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Los partidos de fútbol que disputará Evo Morales. Mauricio Quiroz

Cuando se inauguró la cancha de césped sintético en la localidad nortepotosina de Uncía, el equipo presidencial tuvo muchos problemas en el campo de juego. Los adversarios eran los bravos habitantes de esas tierras, quienes, ataviados con los emblemas de sus comunidades y coloridos chalecos, lucharon en cada espacio de la cancha. Alguno de los integrantes del equipo del Palacio Quemado, policías con buena preparación física, se mostraron confiados al ver la contextura física de sus circunstanciales adversarios, hombres de corta estatura, pero con mucha  resistencia para ir y volver de arco a arco, muchas veces. Además, estaba en juego la tradicional apuesta de Evo Morales: “Si ganan, hay más obras; si no… ni modo”. Ése fue un gran partido y si bien no hay un registro del resultado final, quedan varias imágenes que muestran el agotamiento físico de los preparados oficiales del equipo del Presidente. Fue un cotejo exigente en 2009.

Los partidos de fútbol que el Presidente de Bolivia ha disputado —tanto en las comunidades del país como fuera de las fronteras— ya son parte del diálogo oficial; del protocolo, incluso diplomático, que ha permitido al Mandatario abonar los terrenos políticos, incluso los áridos.

Evo Morales, que en 2010 jugó un partido de fútbol con su colega de Chile, Sebastián Piñera, ha pisado los escenarios deportivos de todo calibre. Incluso hay un videojuego, que se puede descargar de la internet, que recuerda el famoso rodillazo que el Jefe del Estado dio a un funcionario de la Alcaldía de La Paz. Desde entonces, los equipos del Palacio Quemado y la Alcaldía nunca más volvieron a jugar ni verse en el campo. Nos veremos en la otra cancha, en la electoral, susurran unos y otros.

Pero, el balón fue tocado por el Mandatario en Europa y América Latina como una forma de distender las tensiones propias del ejercicio del poder. Es una sana actividad que también ha sido parte de la agenda recién cumplida en Francia, donde se ha reunido con los organizadores del Rally Dakar 2014. Morales retornó optimista y es posible que haya jugado unos pases de “pichanga” con varios empresarios europeos. 

Los próximos partidos que debe disputar el Presidente se jugarán en Bolivia, donde se esperan resultados de su gestión, ya en el marco de una carrera política para su reelección. Entretanto, Piñera también ha decidido entrenar para ver a Morales   en abril. El deporte es integración.