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¿Por qué el Frente Amplio aún está fuera?

Desde hace más o menos tres años que Unidad Nacional (que luego deviene en Frente Amplio) machaca con el discurso de la unidad de la oposición para no fragmentar el voto y poder hacer competencia a Evo Morales en las elecciones. Los Demócratas de Rubén Costas tuvieron encuentros no fructíferos con este grupo, mientras que el Movimiento Sin Miedo (MSM) se rehusaba a aliarse con los que llamaba “la derecha conservadora y los partidos tradicionales”.

El reciente acercamiento entre el partido de Costas y el de Juan del Granado sorprende no sólo por antiguas desarmonías de orden ideológico, sino también porque deja afuera a la agrupación que más se llenó la boca con el discurso de la unidad. No sería poco irónico que el Frente termine por ser el partido que fragmente el voto de la oposición en caso de que el MSM y la gente de Costas lleguen a una alianza electoral.

¿Por qué hasta ahora el proyecto de una mesa de unidad, promovida por Samuel Doria Medina, no logró una convergencia? Precisamente es él quien más habla de esto y, en cambio, están a punto de lograrlo quienes menos se manifestaron sobre alianzas electorales. ¿Por qué el MSM y los Demócratas dejaron fuera (hasta el momento) de esta cuasi alianza al Frente Amplio?

Si bien el acuerdo electoral aún no se ha concretado, hay un avance significativo con el documento de las diez coincidencias entre Demócratas y MSM. La intención final de las discusiones programáticas, según el alcalde de La Paz, Luis Revilla (MSM), y el dirigente de los Demócratas, Vladimir Peña, es desembocar en una alianza electoral.

De acuerdo con el Alcalde paceño, la razón por la que no pudieron llegar a algo ni siquiera parecido con el Frente Amplio es porque “tanto los Demócratas como el MSM” consideran que cualquier posible alianza primero tiene que tener “bases sólidas”. “No puede ser solamente un alianza electoral”. Por esa causa, relata que en la reunión del martes 25 de marzo se dijo que “aunque no se logre una fórmula electoral conjunta” la comunicación entre ambas fuerzas políticas continuará, pues “existe una clara necesidad de un diálogo constante entre nosotros, entre oriente y occidente”.

Entonces, afirma que primero se discuten la bases programáticas y no “las candidaturas, como al parecer se ha planteado en estos otros espacios”, señala Revilla refiriéndose claramente al Frente Amplio.

El Frente actualmente se encuentra afinando los detalles para una encuesta nacional vinculante que definirá su candidato presidencial; ha tenido dificultades con la elaboración de sus documentos programáticos a causa de su diversidad interna, según reveló una fuente allegada a la organización.

Revilla dice desconocer cuáles son las bases programáticas del Frente. Por eso, es “difícil establecer cualquier comunicación con ellos” en este momento. “Veremos adelante, si será o no posible, pero de ninguna manera habrá acercamiento sobre la base de candidaturas ni de precandidatos. Primero es lo programático. Esa visión es la que nos ha unido con los Demócratas”.

El líder de esta agrupación, Peña, señala refiriéndose a por qué no se logró aún un acercamiento con el Frente Amplio: que en el diálogo con el MSM se quiere evitar el error del pasado, realizar alianzas electorales “sin sustento programático”.

Si bien “no se han cerrado las puertas” a Unidad Nacional (UN), “no creemos en las junt’uchas (unidades improvisadas). UN tomó la decisión de ir por un camino que repite los errores del pasado”. No obstante, Peña expresa su deseo de que el futuro pueda ser diferente, aunque “respeta” la decisión del Frente.

Como réplica, el vocero de UN y miembro del proyecto que es cuestionado, Arturo Murillo, ve con buenos ojos que se puedan sentar a hablar, sin embargo, afirma que aún no existe ninguna alianza.

“Antes no querían verse ni en pintura. Si apuntan a una alianza, nos parece interesante, pero si apuntan a seguir charlando, nosotros también charlamos con todo el país. Es complicado dar una opinión sobre algo que no existe”, problematiza. Al igual que Revilla y Peña no descarta charlas con nadie; empero, al finalizar lanza la siguiente provocación: “Habrá que preguntar a los que no quieren entrar a la competencia (la encuesta del Frente Amplio), ¿por qué se corren, a qué le tienen miedo?”.

En el análisis de esta polémica, Róger Cortez dice que el tipo y calidad de los acuerdos suscritos por el MSM y los Demócratas hace casi imposible que ahora “puedan cerrar los ojos y oídos al reclamo del Frente Amplio para ponerse a negociar” una participación unificada en las elecciones.

El acuerdo programático entre Demócratas y MSM puede compatibilizarse “sin mayor problema” con las concepciones conocidas del Frente. Si decidieran “ignorar la renovación y vigencia” de esa interpelación, lo harán con un “costo electoral significativo, porque la convergencia entre ellos anula prácticamente todas las objeciones que utilizaron previamente para negarse a considerar un entendimiento con esa alianza”, concluye el analista Cortez.

Por su parte, el sociólogo Jorge Komadina entrevé la conformación de dos bloques en la oposición: uno es el Frente Amplio y el otro es esta posible articulación que “parece estar avanzando”.

Más o menos en este mismo sentido, el sociólogo Fernando Mayorga dice que la cuasi alianza podría ser el inicio de la reconfiguración del sistema de partidos, considerando que el viejo sistema colapsó y no fue reemplazado por ninguno, “a causa de la hegemonía del Movimiento Al Socialismo y la poca fuerza de los partidos que sobrevivieron, como Unidad Nacional”.

Habrá que esperar para ver en qué termina esta posibilidad que ve Mayorga y en qué termina el acercamiento de fuerzas opositoras antes incompatibles.