consideraciones legales, las presiones y la mala gestión comunicacional del TSE en el caso, lo evidente es que hasta ahora el MAS-IPSP no cumplió el mandato legal de renovar su directiva. Se mantiene, pues, la prórroga de la actual dirigencia electa en 2017. El nuevo plazo que tienen todos los partidos para la renovación de sus dirigencias, conforme a sus estatutos orgánicos, es abril del próximo año. Es el plazo, también, que tiene el MAS-IPSP para realizar un nuevo congreso.
La decisión del TSE fue cuestionada por Evo Morales y su entorno. Se acusa al gobierno de Arce de estar usando a los “vocales sumisos” del TSE para atentar contra la democracia interna del partido y desconocer la legalidad del congreso de Lauca Ñ. Peor todavía: en un tuit, Morales repudió esta “nuevo acción política de odio” que estaría orientada a “completar la tarea que los golpistas no pudieron ejecutar: descabezar y defenestrar al MAS-IPSP”. Frente a eso, anunciaron acciones contundentes.
¿Qué puede lograr la “lucha jurídica y política” anunciada por el MAS-IPSP contra las resoluciones del órgano electoral? Si consideramos que las decisiones del TSE en materia electoral son irrevisables y de cumplimiento obligatorio, parece difícil revertir bajo presión la decisión sobre el congreso del MAS-IPSP. Es improbable también que Morales y su equipo jurídico logren algo en la justicia ordinaria o, peor, en el Tribunal Constitucional Plurinacional. Queda entonces la lucha política.
La pregunta es si el MAS-IPSP y Evo Morales tienen hoy el músculo suficiente para la movilización de calle. Ya se vio que sus marchas y vigilias tuvieron poca fortaleza. La posibilidad de convocar un nuevo congreso, en tanto, requiere un acuerdo con la dirigencia de las organizaciones matrices, hoy cooptadas por el gobierno de Arce. En ese contexto de disputa interna y de división entre facciones, parece difícil pensar en unas primarias ordenadas para la elección del binomio presidencial masista.
El MAS-IPSP, como instrumento político, está en un momento de incertidumbre. ¿Qué caminos tiene? El más sencillo sería no renovar la directiva nacional y, con la actual presidida por Morales, afrontar las elecciones 2025. Hay en ello un problema de legitimidad. Otra opción, más difícil, es lograr un acuerdo in extremis con la facción arcista para cuidar la sigla y evitar el quiebre definitivo. Sin olvidar que está en mesa una posible sentencia constitucional que prohíba una nueva postulación presidencial de Evo.