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Jaime Paz Zamora: Dicen que Evo vino a ofrecer alianzas… ésas son burreras’

El ex Presidente de la República presiente que su tesis marítima es la solución al diferendo con Chile. Presentó su proyecto al mandatario Evo Morales, quien lo visitó hace unas semanas en su hacienda de El Picacho, en Tarija. Dice que Morales se “entusiasmó muchísimo” con su propuesta, y que la iba analizar para aplicarla en la política exterior con Chile. No cree que aplicar una estrategia jurídica sea la solución para resolver el conflicto con el gobierno de Sebastián Piñera.

Revela que en la reunión con el presidente Morales sólo se habló del tema marítimo y, entre risas, califica de “burreras” las interpretaciones que hicieron los medios de comunicación. Del encuentro salieron versiones de que se había conformado una alianza política entre el MAS y el expresidente para participar en la futura elección de gobernador en Tarija. Además, revela que Evo Morales lo felicitó por su cumpleaños y que le dio su número directo del teléfono celular.

Esta lejos de la política partidaria, pero con las ganas de aportar su conocimiento para que Bolivia vuelva al mar. Vive alrededor de la naturaleza en su hacienda de El Picacho, a media hora de la ciudad de Tarija, lugar donde fue a visitarlo sorpresivamente el presidente Evo Morales.   

Dice que los medios especularon sobre la reunión, donde, según asegura, sólo se habló del tema marítimo. Califica de “burreras” las interpretaciones de una posible alianza con el Movimiento Al Socialismo (MAS) o de impulsar con Morales una misma candidatura a la Gobernación de Tarija. Ante esa crítica, lo que le importa es que su proyecto marítimo tome vuelo.  

— ¿En qué consiste su propuesta para resolver el diferendo marítimo con Chile?

— Mi propuesta es un replanteamiento de todo el asunto marítimo. Partimos de un concepto básico que anima a cualquier proyecto. Si el mercado internacional del siglo XIX generó condiciones para alejarnos del mar, el mercado global del siglo XXI está generando las condiciones para que Bolivia vuelva al Pacífico. Éste es el sustento de la propuesta.

— ¿Por qué?

— Porque a finales del siglo XIX estuvo en su auge la era industrial. En ese contexto, los abonos cobraron un peso enorme como lo tienen hoy los hidrocarburos y los minerales. Entonces, el guano y el salitre cobraron enorme importancia como abono. Chile siempre hacía una presencia mayor en la costa y encontró una chispa que precipitó la invasión con intereses ingleses que colaboraron con armamento. Las empresas inglesas fueron las que comercializaron todo el guano y el salitre en Europa; era un negocio espectacular.

— ¿Y el actual mercado nos permite volver al mar?

— Ahora, el mercado del siglo XXI, que es el mercado global, tiene un fenómeno que se llama el ascenso de las potencias emergentes en Asia y América del Sur. Este comercio será exponencial entre Asia y América del Sur y ya lo hace; el principal comprador de Brasil no es Estados Unidos ni Europa, es China; Chile vende más a China; Perú a quién vende más espárragos, es a China. Así, mi propuesta se basa en dejar de hablar y pensar en todo lo que nos hace daño, ya no plantear el tema como un tema exclusivamente boliviano-chileno, sino plantearlo de una manera global, como el diseñar el nuevo rol al que denomino el Pacífico Sur. Entonces, la tesis se llama Bolivia en el Pacífico Sur, o sea, darle un nuevo rol a las costas del Perú y de Chile.

— ¿Cómo?
— Aprovechando el comercio mundial impresionante como el de Asia y Sudamérica. La tesis no empieza diciendo den mar a Bolivia…

— Pero eso es lo que busca Bolivia.

— La tesis propone que el sur de Perú, que es lo más pobre que hay en ese país, con los puertos de Mollendo, Matarani e Ilo, y el norte de Chile, que es lo más pobre que hay en Chile, con los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta, conformen lo que yo propongo una “región económica especial de carácter multinacional”. Señalo que en parte de esta zona, entre el Perú y Chile, hay una franja de diez kilómetros de ancho y 150 kilómetros de largo, que une el Pacífico con la frontera boliviana, y es en la frontera entre Chile y Perú —son 1.500 kilómetros cuadrados— que esa franja sea parte de la región económica especial y de Bolivia. Así, Brasil también tendría más crecimiento.

— ¿Qué papel juega Brasil en su proyecto?

— El puerto de Arica tiene una capacidad anual de tres millones de toneladas, pero sólo Brasil exporta a China 160 millones de toneladas.

Imagínese, la diferencia, es abismal; entonces, la transformación tiene que ser muy grande. Resulta que Bolivia es el tapón que está entre el Pacífico y Brasil, la vía más directa de los puntos más poblados y económicamente más dinámicos de Brasil pasan por territorio boliviano.

— Habla de Chile, Perú y Brasil… ¿Bolivia cómo lograría acceso al Pacífico?

— Espere, ahí recién se plantea que la franja que le mencioné antes, y que divide Chile, Perú y Bolivia; ese espacio lo llamo la “franja ociosa”, porque no sirve para nada; es un territorio donde hay 1.200 habitantes. Para que la región cumpla un nuevo destino, para pacificar la región y facilitar el tránsito a Brasil, es que esa franja que no sirve para nada pase a soberanía boliviana, una franja de 1.500 kilómetros cuadrados, y ahí Bolivia ya no necesitaría construir puertos en esos diez kilómetros de costa…

— ¿Por qué?

— Porque sería parte de la región económica; o sea, de la utilización de los seis megapuertos que tendremos que construir en Mollendo, Matarani, Ilo, Iquique, Arica y Antofagasta.

— ¿Éste es un proyecto nuevo?

— Claro, es un planteamiento inédito en el que la solución del problema marítimo chileno-boliviano no es el punto de partida, sino el punto de llegada, es una especie de frutilla sobre la torta. Acá ganamos todos porque Chile necesita responder con urgencia el desempleo y la pobreza en el norte, Perú necesita resolver con urgencia la pobreza y subdesarrollo en el sur, Bolivia necesita estar con urgencia en el Pacífico y poder generar desarrollo y empleo y Brasil necesita no dar la vuelta el planeta.

— ¿Esa franja de diez kilómetros pasaría a dominio boliviano?

— Hay esa franja que se dejó después de la guerra entre Chile y Perú y cuya frontera es Perú al norte, Chile al sur y Bolivia al este; ésa es la frontera de la franja. Esa franja pasa a Bolivia, es una simple frontera entre dos países que la hicieron a finales del siglo XIX; son diez kilómetros porque los cañones de la época no pasaban los diez kilómetros.

Hoy no sirve para nada, no la usa nadie; los chilenos como pícaros se están metiendo, pero no pasa nada. Incluso yo sé que en Chile se maneja esa franja como posible solución al diferendo marítimo y, claro, esa franja pasaría a Bolivia y hacemos lo que nos da la gana en ese espacio.

— ¿Su proyecto no va contra los tratados internacionales?

— No toca ni un solo tratado, porque el tratado firmado entre Chile y Perú dice que dejarán una franja de diez kilómetros; acá nadie pierde terreno.

— Políticamente, ¿cómo lograr que se ejecute el proyecto?

— La propuesta es que se haga una plataforma de diálogo con dos niveles y que funcionen al mismo tiempo: un nivel de negociación entre Chile, Perú y Bolivia, pero al mismo tiempo otro nivel de negociación entre Perú, Chile, Bolivia y Brasil.

Para que haya un Pacífico Sur, una zona dinámica con modernismos, necesitamos el mercado de Brasil. Entonces, recién ponemos megapuertos, autopistas interoceánicas y trenes de alta velocidad; es un desafío brutal.

— ¿Y en qué quedaría la demanda marítima ante tribunales internacionales?

—Y dejémonos de burreras de estar denunciando el Tratado de 1904; eso ya es pasado, no se trata de encerrarnos en cuarto Chile y Bolivia, dizque haciendo programas para construir la confianza mutua; eso es historia, ahora hagamos negocios.

— Su proyecto va en contra de la demanda marítima que impulsa el Gobierno.

—No va en contra, es otra política. El mismo presidente Morales dijo por qué tener confrontaciones si aquí podemos resolverlo todo.

— ¿Presentó su proyecto al presidente Evo Morales?

— Cuando vino Morales a visitarme a Tarija, yo le hablé de esto. Él se entusiasmó muchísimo y me dijo que es interesante; el Presidente se entusiasmo mucho; entonces, le dije que esté atento para conocer el proyecto más a fondo y luego me habla, que reflexione y me dé su opinión.

— ¿Y ya se comunicó?

— No, estoy esperando que el presidente Morales se pronuncie; estoy seguro que me llamará.

— ¿Y qué cosas más hablaron en esa reunión?

— La gente acostumbrada en Bolivia a la labia y a la politiquería decía que Evo había venido a ofrecer candidaturas, a ofrecer alianzas políticas…. Ésas son burreras.

— ¿Y fue así?

—Claro que no…

— ¿Cuál fue el tema central del debate con el Presidente?

— La idea central, y lo único que hablamos con Evo, fue la recuperación marítima, y así puede resultar. Si el Presidente se entusiasma, yo puedo colaborar por encima de los partidos, esto por la unidad nacional.

Perfil

Nombre: Jaime Paz   Zamora

Nació: 15-04-1939

Profesión: Cientista Social

Cargo: Ex Presidente de la República

Mirista: Fue el máximo dirigente del extinto Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y presidente de la República entre 1989 y 1993. Fue un impulsor de la integración económica andina. Fue aliado de los exmandatarios Gonzalo Sánchez de Lozada y Hugo Banzer.

Orgulloso de su hacienda y triste por la situación en Tarija

No lo cambia por nada, lo que vive en la actualidad. Vive rodeado por la naturaleza en su hacienda de El Picacho, a media hora de la ciudad de Tarija. Vía telefónica trata de describir su entorno. Explica que su propiedad está prácticamente a orillas del río Guadalquivir y que tiene un inmenso jardín, donde ya perdió la cuenta de los árboles que plantó.

Está alejado de la política, pero la siente todos los días a través de los medios de comunicación. Sobre la actualidad política y económica en Tarija, se limita a decir: “Mi pobre Tarijita, la están maltratando de manera impresionante los propios tarijeños”. Luego se siente un suspiro y evita seguir hablando sobre el tema y prefiere conversar de su actualidad.

Vive con sus hijos menores, Santiago, Néstor, y su esposa. Dice que le encanta la equitación y pasa tiempo cuidando a sus perros y gallos. Tiene tres caballos y cuando los cabalga recuerda a su hermano Néstor, que murió en la guerrilla de Teoponte, en 1970. “Cuando pienso en él, que es muy seguido, voy a su nicho que está al lado de el de mi padre en mi propiedad; ahí rezo, pero no convencionalmente, sino que es un momento muy íntimo”, explica.

Cuida cada metro de su hacienda, donde quiere instaurar un parque botánico, una pinacoteca y un centro cívico. Cuenta que allí existen unas cinco hectáreas enriquecidas con una variedad de plantas.

Cada día tiene ocupaciones dentro de El Picacho. Son 20 años que su hacienda se convirtió en una de las principales preocupaciones del exmandatario. Desde que dejó el gobierno, él se refugió en su hogar rodeado de su familia. A manera de alabar su hacienda, explica que en tiempos de la colonia le perteneció al héroe tarijeño Eustaquio ‘Moto’ Méndez. “Es un lugar único donde la naturaleza te invita a reflexionar. Son años maravillosos los que estoy viviendo acá”.

Mientras la charla continuaba, paraliza el diálogo. “Es que estoy en la biblioteca y acá está buena parte de mi vida”, dice.

Explíquenos qué es lo más importante del lugar, le preguntamos. En ese lugar, cuenta que tiene varios libros y fósiles. Además, valora una fotografía con el expresidente del Perú Alberto Fujimori. “Esa imagen es inédita, es en el Beni, antes de firmar el acuerdo de Ilo. Era una reunión que no sabía mucha gente y menos los chilenos”, comenta entre risas.

Se despide porque tiene “temas pendientes”.