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‘Unidad’ divisoria

Tanto la ruptura interna en el MAS-IPSP como la fragmentación opositora se gestionan desde el discurso de la “unidad”. Así, en nombre de la unidad, las facciones del MASIPSP disputan un nuevo congreso ordinario. Y, a título de unidad, las fuerzas de oposición se desafían para competir en unas primarias abiertas. Hay danza de candidatos precoces para los comicios 2025.

Un reciente encuentro de la dirigencia del Pacto de Unidad y de la COB con el presidente Arce y el vicepresidente Choquehuanca repuso en agenda la cuestión de “la propiedad del MAS-IPSP”. Así, desde la Casa Grande del Pueblo se planteó el mandato de convocar un nuevo congreso partidario para la renovación de la directiva nacional, habida cuenta de la polémica decisión del TSE de desconocer la elección realizada en el congreso de Lauca Ñ. “La unidad es un principio y no un eslogan”, dijo Arce.

Desde la vereda del evismo, sus voceros aseguraron que no habrá otro congreso, pues está pendiente el reconocimiento de las decisiones adoptadas en Lauca Ñ. Y resaltaron la unidad del partido-instrumento político de cara a las elecciones 2025. El resultado es un congreso bloqueado: no lo quiere convocar el evismo bajo presión de los dirigentes arcistas que hoy encabezan las organizaciones matrices, no lo puede convocar la dirigencia del Pacto de Unidad sin el aval de la dirigencia partidaria.

En ese contexto, parece difícil que el MAS-IPSP renueve su directiva nacional en el nuevo plazo establecido por el TSE, que es el 4 de mayo. De ese modo, continúa en funciones la directiva electa en 2017, con Evo Morales como presidente. ¿Ello significa que el MAS-IPSP no podrá postular candidaturas en 2025 o, peor, que “está en riesgo de perder su personería jurídica”? Para nada. En el peor escenario, implica que habrá incumplido una resolución del TSE, sin efectos cancelatorios.

Como sea, la disputa por la candidatura 2025 no está resuelta. Morales fue el primero en anunciar, en septiembre pasado, que lo habían “convencido y obligado” (sic) a postularse. Y solo falta formalizar la candidatura de Arce: “si las organizaciones lo determinan, le puede interesar”, sostuvo hace poco el vocero. ¿Cuál de los dos irá con la sigla MAS-IPSP? ¿Lo dirimirán en primarias? La reelección sigue en agenda, pese a los argumentos de “pompa y ostentación” exhibidos sobre el tema por una sala del TCP.

En la oposición, a su vez, continúan apareciendo candidatos presidenciales, la mayoría sin proyecto político ni, menos, bases programáticas. Sin excepción, todos se proclaman “la alternativa” y proponen una candidatura de unidad (anti MAS). Algunos quisieran resolverlo en primarias abiertas, que parecen improbables. Se reafirma así el dato de la fragmentación. Mientras tanto, corre cuenta regresiva para el nuevo ciclo electoral: en septiembre tendrían que registrarse alianzas y en octubre inscribir binomios.

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