La diplomacia, ese arte y profesión que trata de los intereses y relaciones entre países, fue una parte esencial de la trayectoria y vida de Marcelo Ostria Trigo, un hombre de vasta instrucción y habilidad en el tema. Ostria Trigo llegó a ser embajador de Bolivia ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) entre 1999 y 2002, y también viceministro de Relaciones Exteriores.
En el otro lado de la línea telefónica, en Santa Cruz, Ostria entre risas se niega a revelar el año de su nacimiento: a su edad, ese dato ya no tiene sentido, argumenta. Informa, en cambio, que es jubilado, que tiene cinco hijos y ocho nietos y que ahora se dedica a ocasionales consultorías para empresas privadas en el departamento oriental.
Natural de Tarija, el exdiplomático relata que efectuó sus primeros estudios en su ciudad natal y allí mismo se tituló como abogado. Después se trasladó a La Paz para trabajar en algunas instituciones y en 1965 ingresó a laborar a la Cancillería, donde forjó su carrera diplomática.
Cuenta que estuvo varios años como funcionario en esa cartera por distintos cargos como, por ejemplo, asesor adscrito al Consejo Consultivo y director general de Asuntos Latinoamericanos. En ese trajín, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lo contrató para trabajar en un instituto en Buenos Aires, Argentina, y allí tuvo una estadía de dos años.
De vuelta a Bolivia, se reincorporó a la Cancillería para ejercer como asesor económico y director general de Política Exterior. No fue hasta 1971 que, con sus aptitudes afianzadas, fue designado Encargado de Negocios y abrió la embajada boliviana en Budapest, Hungría, país al que se fue a vivir durante dos años.
Concluida su misión en Europa retornó a Bolivia y en 1974 fue nombrado viceministro de Relaciones Exteriores y Culto, un cargo que —cuenta— antes tenía el rango solo de Subsecretaría General.
En su trabajo en las relaciones exteriores del país, fue nombrado embajador en Uruguay (1976-1977), en Venezuela (1978), y en Israel (1990-1993); luego volvió a ser viceministro en el área, pero renunció.
Aparte de su nutrida experiencia en diplomacia y de profesor universitario, Ostria Trigo fue asesor del senador Mario Mercado Vaca Guzmán (+), además de trabajar en las compañías mineras que este empresario poseía en el país.
Entre otros cargos importantes, que ejerció, destaca su participación como embajador del país ante la OEA, entre 1999 y 2002, y como asesor de asuntos internacionales durante el gobierno de Eduardo Rodríguez Veltzé, en 2005.
En la actualidad, el exdiplomático vive en la capital cruceña desde 2008; se jubiló en 2003, cuando retornó de Estados Unidos donde hizo consultorías para la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es columnista en dos diarios y también escribe para páginas digitales especializadas de Argentina, Uruguay y Chile.
Pendiente de la diplomacia y con más tiempo, hoy se deleita con libros y textos sobre política exterior, que va alternando con literatura de autores latinoamericanos. Una vez más se le pregunta por su edad y con plena cordialidad se niega a responder. Con semejante historial y trayectoria, imposible seguir insistiendo.
Perfil
Nombre: Marcelo Ostria Trigo
Nacimiento: 23 de febrero
Profesión: Abogado
Actividad: Consultor independiente
Libros
Algunos textos de la autoría del exvicencanciller son: Las negociaciones con Chile de 1975 (Editorial Atenea, 1986), Temas de la mediterraneidad (Fundemos, 2004); y Baladas mínimas (Editorial El País, 2010).