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Manuel Morales Dávila: El abogado de los humildes

Desde una pequeña oficina de cuatro por cinco metros cerca del Obelisco, en La Paz, en la que los bienes más preciados eran tres escritorios, Manuel Alcides Morales Dávila libraba durante los años 80 y 90 miles de batallas a favor de los más necesitados.

“Ahí atendíamos a los trabajadores, a la gente humilde que muchas veces venía con sus hijos a buscar apoyo jurídico cuando le habían retirado del trabajo”. Así recordó hace dos años el expresidente de la Cámara de Diputados Héctor Arce a su maestro el abogado Morales Dávila que el 3 de octubre cumplirá 87 años.

Morales nació en Potosí, pero en la década de los 40 se afincó en La Paz, donde además formó toda su familia. Fue testigo de la Revolución de 1952. “Hubo una gran matanza, se llamó revolución, pero no fue tan así”, cuenta el abogado desde su domicilio, junto a su esposa Teresa Olivera.

Considerado como un eterno luchador social, a sus 86 años el hombre dice seguir batallando por los más pobres. “Junto al doctor Daza y el doctor Salinas seguimos ayudando en una oficina en la Plaza del Estudiante (La Paz)”, precisa.

El potosino, “pero de corazón paceño”, como se define, obtuvo su título como abogado el 9 de enero de 1952. Se inscribió en el Colegio de Abogados de La Paz en 1979 y para muchos es uno de los mejores expertos constitucionalistas.

Después de ser diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) en 2002 y tras la fallida postulación por la Gobernación de La Paz en 2005, por el mismo partido, Morales Dávila continuó después en su labor social con la abogacía como arma, como aquellas épocas, cuando Arce era uno de sus principales discípulos en esta filosofía de vida.

Hoy, cada mañana, revisa junto a sus colegas los periódicos, posteriormente analiza los casos de la gente más necesitada y luego, como hace años, comienza una batalla más. “No tenemos una fundación, pero los ayudamos legalmente en los casos más injustos”, cuenta.

Cuando se le consulta si se alejó de la política, afirma de manera rotunda que no, que siempre está atento a la coyuntura política. “Sigo siendo el masista de la primera época”, afirma en tono reflexivo el octogenario abogado.

No obstante, las batallas también hacen mella hasta en los más fuertes, como Morales Dávila, que según su esposa en las últimas semanas estuvo afectado por una bronquitis. “Debe estar haciendo fila para que lo atiendan en la Caja, ya sabe cómo es eso”, comenta su esposa Teresa, cuando este medio intentó ubicarlo una mañana de la pasada semana. Con algo de timidez, Morales admite sus problemas de salud, pero cree que aquello es pasajero y que se pondrá bien. “Sí, tengo alguna dificultad, pero eso pasará”.

El diputado Arce, su más laureado alumno, define a Morales Dávila, como un hombre incomprendido en la historia de las luchas sociales de Bolivia, fiel a su pueblo al punto de negarse a ayudar a los empresarios que también acudían a su bufete. “Discúlpenme, no los puedo atender, porque yo sólo atiendo a los trabajadores”, así despachaba Morales, según el exdiputado, a los patrones que también venían a pedirle ayuda.

Perfil

Nombre: Manuel Alcides Morales Dávila

Nacimiento: 03-10-1926, en Potosí

Ocupación: Abogado

Político

Fue diputado nacional por La Paz en 2002 y además impulsó un juicio de responsabilidades por traición a la patria a exautoridades involucradas en el proceso de capitalización entre 1989 y 2005. Se postuló además para Gobernador de La Paz en las elecciones de 2005.