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Material para conocer la política

Apostar por el esclarecimiento de la información

Se dice que las guerras no comienzan con balas, bombas, misiles y movimiento de tropas, sino en el pasado remoto del uso de la palabra y la información. Ningún conflicto macro societal o a gran escala (y ningún conflicto menor) se inicia así de repente, sino que es un proceso de acumulación de desencuentros, despropósitos que se condensan en palabras y éstas en información que es interpretada por la ciudadanía, formando o configurando su sistema de creencias y sentido común. De aquí la importancia que tiene la relación entre la ética y la política, y a su vez, la política con los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de información.

Esto ha sido debatido y repetido hasta el hartazgo, pero vale la pena recordar siempre el rol que deben cumplir los medios en pos del esclarecimiento de la verdad y en honor al bien, la virtud y la justicia.

Los medios no pueden ni deben ser empresas privadas cuya finalidad es el lucro, la ganancia y la búsqueda de algún tipo de resarcimiento económico y/o material; al contrario, los medios y sus soportes de información tienen que mantener el ineludible fin de mostrar lo oculto, lo que no se ve a simple vista y lo que es incómodo para las estructuras de poder.

Los medios son la caja de resonancia de las visiones, enfoques e intereses políticos, por lo que cobra cada vez mayor relevancia y a la vez peligro, el que los medios difundan ni siquiera verdades a medias, sino abiertamente mentiras, desinformación e intenciones de confundir a la población y falsear la información. Es cada vez más preocupante que los medios —empresas a nombre de la libertad de prensa, los derechos humanos, la justicia, libertad o cuantos valores quieran agregar— atenten contra éstos sin la mínima constricción de conciencia y sin admitir ninguna contradicción. Cuando se denuncian las contradicciones, intentan suavizar su responsabilidad arguyendo que no se debe ser radical, exagerado o incendiario, evidenciando su postura hipócrita y pragmática.

En este contexto adverso, en las solapas de una transición de hegemonía mundial que acarreará la reconfiguración de los esquemas de relaciones y organización del planeta, el compromiso con el esclarecimiento de la información tendrá que ser primordial. Animal Político deberá continuar con este compromiso, sorteando las limitaciones y obstáculos que se atraviesen.

El primer deber es dar información de calidad

Creo que la calidad de la democracia está asociada a la existencia de un espacio público en el que los ciudadanos y las organizaciones sociales puedan debatir e intercambiar argumentos de manera libre en relación a la gestión política, los problemas nacionales y la actuación de los gobernantes.

Es inimaginable pensar una democracia sin un espacio público en el que pueda desarrollarse este tipo de discusiones; sin embargo, en términos más específicos, dentro de ese espacio, la función de la prensa es absolutamente esencial porque la calidad del debate tiene que ver con la calidad de la información a la que pueda acceder el ciudadano para poder argumentar su crítica. Ésa es entonces la primera función del periodismo de debate político: dar información de calidad.

No obstante, eso no es suficiente, porque en el marco de la pluralidad, el periodismo de comentario político debe propiciar la crítica, comenzando no sólo por proporcionar espacio a diversas opiniones, sino también —y sobre todo— proporcionando los marcos y los implementos conceptuales y teóricos que contribuyan a profundizar un debate para orientarlo de una manera saludable con el fin de incrementar la calidad de la discusión.

Noto que en Bolivia, el comentario político se ha banalizado mucho, sobre todo en la televisión, donde predomina una búsqueda de espectacularidad. El propio lenguaje televisivo, por su carácter fragmentario, no es apto para entrar en un debate profundo. Por lo que creo que el periodismo escrito juega un rol esencial, pues permite realizar mayor investigación, con mayor calidad, más serenidad, y ser más analítico sin caer en los simulacros y en el show.

En ese marco, suplementos como Animal Político están contribuyendo muchísimo al conocimiento de la propia política, con información analizada con argumentos, por una parte, y por otra, propiciando el debate político, el intercambio de ideas y posiciones. Hay que destacar la persistencia de suplementos como este que ya tiene tres años y está contribuyendo con sus reportajes, análisis y espacios de discusión al mejoramiento de la calidad de la democracia.