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‘El MSM quiere hacernos creer que son unos santos’

El Movimiento Sin Miedo (MSM) anunció la semana pasada la ruptura de su alianza con Unidad Nacional (UN) a causa de “un rol variable” del concejal Omar Rocha (UN), que “a veces apoyaba el acuerdo institucional y otras al Movimiento Al Socialismo (MAS)”, según la concejala del MSM Gabriela Niño de Guzmán. Por su parte, Rocha asegura que la fractura del acuerdo responde a que molestó al oficialismo paceño que realice su función fiscalizador. 

En esta entrevista, el concejal de UN que preside el Concejo Municipal de La Paz cuenta los entretelones de la ruptura. Dice que dejará su cargo si eventualmente el MSM acuerda gobernabilidad con el MAS, situación remota. Aunque considera que el MSM quiere hacer creer a La Paz que es un santo.

— Es presidente del Concejo por los votos del MSM…

— Si existe un acuerdo entre el MAS y el MSM estoy dispuesto a dejar la presidencia y no ejercerla. Pues, lo correcto sería que la mayoría obtenga ese cargo.

— Pero la acusación es la contraria, el MSM dice que usted se acercó al MAS.

— Ayer (miércoles) el MSM votó junto al MAS. Yo voté como los concejales del MAS sólo en el rechazo a un contrato. El tiempo dirá si hay un acuerdo entre esos dos partidos.

— Hablando de la ruptura, no es creíble que sea sólo por la fiscalización de la cancha de La Portada. ¿Hay algo más?

— El MSM usa a sus aliados, así lo hizo con Jorge Quiroga en 2002, cuando éste quiso fortalecer el acuerdo para las elecciones generales de 2005, éste lo tildó de “cachorro de dictador”. A Cristina Corrales la destruyeron por una carta de invitación (del Movimiento Bolivariano a Venezuela); cuando murió le hicieron una plaza. Ése era mi futuro. A Jenny Cárdenas también la usaron.

— ¿Es cierta la declaración del miércoles de Samuel Doria Merina (Acoso Textual, radio Fides) que decía que la ruptura era culpa de su carácter y el de Niño de Guzmán?

— En parte puede tener algo de razón; sin embargo, la diferencia de fondo es ideológica. Tenemos dos visiones diferentes de país y de ciudad. Lo que sucede con el MSM es lo que pasa con todo aquel que esté en el poder por demasiado tiempo. Ya ha cumplido su ciclo, siguen estancados en las cebras y los barrios de verdad, proyectos que han sido muy importantes, pero hay que ir hacia adelante porque hay que convertir a La Paz en una metrópoli. Por ejemplo, su política de transporte ha sido errática, la Alcaldía no tiene que ser otro sindicato de choferes, creen que comprar unos buses va a ser una solución.

— Pero la ciudadanía celebró la compra de buses como un paso hacia el transporte masivo.

— Yo discrepo. Se presentó el primer tarifario el 8 de enero, han pasado siete meses y todo sigue ambiguo con el trameaje, cuando la población justamente lo rechazaba. Incluso, ahora sé que se quiere implantar otro trameaje más, el tramo intermedio, entre el corto y el largo. De ser una propuesta racional, pasará a ser incomprensible. Si su política de transporte no ha podido resolverse en siete meses, significa que ha fracasado.

— Le acusan de posibilitar la ruptura por su supuesta ambigüedad. ¿Hay algún interés electoral… búsqueda de protagonismo? Al menos ha captado nuestra atención…

— Al contrario, ellos (el MSM) son los que nos han usado (a UN) electoralmente para decir que son oposición. El ejemplo del Beni (las elecciones por la Gobernación) ha sido claro, porque fueron funcionales al MAS. Por eso aceptamos sin problema la ruptura, porque ellos, mientras aceptaban la alianza, descalificaban el proyecto de unidad de nuestro partido para las elecciones generales de 2014.

— ¿Usted no estaría también siendo funcional al MAS en el Concejo paceño? ¿Para quién será su voto?

— Mi voto será para La Paz. Con nosotros, el MSM ya no tiene ni tendrá acuerdo, estoy muy golpeado por la deslealtad, pero eso no significa que se vaya a obstaculizar; lo que está bien, tendrá mi apoyo. Para mí habría sido muy fácil trabajar con el MAS o con el MSM, y hasta resolver mi futuro personal, pero tenemos lealtad con Samuel.

— En ese caso, parecería que la ruptura sería sólo mediática, pues el MSM también dice que sus votos serán por La Paz.

— Si hemos roto es porque rechazamos eso de los “votos de oro” que tienen elementos de presión. Creían que ser su aliado significaba que tenía una mordaza, que no podía decir nada ni ser crítico con nada. Nunca voy a anteponer mi interés por el interés general. El MSM quiere hacernos creer que son unos santos. Valoramos el trabajo de Juan del Granado, sin duda, uno de los tres mejores alcaldes de la historia junto a Raúl Salmón y Ronald McLean, pero Revilla y su gente está muy lejos de eso.