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Amante del sauna y el puro

Soy un hombre sencillo”, dice Jorge Lema Patiño en su casa ubicada en la avenida Arce de La Paz. Desde el piso 15, su oficina de ventanales amplios, se observa el Illimani y parte de la zona Sur. Tiene un habano en la mano y la sonrisa generosa.

Es un hombre de principios prontos y finales largos. Se casó al cumplir 21 años (fue en 1964 y el padrino de su boda fue Víctor Paz Estenssoro, cuando fungía de presidente), se afilió al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) desde la cuna; además, es bolivarista, por seguir las costumbres de la familia. 

Tuvo una agitada vida política pero se especializó en estudios mineros. Siendo del MNR apoyó en el rubro minero a los gobiernos de Alfredo Ovando Candia y Juan José Torres. Cuenta que su mayor logro fue asumir la gerencia técnica de la Empresa Nacional de Fundiciones.

Fue embajador en China, Tailandia y Ginebra. Ésta última ocupación la realizó durante el último gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Los años le obligaron a dejar algunos pasatiempos. Antes jugaba fútbol y cabalgaba pero después de una caída sólo observa los deportes por televisión. No le atrae el cine, “si me va a preguntar, le digo de antemano que no… no iré a ver Batman”.

Lo que no se pierde por ningún motivo es la sesión semanal de sauna en su casa de la zona Sur. Ahí pasa las mañanas domingueras. Tampoco concibe estar un día sin encender un habano en la oficina.

A la hora de hablar de puros es un experto. “La mejor marca es Partagás, aunque depende del momento del día. El Partagás se fuma después de una comida pesada, el Montecristo es mas suave en la mañana; pero el Coiba es más de lujo”. Otro de sus “vicios” es un café a cualquier hora en su oficina; después de todo allí pasa la mayor parte del día, por lo menos está unas diez horas de lunes a viernes.

Tiene un paladar exigente debido a los años que vivió en el extranjero. No sabe cocinar aunque a veces pide que le hagan patitas de pollo. “Hervidas con vodka, miel y salsa soya, después 15 minutos de cocción y diez en sartén para que resulten deliciosas”. Suele compartir las comilonas con sus cuatro hijos y nueve nietos.

El paceño emenerista tiene lecturas selectivas. Lo que más colecciona son sus libros técnicos “nadie tiene una biblioteca como la mía”, afirma sin dejar de lado su habano. Aunque para entretenerse también leyó la Metamorfosis de Franz Kafka y Así habló Zaratustra del alemán Friedrich Nietzsche. Uno de los últimos libros que cayó en sus manos fue China de Henry Kissinger.

Lema Patiño tiene un kindle (lector de libros electrónicos) donde revisa las novedades del mundo moderno. Está casado con la tecnología, su teléfono es un iPhone y tiene una cuenta en Facebook que no la abre casi nunca porque sus contactos son a través de la red social Linkedin.

En medio de lecturas, él se hizo picar con las notas de opinión y se convirtió en columnista de diarios nacionales. Confiesa que si no estudiaba ingeniería él hubiera optado por el periodismo, porque ninguna otra carrera le apasiona tanto. Algo parecido le sucede con la ciudad de La Paz a la que él llama un “hueco hermoso”, un lugar del que no se quiere ir a ningún otro sitio.

Perfil

Nombre: Jorge Lema Patiño

Ocupación: Ingeniero

Cargo: Exdiplomático del MNR.

GONI

Comenta que es amigo de Gonzalo Sánchez de Lozada. Es más, él escribió un texto titulado Entrevista virtual a Goni, el filósofo. El documento tuvo una buena acogida y recibió llamados de amigos y de periodistas para saber cómo logró esa nota que fue todo un invento suyo.