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Evo manda a construir un palacio para Doria Medina – Rubén D. Atahuichi López

A  juzgar por las intenciones de Samuel Doria Medina de alguna vez ser presidente del Estado Plurinacional, lo que pretende el gobierno de Evo Morales, con el proyecto de Casa Grande del Pueblo, es construirle al político opositor una oficina “de lujo” en vez de dotar de agua al sufrido pueblo de El Alto.

Tan desalmado es el propósito del gobernante, que primero ha pensado en uno de sus acérrimos detractores que en esa gente que  lo apoya “hasta las últimas consecuencias”. Sin embargo, ingenuo,  el empresario se ha puesto en campaña para impedir semejante construcción, en tiempos en que debería pensar en él, sus acólitos y su futuro en el mando del país.

Doria Medina ha cuestionado en los últimos días el proyecto mobiliario, como lo había hecho antes con el avión presidencial. Creo que, contrariamente a lo que observa, lo que debería hacer es ayudar, siquiera con el diseño del edificio o la dotación de material de construcción, a reflexionar sobre una infraestructura acorde a sus propósitos, pensando siempre en llegar a la primera magistratura del Estado Plurinacional. O preguntar cómo cuida Morales el   Falcon Dassault francés “cero kilómetros” en sus viajes diarios por el país (he visto que al tapiz lateral de la nave alguien le hizo dos rayitas accidentales de bolígrafo azul, que sirve como argumento para una solicitud de informe oral por parte de su bancada).

Con sus críticas, el jefe de Unidad Nacional (UN) hasta está perdiendo la oportunidad de contar  “a la mano” con su restaurante La Quinta o con Burger King (¡qué importa que ésta sea publicidad gratuita), muy cercanos a la inminente Casa Grande del Pueblo de marras, para escapar al menú plurinacional que ahora rige el Palacio Quemado, caracterizado por refresco de cañahua o mocochinchi, graneado de quinua o lagua de jank’aquipa en vez de hamburguesas o nuggets de pollo.

¡Ay, esa visión de futuro! No hace bien Doria Medina en pretender evitar esos lujos que bien podrían serle útiles cuando quizás llegue a la presidencia del Estado. Como si fuera poco, el dirigente también cuestionó la triplicación del patrimonio presidencial a dos millones de bolivianos y algo más. ¿Acaso no recibiría eso y mucho más cuando sea gobernante? Claro, debe ser una pizca.