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‘La crisis no ha hecho carne en la economía boliviana’

La autoridad explica que hay muchas razones para entender que la situación     de bonanza económica en el país llega al bolsillo de la gente. “Por ejemplo, el año 2005 la gente tenía depositado en el sistema financiero 3.700 millones de dólares; hemos pasado a 11.700 millones”. Dice que lo interesante es que han subido los DPF, que eran casi 1.800 millones, ahora están en 4.400 millones; pero lo que más ha subido son las cajas de ahorro, “de 1.000 millones a 3.800 millones de dólares”.

Cuesta creerle, por lo menos en lo que dice respecto del dinero que lleva consigo, pero, en términos de la economía del país, se muestra muy optimista. Luis Arce Catacora, el ministro de Economía y Finanzas de siempre en el gobierno de Evo Morales, dice que “la crisis no ha hecho carne en la economía boliviana”, aunque admite que eso no será siempre así.

Con una explicación casi académica, vence cada pregunta con el convencimiento de que su despacho ha hecho bien las cosas. Si bien la charla estaba pactada para escudriñar sobre qué implica eliminar la pobreza extrema hasta 2025, como adelantó Morales el 6 de agosto, el tema ya fue absuelto el viernes, cuando ante todos los medios dijo que la llamada Agenda Patriótica incluye la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria, el acceso universal a los servicios básicos y el acceso a las tecnologías. Para eso, hace falta fortalecer la economía del país, comenzando por el bolsillo de la gente.

— Ministro, ¿cuánto lleva en el bolsillo ahorita?

— ¿Plata? Nada, cero; no tengo plata en el bolsillo

— ¿Por qué?

— No acostumbro tener dinero en el bolsillo, porque todo está o en el banco o con quien gasta. Gastan los hijos y gasta la esposa.

— ¿A cuánto ascienden sus ingresos?

— Son 14 mil bolivianos mes; de ahí lo que yo saco son 11.500 u 11 mil bolivianos. Ése es mi líquido pagable y de ahí se distribuye entre el pago de pensiones que hago a mis hijos con mi exesposa; el resto es para la casa y para mi hijo que está viviendo conmigo.

— ¿En qué no gasta?

— Como Luis Arce, de lunes a viernes, no gasto en transporte; el Ministerio me provee un vehículo y chofer. Sábado y domingo me desvinculo de mi edecán y de mi chofer; y yo me muevo en mi vehículo personal, no utilizo vehículo del Ministerio. Entonces, ahí empiezo a gastar en gasolina, tengo que cambiar aceite; todos los gastos que emergen de eso. (…)

— ¿Ministro, estamos creciendo económicamente bien?

— Sí, es un crecimiento sostenido, eso es muy importante. Nuestro crecimiento no está bajando ya del 5% en estos últimos años. En el periodo neoliberal, la tasa de crecimiento del producto boliviano era del 3%; la población crecía al 2,4%, y crecíamos al 3%, un cachito nomás de crecimiento cada año en términos per cápita reales. Hoy no, la población seguirá creciendo al 2,4% o 2,7%, el censo nos dirá eso; pero el Producto Interno Bruto (PIB) está por encima del 5%. Pero algunos nos dirán que es un crecimiento bonsai, ¿pero qué país en América Latina crece a ese ritmo, sostenidamente? Éste es un modelo que ha sufrido los embates de la crisis de 2008 y 2009, que ha hecho que las economías brasileñas, chilenas y colombianas se desplomen, y Bolivia sigue creciendo. Por eso, en 2009, cuando todos se han caído, nosotros teníamos el crecimiento número uno.

— ¿Vamos a llegar bien hasta fin de año? Había una estimación de crecimiento del 5,5%.

— Eso mantenemos y es otro elemento. Si estaríamos mal, no creceríamos al 5,5% o reduciríamos al 5% o 4,5%, como han hecho todos los países de América Latina, que han apuntado a reducir sus proyecciones de crecimiento. Este 2012, el único país, no lo decimos nosotros como gobierno, sino el Fondo Monetario, el Banco Mundial, la CEPAL, la CAF, que dicen que Bolivia va a crecer más este año

— ¿Cuánto en relación a las otras regiones?

— Brasil, por ejemplo, está pasando por uno de los peores momentos de su economía; es la peor caída que tiene su sector industrial, y la inflación está creciendo. En otros países, Paraguay, Uruguay, la inflación empieza a recrudecer, y están preocupados de lo que está ocurriendo porque hay un efecto, sin duda, de la crisis internacional que aquí usted no la siente. Ponga un pie en la frontera, ahí lo va a ver.

— Dentro de las proyecciones en el presupuesto, ¿cuánto se supone que va a crecer el país en la próxima gestión?

— Estamos por encima del 5% también. Todavía no hemos cerrado, estamos esperando la formulación del presupuesto. Pero los datos preliminares nos dicen que estamos llegando a un crecimiento por encima del 5%.

— ¿Cuánto de presupuesto se va a disponer?

— Como ocurre todos los años, el presupuesto se va a incrementar también, pese al contexto internacional adverso la economía boliviana sigue demandando y generando recursos, porque hay que tener en cuenta que el presupuesto es “cuánto voy a gastar porque cuánto voy a generar de ingresos”. No es a la inversa, “gastaré nomás, no importa si gano o no”. Vamos a generar ingresos que permitan los gastos que vamos a hacer.

— ¿Cuánto se está calculando?

— No hemos cerrado el presupuesto, todavía estamos en planes.

— ¿Va a ser más?

— Va a ser más.

— ¿En cuánto más o menos?

— No sé, todavía no hemos cerrado los cálculos; pero va a ser superior porque, los siete años que vengo aquí, es mayor el presupuesto.

— ¿Qué sectores cree que van a impulsar este crecimiento?

— Hay sectores muy dinámicos. Por ejemplo, el de la construcción, el de la manufactura y el del turismo. En hidrocarburos, yo veo que está invirtiendo muy bien YPFB; es un sector dinamizador que, por supuesto, va a estar en función de lo que pueda ocurrir con los precios internacionales del gas, pero la dinámica interna de la inversión va a ser muy importante para el país.

— ¿La caída del valor de las exportaciones mineras va a afectar ese crecimiento?

— Yo entiendo la preocupación de la prensa, pero tengo algunos parámetros para que vean la cierta tranquilidad que tenemos respecto de lo que está pasando en el exterior. Primero, queda claro en el mundo entero que ya no vamos a estar en periodos de precios bajos. En el petróleo, haga un promedio de los años 70 y 80, que fue de 20 y 25 dólares el barril de petróleo; el precio del petróleo ya no va a estar así, no está bajando de los 80 dólares el barril de petróleo, en crisis… En 2008 fue de 140 dólares; hace un mes, 100 dólares. Ahora, 80; otra vez 84 y empieza a subir.

— ¿No va a bajar de 80?

— Nosotros vemos que ya no estamos en periodos de precios bajos de petróleo por la crisis energética que hay en el mundo. Y los alimentos, por ejemplo, tampoco van a bajar, los precios se están manteniendo en ciertos niveles, ya no los de hace diez o 15 años. Estamos viviendo un periodo en el mundo y la economía mundial donde ya no vamos a ver precios bajos, y eso va también para las materias primas, para los minerales. ¿Por qué digo esto? Porque si usted mira que desde principios de este año, si quiere ir más allá, a mediados del año pasado, el precio del estaño y del zinc, respecto de los precios que vemos ahora, ha caído; no es mentira que la crisis está afectando a los precios de las materias primas. Evidentemente, hay una caída, pero no como en 2009.

— Eso quiere decir que tampoco se va a afectar al PIB.

— Así es, por eso estoy tranquilo. Le estoy dando la argumentación de por qué estamos viendo las cosas con cautela, pero no tan preocupados como otros países. Otro elemento más, se decía que China iba a caer y desplomarse, de pronto la economía mundial iba a entrar en una gran depresión, porque Europa está en el suelo y Estados Unidos debajo del suelo, y Japón no puede pararse con su endeudamiento de 230% respecto del producto. El único motorcito que más o menos podía hacer cambiar la figura de la economía mundial podía ser China. Hay que decirlo con claridad viendo los datos de la economía China, hay una desaceleración en China.

Pero ahorita estamos frente a buenas y malas noticias. La mala noticia es que se desacelera China; pero la buena noticia es que no se desacelera de la manera en que habían previsto el Fondo Monetario o el Banco Mundial, los que hacen sus augurios de cómo va a estar la economía. Es decir, hay una desaceleración en China, pero no es tan profunda como dicen los opinadores.

— ¿Somos vulnerables ante la crisis internacional?

— Tenemos un escenario internacional de muchísima incertidumbre, como nunca antes. No se resuelve Europa, Estados Unidos y Japón, y hay incertidumbre en lo que pueda ocurrir en China. Ante ese escenario, vemos cómo nuestros vecinos van cayendo y nos preguntamos cómo está Bolivia en los ocho meses de los que va este año: la crisis no ha hecho carne en la economía boliviana. Pero no estoy diciendo que nunca haga carne, porque después va a decir “el ministro dice que nunca hará carne…”.

— Si dice nunca, ¿hasta cuándo vamos a vivir esta situación favorable?

— Estamos vigilando, expectantes, alertas y atentos sobre indicadores que puedan aparecer en la economía mundial y en la economía boliviana, que empiecen a mostrar algún síntoma de contagio de esta crisis. Esto, para actuar oportunamente, como lo hicimos en 2009, cuando actuamos oportunamente y la crisis no se sintió en Bolivia; pero otros países vecinos estaban desplomados.

Nos queda claro el papel que tenemos que hacer; si la crisis persiste mucho más todavía, ese es otro tema de discusión. Si uno supiera cuánto tiempo va a durar, o toma las medidas ahora para enfrentarla o, si es corta como en la maratón (no es lo mismo correr 100 metros planos que 10 mil metros planos), hay que dosificar las energías y la velocidad, y eso es exactamente lo que ocurre en la economía.

Mucho va a depender del ojo que se tenga en el mundo de cuánto dura la crisis. Ésta es una crisis que ha estado durando varios años; empezó el 2008 y siguió en 2009, 2010, 2011 y 1012. Nunca habíamos visto que una crisis en el sistema capitalista dure tanto tiempo sin que haya solución; por eso hablamos de las cinco crisis del sistema. Una de ellas es la crisis de las políticas macroeconómicas, que no están pudiendo resolver. Entonces, estamos atentos, por eso hasta teoría hemos hecho, porque si no hay respuestas del mundo capitalista para resolver la crisis esto puede durar un poco más. Bolivia tiene que dosificar y para eso tenemos un buen colchón de reservas internacionales y en el sector público, que puede contrarrestar y hacer políticas antisísmicas en su momento.

Alguna gente dice “por qué todos los años hay superávit”. Claro, es que si mañana pasara algo, ¿de dónde sacamos platita? La plata viene cuando uno no la necesita, y cuando uno la necesita, se cierran las válvulas de financiamiento y todo mundo pide plata a los organismos. Entonces, hay que saber dosificar esto; en estrategia eso es lo que hay que hacer.

Perfil

Nombre: Luis Arce Catacora

Nació: 28-09-1963

Profesión: Economista

Cargo: Ministro de Economía y Finanzas

Esencial

Es uno de los ministros (el otro es David Choquehuanca) que acompaña a Evo Morales desde el inicio de su primera gestión de gobierno. En el gabinete se muestra siempre animado, bromea con sus colegas, aunque dice que chacotea antes de que entre el Presidente a la reunión.