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Édgar Toro Lanza: Librepensantes de caricatura en la arena política

Como decía Sofocleto, “al cojudo hay que observarlo atentamente, siempre, para ver en qué nos podría ser útil”. Álvaro los vio y dijo que todas las decisiones que se asumen en el MAS son de cumplimiento obligatorio, porque “no es un grupo de amigos” ni “un grupo folklórico” ni está formado por “librepensantes”, e invitó a dejar ese partido a quienes no estén de acuerdo. La Rebeca respondió que aquél es el “jefe del sindicato” del MAS en la Asamblea Legislativa. Además, que los otros “librepensantes” no se animan a decir nada por miedo al “jefe del sindicato”.

Todo de caricatura. Primero porque los masistas saben que si contradicen al “jefe”, corren el riesgo de irse. ¿Cuántos oficialistas defienden al jefazo en la Asamblea Plurinacional? Pocos, el resto son “levantamanos”, como en el pasado. ¿Cuántos de estos “librepensadores” pasaron por el Ejecutivo y se aplazaron? Todos los que ahora se creen “franceses ilustrados del siglo XVIII”, cuando el término “librepensante” empezó a usarse.

¡No somos ningunos cojudos!, seguro que dicen los que sólo buscan un espacio político, porque no se conoce una propuesta concreta, con contenido ideológico y programático de los autónomos de la palabra.

Qué bueno es disentir, pensar diferente, ser defensores de nuestras propias ideas y con razón, pero estos “librepensantes” tienen un pasado que los une al mismo “proceso de cambio” de donde emergieron de la clandestinidad porque nadie los conocía.

Rebeca, el Chato Prada, El Ale Almaraz y seguro que Filipo, Puente, Rada, Chacón y hasta Loayza anunciaron un “encuentro nacional” de  “librepensadores”. Por favor, “no penetran” más allá de sus pequeños círculos de amistad. 

La misión es quitarle votos al MAS y desgastar al Gobierno con miras a las próximas elecciones. Eso es posible, serán “ch’itipartidos”, “partidos bonsai”, que harán campaña para buscar un curul, un espacio donde vegetar. La caricatura masista también es darle bola a los “librepensantes”, aplican la misma regla del exembajador Rocha de Estados Unidos, quien pidió “no votar por Evo” y encumbró a éste. ¡Qué cojudos!, diría Sofocleto, porque sólo los hacen crecer. Cuándo entenderán que la indiferencia mata en el amor y es lo mismo en la política. Bueno, “libreprensantes” y “contrapensantes”, que el juego recién comienza y la arena se calienta para ver quién manda en la fiesta de diciembre de 2014.