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Coca y narcotráfico

Cuando William E. Carter, Phillip T. Parkerson y Mauricio Mamani Pocoaca llevaron a cabo el estudio sobre la hoja de coca más conocido en el país a fines de los 70, la coca era vista con otros ojos, muy diferentes a los de ahora. El estudio se publicó en 1986. Ese año, ya la coca iba adquiriendo el perfil que le daría la promulgación de la Ley 1008, el 19 de  julio de 1988. Esa norma tomó como referencia al mencionado estudio para efectuar un “cálculo a ojo de buen cubero” y determinar las famosas 12.000 hectáreas legales de cultivo —nos guste o no— fuente y origen de la cocaína.

Decimos a “ojo de buen cubero” porque el cálculo no tomó en cuenta la productividad de los suelos. No había, entonces, tal estudio. Es que el trabajo de Carter et.al. nunca fue diseñado para cuantificar la cantidad de producción de la coca. La finalidad inicial del estudio fue encontrar alguna relación entre el “acullicu” y la religión (y/o uso místico). Usaid, la institución financiadora del trabajo, pidió a los investigadores, casi al final, que hicieran un esfuerzo para intentar una estimación de la cantidad que entonces se utilizaba en usos culturales. Esa estimación arrojó la cantidad de 10.313.076 TM/año, base equivocada de la Ley 1008.

El Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin), en su estudio integral sobre la hoja de coca —primero en ser realizado para cuantificar el consumo, el año 2.000— encontró como suficientes 9.087,9 TM/año, producto del cultivo del arbusto en 5.148,8 hectáreas en los Yungas de La Paz.

A principios de los 70, sin embargo, ya había aparecido el tráfico ilícito de cocaína y la fabricación de la droga en Bolivia. La Ley 1008 intentó controlar el cultivo fuente de la droga. En 1986, según el Celin, basado en datos de Direco y Digcoin, la superficie cultivada de coca en Bolivia era de 37.800 hectáreas. Un año después de la promulgación de la Ley 1008, en 1989, los cultivos alcanzaban las 52.900 hectáreas. Bajaron hasta las 22.800 en 2003 —gracias a la política de erradicación de cocales del gobierno de entonces— para volver a subir, con oscilaciones  hasta las cifras que hoy conocemos. 

Actualmente, se sabe que la productividad media de los suelos de los Yungas de La Paz es de 1,8 TM/año/hectárea  y del Chapare 2,7 TM/año/hectárea, según la “Operación Breakthrough” de la DEA y otros de Direco. Sabemos también que en los Yungas se cosecha coca tres veces al año y en el Chapare, cuatro. Conocemos el contenido medio de cocaína de la hoja de coca de los Yungas (0,85%) y del Chapare (0,72%). Es decir,  sabemos mucho más que en 1988. A estos datos podemos añadir que en Bolivia también apareció el consumo de droga. No sólo de cocaína, sino también de marihuana. Esta última es la droga ilícita de mayor consumo en el país. En 1992, la cocaína era consumida, según Celin (primer estudio serio sobre el tema), en forma de clorhidrato por 2.184 personas y en 2010 por 62.679. En forma de base de cocaína, en 1992, la consumían 4.367 personas para llegar a 56.534 en 2010 (Ojo: ambas cifras no se pueden sumar, debido al policonsumo).

A través de los registros nacionales sabemos que la comercialización (lícita) de la hoja siempre ha sido mayor en el mercado de Villa Fátima de La Paz (6.118,87 TM en 1997 y 17.253 TM en 2012) que en el de Sacaba en Cochabamba (2.493,92 TM en 1997 y 1.183 TM en 2012 ¡disminuyó!) y que, sin embargo, el número de cocaleros registrados es mayor en el Chapare (40.000 hasta  2008) que en los Yungas/Apolo. (27.500 también hasta 2008), de acuerdo con datos de Celin con base en información de Direco/Digcoin. Obviamente, esto da qué pensar y comentar.

También han ido en aumento las incautaciones. Por ejemplo, los decomisos de coca (destinada al narcotráfico) crecieron de 1.659 libras en 1998 a 695.477 en 2007 y 433.935 en 2008. Hay mayor cantidad de operativos y droga decomisada que en el pasado. No tenemos datos de entre 2008 y 2013, pero es probable que el panorama no haya cambiado. Lo que cambió desde mediados de 2000 a la fecha es que Bolivia se convirtió de sólo país productor a país de tránsito y consumo de drogas como la marihuana y cocaína, con todo lo que ello conlleva (tráfico de sustancias químicas, lavado de dinero, etc). La expulsión de la DEA ha dejado a los organismos especializados en el combate al narcotráfico con un importante déficit en materia de inteligencia, comunicación y logística.

La industrialización de la hoja de coca se sostiene gracias al fomento gubernamental. Todas las actividades privadas han fracasado. La cantidad de hoja de coca que se industrializa hoy no alcanza a absorber la producción excedentaria de hoja de coca. En todo caso, hay que mencionar que la industrialización de la planta no puede ser considerada actividad “tradicional” o “cultural”.

Por otra parte, lo que podemos decir del estudio sobre la hoja que llevó a cabo el Gobierno es que éste consta de siete módulos. Veamos quiénes realizan esos estudios y las fechas de firma y conclusión:

1. “Encuesta nacional sobre el uso y consumo de la hoja de coca en hogares”; contrato 128-A-2008, adjudicado al INE; firmó el contrato en fecha 11-12-2008; conclusión: 11-01-2010.

2. Estudio de caso: “Políticas públicas de la hoja de coca”, contrato 086-2009, adjudicado a Wilde & Asociados SRL, fecha de firma: 07-08-2009, conclusión 06-12-2009.

3. Estudio de caso: “Histórico-cultural-antropológico de la hoja de coca”. Contrato: 087-2009, adjudicado a Consultora Tamara SRL, fecha de firma del contrato: 07-08-2009; conclusión  06-12-2009.

4. Estudio de caso: “Evolución y caracterización de los mercados de la hoja de coca”. Contrato: 088-2009, adjudicado a Pragma Consultores Asociados SRL; fecha de firma 07-08-2009; conclusión 06-12-2009.

5. Estudio de caso: “Rutas, destinos y volúmenes de comercialización del mercado interno de la hoja de coca”. Contrato: 089-2009, adjudicado a Consultora Buezo Leglise; fecha de firma 07-08-2009; conclusión: 06-12-2009.

6. “Estudio de investigación cuantitativa a establecimientos sobre el uso lícito de la hoja de coca en Bolivia”; contrato 090-2009; adjudicado a Empresa Fortaleza SRL; fecha de firma: 01-08-2009, conclusión 31-01-2010.

7. Estudio de caso: “Perfil de nuevos consumidores de la hoja de coca”; contrato 097-2009, adjudicado a Consultora Buezo-Leglise; fecha de firma: 01-09-2009, entrega: 31-12-2009.
Hay más, mucho más para decir, pero nos falta espacio.