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Un modelo comunitario

Cuatro años no son pocos; de hecho, cuando se vive una revolución como la boliviana, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes y cada año cuentan para adelante y también cuentan para atrás…

Una revolución no se hace por robots programados, sino que es obra de seres humanos, seres cuyas virtudes son siempre medibles al lado de sus defectos; virtudes y defectos que a su vez son la dimensión medible del Estado, porque sus consecuencias se sienten en la percepción de la gente, en sus rabias y sus orgullos, en sus frustraciones y sus alegrías, en su voto.

El voto es la contabilidad cruenta y generosa de la democracia, convierte en el lugar donde el pueblo pone sus sueños. El voto es la concentración numérica de lo que un país cree y lo que no; en quiénes cree y en quiénes no.

Por ello, hacer un balance de cuatro años del “Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario” tiene que ver con la amplitud política del hecho revolucionario en su forma cualitativa, ya que las dimensiones cuantitativas dicen mucho y con muchos datos.

El balance parte necesariamente de debates conceptuales, y es que entre Bolivia y Ecuador se dan algunas confusiones, ya que nuestros respectivos países han adoptado el concepto “plurinacional” como eje de referencia. Nadie se ha percatado de las distancias, pues en política, a diferencia de las matemáticas, el orden de los factores altera el producto. Veamos la Constitución Política del Estado (CPE) de Bolivia: Artículo 1. Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario… Mientras que en la Constitución del Ecuador se dice: Artículo 1. El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico.

“Estado” en Bolivia no es ni la forma “intercultural fuerte” de la Constitución ecuatoriana, ni tampoco la “ecuación liberal hipócrita” de las Naciones Unidas en sus políticas de la identidad, menos el Estado “experimental” de Boaventura de Sousa Santos que hace rato pasó de consejero a juez y verdugo.

Es mucho más que todo lo mencionado, pues el Estado en Bolivia es: Unitario-Social de Derecho a la vez que Plurinacional-Comunitario, sin “comas” de por medio. Ya sabemos, por el debate constitucional, los significados de “Unitario Social de Derecho”, ocupémonos entonces de lo “Plurinacional Comunitario”. El Estado Plurinacional Comunitario tiene que ver con la insurgencia general que, aunque vanguardizada por el sujeto social histórico indígena, sigue siendo insurgencia general.

¿Acaso en 2003 Bolivia no vivió una situación revolucionaria general por excelencia? ¿Acaso la Asamblea Constituyente no fue el escenario nacional democrático como respuesta a la crisis general de 2003? 2003 es la síntesis histórica del orden colonial virreinal, el orden colonial republicano estatista y el orden colonial neoliberal; del “orden colonial al fin”. Éste, con todas sus formas estatales (virreinal, republicano, estatista y neoliberal), encuentra su respuesta insurgente en el Estado Plurinacional Comunitario. ¿Pero qué es el Estado Plurinacional Comunitario?

“Es 4.000 proyectos en siete años de Gobierno; es el Plan de Vivienda Social más grande de la historia de Bolivia; es la luz donde antes todo era mechero; es el satélite para mirar el mundo desde la revolución tecnológica y con científicos bolivianos; es tener aeropuertos en todo el país, donde antes sólo habían pistas de tierra; es tener agua potable para calmar la sed superando nuestra meta del milenio; es contar con ángeles de acero para surcar el país; carreteras del norte al sur, del este al oeste; una revolución agraria que ya llega a su final, algo que ni en el 52 se pudo imaginar; organizaciones laborales con sedes sociales en todo el país: COB, CSUTCB, Bartolinas, Interculturales, magisterio, periodistas, etc.; las mejores políticas sociales del continente, niños, mujeres embarazadas, discapacitados y tercera edad; industrialización de la energía eléctrica; industrialización de hidrocarburos; gas domiciliario en todo el país; es el Juancito Pinto, la Juana Azurduy; son los estudiantes de todo el país movilizados con el deporte; son laptops para cada profesor del país (hasta José Luis Álvarez tiene una); son 801 kilómetros asfaltados en todo el país; son edificios para los municipios en todo el país; mercados saludables para las caseritas, pasar del adobe al ladrillo; es la unión de militares y pueblos en los desfiles cívicos; es amoniaco y úrea; es teleférico en La Paz; es seguridad alimentaria con soberanía; es tener polos industriales desde Oruro hasta Pando, pasando por Cochabamba; es erradicación de la coca excedentaria sin muertos; es ganarle al imperio en su cancha llamada Naciones Unidas; es derrotar al neoliberalismo y poner en crisis a la globalización” (Cfr. Agenda Presidencial, 2012).

Bolivia, quién puede dudarlo, es hoy lo que ningún gobierno en toda la historia pudo siquiera imaginar. Y es que nadie ha hecho tanto por Bolivia en tan poco tiempo. El presidente Evo Morales, en ese contexto, es la concentración misma del desarrollo revolucionario. El Estado Plurinacional Comunitario es el vivir bien no como un anuncio del futuro, sino tarea del presente. Es la descolonización en toda su potencia como paradigma de vida no como apariencia hipócrita. Es revolución total con fuerza de país total.

El Estado Plurinacional es el orgullo de ser boliviano, indígena, campesino, originario, obrero, maestro, mujer, adolescente, tercera edad. Es sentir en lo más hondo que vale la pena ser boliviano. Es saber que nunca más nos dirán que somos unos mendigos sentados en una silla de oro. Es tener la certeza de que nuestros hijos tendrán estudios universitarios y si se esfuerzan por eso.

El Estado Plurinacional no es un concepto propio de constitucionalistas, es dignidad y soberanía de personas y pueblos porque por ellos fue hecho en la Asamblea Constituyente. Hasta ahora no hay ninguna señal de que Bolivia pueda dar un paso atrás, no hay nada que nos haga pensar en una posible restauración colonial o neoliberal; por el contrario, todo nos dice que estamos listos para dar el salto hacia el socialismo.

Por eso, el Estado Plurinacional es la liberación de todas las fuerzas sociales para construir un nuevo país, ese país que nos fue negado durante más de quinientos años. Estado Plurinacional es vivir bien en comunidad, ser felices sin sacrificar ni a las personas ni los pueblos, es vivir en armonía con la Pachamama.