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Entre el arado y el retorno

Cada domingo, Alejo Véliz Lazo llega hasta la plaza de los Granos, en Quillacollo, para vender maíz y alfalfa que cosecha en sus terrenos de Kayku, de la zona Ichjiruta de la provincia Cercado, en Cochabamba.

“Tenemos suerte si lo vendemos un poco carito, pero aún así no alcanza para mantener a la familia”,   se queja el padre de nueve hijos y exhombre fuerte de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) en la década de los 90.

Su vocación agrícola salta a la vista al hablar del maíz y de la alfa, y por eso cuando se le pregunta si con la producción agrícola le alcanza para mantener a su numerosa familia, Véliz Lazo afirma rotundamente que no. “Una parte de la ganancia es para volver a sembrar, otra parte para comer y una partecita para vender”.

Para él, quedaron atrás sus largas jornadas como dirigente y diputado, hoy alterna su labor en el campo y su formación académica. Acaba de conseguir una maestría y va camino a lograr el doctorado en Ciencias de la Educación. “Sigo trabajando con el arado, pero no he dejado todavía la política”, avisa el campesino detrás de su clásica chamarra negra de cuero y el sombrero de ala ancha. 

Ahora sí la charla desemboca en su antiguo camarada de lucha Evo Morales, el actual presidente del Estado Plurinacional, Véliz Lazo sólo atina: “Que se case de una vez; eso  es lo que está faltando, por eso tiene profundos desequilibrios. El matrimonio enseña a ser responsables, después de tener hijos y nietos”.

Así como apunta a los intermediarios, que, según dice, se llevan la ganancia de los productos campesinos, lanza también sus dardos a los gobernantes. “Se han olvidado de la parte productiva”, se queja.

Como campesino, cree que la construcción de una represa en las zonas altas del valle, donde el agua escasea, debería ser una de las prioridades. “Seguimos con el modelo neoliberal, porque los mercados para los campesinos no crecen”.

Desde Ichjiruta, al sudeste de la ciudad de Cochabamba, donde Véliz Lazo tiene su domicilio, el licenciado en Ciencias de la Educación cree que se debe reencaminar el proceso de cambio. En 2002, formó parte de Nueva Fuerza Republicana (NFR) e intentó encabezar el movimiento indígena desde la Cámara de Diputados, pero fue criticado por otros sectores sociales.

No obstante, a sus 55 años cumplidos, el exdirigente campesino afirma tener cuerda para rato y por eso cree que se debería reencaminar el proceso de cambio. “Por los campesinos sólo se hicieron unas casas de dos por dos metros y canchas sintéticas, pero en el tema productivo, nada”.

En 2008, fundó la organización Pulso (Pueblos por la Libertad y Soberanía) y por eso todos los jueves reúne a sus nuevos cuadros, y pretende impulsar su instrumento político para las próximas elecciones generales que se celebrarán en 2014. Junto a Pulso, trabaja también con la Asamblea por la Soberanía de los Pueblos.

A la hora de vender maíz y alfa en Quillacollo, Véliz no rebaja el precio, cree que sólo así se puede recuperar todo el esfuerzo de la producción y con esa misma convicción anuncia que en dos años más retornará a la arena política.

Perfil

Nombre: Alejo Véliz Lazo

Nacimiento: 09-02-1957

Ocupación: Lic. Educación

Cargo: Dirigente de la agrupación Pulso

Datos

Es un político  campesino y agricultor de Cochabamba, ex  secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia. Fue diputado en 2002 por Nueva Fuerza Republicana (NFR) y en sus inicios fue compañero de lucha del actual presidente Evo Morales.