Hurgomaestre. Ay, don Percy; no es que uno se la dé de santo, pero ya no se sabe qué decir ante las públicas manos largas del Alcalde cruceño. No es invento nuestro —juramos— pero a raíz de los últimos toques de Percy a una periodista en Santa Cruz, de las redes sociales —esas malhadadas— vino nomás un nuevo apodo para el pobre: el alcalde dengue-dengue ya no es ‘burgomaestre’, ahora es ‘hurgomaestre’.
Paras. El Independiente, así se hace llamar el colega “Control remoto”. Pero ya que estamos en calificativos/descalificativos, para aquello de “para-estatal”, ¿en sana lógica, no le corresponde “para-oposición”? Pero “para-estatal” no es insulto, no se ofendan, se dirá; “para-oposición” tampoco, pues, habría que reconocer. Ahora, pregunta nomás era, por si acaso.
Campos. Cuando el Presidente el 1 de mayo lamentó lo chiquita que ya es la plaza Murillo para la concentración de los movimientos sociales, se le salió una expresión, como dirían, “polisémica”: necesitamos nuevos “campos de concentración”. ¡Ups! En las redes sociales ya estaban de carnaval. Lo dijo, lo dijo, que el subconsciente, que ahistá pues, etcétera. Pero en justicia fue solo eso: campos para concentrarse la gente…
Matemático. La verdad, nos lo contaron nomás. Si nos demandan que sea a nuestra fuente. Pero en uno de sus didácticos discursos, el Vice matemático, ese del 98 sobre 100 (¡aprendan, giles!), hizo una compleja operación aritmética con un inesperado resultado: “jóvenes, a ver, es como 3 por 7, 24 pues…” (¿?). “Tía, 3 por 7 es 21”, “24 ha dicho, ¿no?”, “Sí”. Y eso que el Vice siguió nomás como si nada con su clase-discurso. Conste, ¿eh?
Asentaderas. El Gobierno le regaló a la COB un hotel y 16 vehículos. Reconocimiento al sector laboral; prebenda; será la historia la que juzgue. Pero qué habrá querido decir el diputado Osito Osney cuando tras llamar vendidos a los de la COB, les dijo, así con todas sus letras, que se dieron al Gobierno, “como se dice en mi región, nalgas y todo”. ¿Qué habrá querido decir, no?