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El pliego petitorio de Convergencia Nacional – Rubén D. Atahuichi López

Álvaro García Linera ha teorizado hace poco en sentido de que los conflictos sociales que sacudieron al país las semanas pasadas tuvieron su origen en la necesidad corporativa de las organizaciones de ser consignadas en la redistribución de la riqueza.

Claro, hay plata, pero todos quieren su tajada, a pesar de las limitaciones, con razón no, de parte del Tesoro General de la Nación. Y en esos afanes no podían quedar al margen los entenados del proceso de cambio, los opositores.

Cual si fuera secretario ejecutivo de un sindicato, el diputado de Convergencia Nacional (CN) Osney Martínez presentó el jueves el pliego petitorio de su bancada que, principalmente, plantea un bono de vivienda, transporte, internet y comunicación.

¡Un bono de vivienda de Bs 5.270 y otro de transporte de Bs 1.756! ¿Qué tal? Menos mal que lo aclaró al cacho cuando dijo que muchos colegas suyos pagan dos viviendas (¿?), una en La Paz y otra en sus ciudades de origen, por lo que es mucho dinero costear por su cuenta ese servicio.

Para justificar la necesidad de un bono de transporte (los legisladores tienen pasajes de avión), Martínez tiró una joyita: “Uno llega a El Alto y tiene que pagar 80 pesos para venir aquí (La Paz) o, sino, te vienes en micro. ¿Un diputado va a venir en micro? Estamos sujetos a agresiones; no es que seamos más que los demás”.

No sé cómo terminará este asunto, pero sus colegas del Movimiento Al Socialismo (MAS) han adelantado que con los Bs 13.800 están conformes y no yescas como Martínez y sus correligionarios.

Si bien es una propuesta de resolución camaral que pretende el diputado, el presidente Evo Morales y el ministro de Economía, Luis Arce, seguro que no están para más protestas salariales, pensando que la petición pueda derivar en movilizaciones legislativas.

Surge el conflicto coincidentemente después de una semana de paz a la que nos estábamos acostumbrando al menos los paceños. Ojalá el corazón de las autoridades pueda sensibilizarse ante tan sublime demanda de un grupo sufrido de legisladores, otrora muy bien privilegiados y pagados.

Pero… ¿no es acaso un servicio civil ser diputado o senador? ¿Acaso los que sabemos no tenían esa vocación de servicio? Ahí está…