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Un MAS siempre vencido en el Beni quiere revertir sus derrotas

Las sistemáticas derrotas electorales que ha sufrido el Movimiento Al Socialismo (MAS) en el departamento del Beni contrastan radicalmente con los resultados de las elecciones departamentales y municipales de 2010, en las que, si bien volvió a perder en comicios por la Gobernación, lo hizo por el margen estrecho del 2% en relación al ganador.

En efecto, la última votación representó una completa ruptura con las más que pobres votaciones que el MAS obtenía desde que participó por primera vez en una elección nacional, en 2002. Ese año, el partido de Evo Morales consiguió en Beni una votación un poco mayor (3,2%) a la diferencia con que su candidata (Jessica Jordan) fuera derrotada por el opositor de Primero el Beni (PB, Ernesto Suárez) en 2010 (2,4%).

Tres años más tarde, en 2005, durante las primeras elecciones para la máxima autoridad departamental convocada por el entonces presidente Carlos Mesa, el MAS alcanzó incrementar en más del 100% el resultado de 2002. Dicho así puede parecer un gran éxito; sin embargo, los votos que consiguió el candidato de ese partido, Óscar Camacho Melgar, llegó a un exiguo 6,7%.

Posteriormente vino una seguidilla de fracasos electorales en Beni para el MAS. Primero fue el referéndum revocatorio de 2008 en el cual ganó el rechazo al Presidente con un 56,28%, aunque la aceptación pasó el 40%, lo cual ya fue un llamado de atención más que significativo.

El referéndum constitucional también fue negativo para el MAS en esta región, pues, el “No” a la Constitución Política del Estado (CPE) surgida de la Asamblea Constituyente salió victorioso con un 67,3%, sin embargo, el “Sí” obtuvo 32,6%.

Como se dijo, fue en 2010 cuando el partido de Gobierno acarició la Gobernación del Beni. Jordan (MAS) perdió con 40,1% de la votación contra el 42,5% que obtuvo Suárez, de Primero el Beni. Además, la candidata del partido oficialista denunció que había existido un fraude electoral debido a que en el conteo de su mesa de sufragio no figuró ni siquiera su propio voto.

Todo lo dicho hace concluir que el mapa de las fuerzas políticas del Beni se ha reconfigurado desde que se instauró la democracia. La historia muestra que los puestos de poder sometidos al voto siempre estuvieron disputados por Acción Democrática Nacionalista (ADN) y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Luego, ADN cambió el color de sus vestimentas y su sigla por la de Poder Democrático y Social (Podemos) y luego por la de Primero el Beni, y fueron estas dos agrupaciones las que contendieron con los movimientistas, no obstante es sabido que aunque se vista de seda… ADN se queda.

Si se compara el proceso de aparición del MAS en el Beni con su irrupción en departamentos del occidente del país, entonces puede decirse que en esos territorios andinos el llamado Instrumento Político para la Liberación de los Pueblos (IPSP-MAS) ganó adeptos vertiginosamente, mientras que en el de los llanos orientales el adjetivo que corresponde usar para describir esto es el es de “gradual” (hasta antes de 2008 tal vez demasiado gradual) para luego llegar a un ascenso que, si bien no puede llamarse “trepidante”, ha sido bastante dinámico.

Tal vez sea por haber notado tal escalada del MAS que sectores de la oposición, aglutinados por Primero el Beni y la dirigencia nacional del MNR, a iniciativa de Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional (UN), hablan de conformar un frente único para contener con mayores posibilidades al oficialismo. “Precisamente esta semana fui a conversar con Suárez. El MNR va a realizar cualquier tipo de acción democrática, incluso apoyar a un candidato que no sea del partido, siempre que éste pueda ganar, para así evitar que el MAS llegue a la Gobernación”, dice el jefe nacional del MNR, Johnny Torres.

Jordan, por su parte, piensa que el MNR nacional puede ser muy distinto al MNR en el Beni. “Lo que diga a nivel nacional el MNR varía de lo que dice el MNR a nivel departamental. Acá, el actual gobernador (Haisen Rivera Leigue) era de ese partido, pero se sumó al bloque complejo del MAS con indígenas y campesinos”.  No obstante, queda la duda: ¿puede ganar el MAS en un territorio que histórica y políticamente ha pertenecido a ADN y al MNR?

Cambio. El MAS tardó tres años desde que subió al poder para cambiar esos resultados electorales paupérrimos y obtener, aunque con desenlaces negativos, votaciones más favorables. El funcionamiento en el Beni de la Agencia de Desarrollo para las Macroregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) puede haber sido un factor influyente. De igual modo, la segunda etapa del conflicto por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) (es decir posteriormente a la VIII Marcha) —cuando el Estado inició un acercamiento con las comunidades indígenas (acción que ha sido calificada por la oposición de prebendal en vistas a la Consulta Previa)— hizo que el oficialismo tome en cuenta al departamento, cosa que el centralismo nunca lo hizo, aunque el gobierno del MAS tardó en realizar.

Jordan percibe esta variación: “Ha habido un cambio radical en la mentalidad de la población, de cero municipios en las elecciones de 2005 se ha llegado a un total de ocho; aunque tenemos un trabajo integral con todos los municipios, incluyendo el de Trinidad. Se siente una diferencia en la conciencia de la población y una aceptación hacia el Gobierno Nacional. Antes, la relación era confrontacional”.

Suárez replica esta argumentación al afirmar que “el Beni siempre ha votado militantemente, es decir, regional, y coincidentemente cuando se ha tratado de defender la institucionalidad contra los proyectos del MAS, como la Constitución, el referéndum revocatorio o la elección judicial. En ese sentido, vamos a unirnos para defender la democracia.

Para Suárez, suspendido antes de su dimisión por presuntos casos de corrupción, el mayor error que se podría cometer es la disgregación del voto entre quienes “dicen” ser opositores: “Hay personas que se llaman opositoras, pero durante todo este tiempo no abrieron la boca para criticar al Gobierno y, sin embargo, cuando vienen elecciones recién lo hacen para atacar a quienes de verdad lo somos”.

Según el presidente de la Asamblea Departamental del Beni, Álex Ferrier, la que fue por años segunda fuerza política de la región, el MNR, se encuentra dividida. “Lo más posible es que la facción conservadora de ese partido se alíe con la agrupación de Suárez, sin embargo, hay otro sector que ha estado trabajando con el MAS. De cualquier modo, es poco probable que el MNR llegue a las elecciones con una identidad propia”.

Considera que los años de monopolio del poder de “unas cinco familias” ha ocasionado un desgaste en la derecha y un rechazo hacia ella por parte de la población. La eventual elección de gobernador también ha generado actividad en agrupaciones políticas no tradicionales del Beni como UN y el Movimiento sin Miedo (MSM).

Animal Político intentó comunicarse, aunque sin éxito, con Doria Medina. Se sabe que éste propició la iniciativa de un frente común, con el nombre de Mesa para la Victoria, título similar a Mesa Democrática, de la oposición de Hugo Chávez en Venezuela. Por su parte, el diputado del MSM Fabián Yaksic anuncia la intención de su partido de participar en todas las elecciones que sucedan en el país; por lo tanto, también en las del departamento en cuestión.

Según dice, el mapa político del Beni (antes caracterizado por “feudos terratenientes del ADN y MNR”) se ha reconfigurado. “Ciertas facciones del movimientismo se están reciclando al alinearse con el MAS porque, claro, ambos partidos son afines. Los resabios de ADN se articulan en Ernesto Suárez. A eso se reduce la conformación de fuerzas en esa región; el MSM quiere cambiar la situación y construir algo más plural”.

El MNR, según Torres, piensa repetir lo sucedido en Sucre cuando retiró su candidato en favor de otro con mayores posibilidades de ganar; es así que está dispuesto a realizar una renuncia política porque “se tienen diferencias irreconciliables con el MAS”. Los aprestos políticos continuarán en Beni y la carrera electoral parece haber comenzado sin ni siquiera haberse llamado aún a elecciones.

‘Existe un ambiente preelectoral’: Jessica Jordan, posible candidata y actual directora de Ademaf en el Beni.

Estamos en un momento preelectoral que se siente en el ambiente y en el entusiasmo de la gente. El MAS, siendo un partido nuevo, en poco tiempo ha ganado bastante espacio. Actualmente puede notarse un cambio radical en la mentalidad de la población. En toda la historia política del Beni siempre fue ADN y MNR los que disputaban las elecciones.

‘El MAS no ha ganado nunca en el Beni’: Ernesto Suárez, exgobernador del Beni y jefe de Primero el Beni.

No digo que el MAS no pueda ganar las elecciones a la Gobernación, si es que son facilitadas, sino que no ha ganado nunca elecciones en Beni. Ésos son datos reales y ellos lo saben bien. El Beni rovocó a Morales, luego rechazó su Constitución y también la elección del Órgano Judicial; es decir, todo proceso democrático ha tenido malos resultados para el MAS.

‘El MSM se presentará como alternativa’: Fabián Yaksic, diputado por el MSM.

El MSM está preparándose como una alternativa en todo proceso electoral. En el caso del Beni, en cuanto se convoque a elecciones, valoraremos nuestra participación con la posibilidad de articular fuerzas populares de izquierda que sintonicen con nuestra propuesta en ese departamento. Queremos ser una alternativa al MAS y a los grupos conservadores de Suárez.

‘El instrumento tiene chances de ganar’: Álex Ferrier, presidente de la Asamblea Departamental.

El Instrumento del MAS tiene muchas chances de ganar una elección en el departamento, si hacemos la lectura de un Estado que antes estaba ausente; ahora  se ve que el Gobierno tiene proyectos en salud, carreteras y desarrollo: se puede sentir la presencia del Estado. En contrapartida, ya son casi 20 años de administración de clanes familiares.

‘El MNR evitará que el MAS gane la elección’: Johnny Torres, jefe nacional del MNR.

Con el advenimiento del MAS y su peso en el Gobierno se reconfiguró el mapa político del Beni. Hay influencia de 30% repartidos para el MNR, el MAS y Primero el Beni. Nuestro partido, el MNR, evitará democráticamente que el MAS gane la elección. La situación no está para experimentos y tomar riesgos, hay que repetir la experiencia de Sucre y formar un frente amplio.

El efecto del conflicto por el TIPNIS y las elecciones en Beni

La falta de convocatoria a elecciones para la Gobernación del Beni parece responder a un timing calculado por el oficialismo para “distanciar” y disociar un posible efecto negativo en el sufragio que podría causar el conflicto del TIPNIS en contra del MAS, según opositores.

“Puede prestarse que entre los cálculos del MAS esté el tema del TIPNIS, pues, es un conflicto que los incomoda demasiado. Para ellos es desventajoso llamar a un proceso electoral cuando la marcha está en pleno camino hacia La Paz. Toman en cuenta la cuestión para evitar que vayan a tener una derrota más en las urnas y por eso no convocaron a elección inmediatamente”, afirma Ernesto Suárez, exgobernador del Beni.

Sin embargo, la posible candidata a gobernadora del MAS, Jessica Jordan, no cree que el conflicto vaya a afectar al MAS. “No hay tal. Esta problemática es nacional y política, se ha salido de un contexto local. Tenemos excelentes relaciones con los hermanos indígenas. Evidentemente, hubo un desgaste en determinado momento, pero hubo ‘manos negras’ que impulsaron esa separación; el Gobierno nacional ha aceptado la culpa de no haber hecho las gestiones correspondientes, pero se hizo un compromiso de acercamiento. El tema es que se haga la consulta y después no habría por qué seguir debatiendo”, dice.

El jefe Nacional del MNR, Johnny Torres, cree que si el Gobierno no da una respuesta clara sobre el tema del TIPNIS va a haber problemas, “en caso contrario, no tendría que incidir en los comicios”.

Los pueblos indígenas serán protagonistas importantes en el futuro del departamento, expresa Fabián Yaksic, diputado del MSM. Sin embargo, en su opinión, son minorías electorales. “Los Indígenas tienen una influencia grande territorialmente, por tanto, el tema medioambiental va a ser crucial en las elecciones, pues, va a marcar dos polos: el de los que creen en el viejo esquema desarrollista y extractivista, y el de aquéllos que propongan un desarrollo en armonía con la naturaleza, argumenta el legislador de oposición.