Icono del sitio La Razón

Divisiones y primarias

El paisaje actual del campo político boliviano se caracteriza por la división en el MASIPSP y la fragmentación de la oposición, con algunos actores irrelevantes. Son evidentes también las disputas internas en Comunidad Ciudadana y Creemos. En tal escenario, las estrategias y el debate político se orientan hoy hacia las elecciones primarias. El factor tiempo importa.

La accidentada aprobación de seis créditos en la Cámara de Diputados produjo, entre otros efectos, una división en Comunidad Ciudadana, que ya había tenido disidencias y expulsiones. Hoy la alianza cuenta con dos bancadas: una oficial del mesismo y otra alternativa “de dignidad”. Ello limita su peso en la Asamblea Legislativa. Algo similar ocurre en la alianza Creemos, también dividida entre leales al camachismo y adscritos a otras filiaciones e intereses. Se consolida así la debilidad opositora.

La disputa interna en el MAS-IPSP es más crítica. En rigor, se trata ya de una fractura entre dos facciones: la arcista y la evista. El núcleo del desencuentro es la candidatura presidencial para las próximas elecciones. Este quiebre en el partido- instrumento político, que gobernó el país en solitario desde 2006, se ha extendido a las organizaciones sociales que componen el llamado Pacto de Unidad. Hoy la pugna está concentrada en la renovación de directiva en un nuevo congreso orgánico.

A ello se suma la marginalidad de otras fuerzas políticas de la oposición, así como su dispersión expresada en una docena de potenciales candidatos presidenciales en los comicios 2025, muy lejos del discurso de unidad y, peor, de una candidatura única. En ese contexto, el cálculo estratégico parece concentrarse en las elecciones primarias que debieran realizarse a fin de año. CC propuso una reforma normativa para que las primarias sean abiertas a la ciudadanía y se convoquen lo más tarde posible.

La cuestión fundamental, plena de incertidumbre, es si las elecciones primarias (sean cerradas a la militancia o sean abiertas a cualquier votante) resolverán la división interna en el MAS-IPSP y la fragmentación opositora. ¿Los dos candidatos masistas, a estas alturas, competirán en primarias? ¿Quién se quedará finalmente con el partido? ¿El montón de aspirantes presidenciales de la oposición se medirá en primarias para seleccionar un solo candidato? ¿Con qué sigla? ¿Y cuál programa de gobierno?

También puede leer: Cambios en el gabinete

Como sea, los tiempos políticos presionan para tomar decisiones. Hasta mayo, siete de los 11 partidos políticos vigentes deben adecuar estatutos y/o renovar directivas. Cualquier cambio en las reglas para las primarias debiera aprobarse hasta septiembre. Hay respaldo opositor a las primarias abiertas, pero no está claro si habrá mayoría en la ALP para aprobarlas. Cuenta también la situación institucional para administrar el próximo ciclo electoral. Es un momento decisorio para la política y las elecciones en el país.