Aunque algunos me digan tonto, nunca voy a pertenecer a ningún partido político; prefiero morir pobre pero con la conciencia limpia, ésa es mi forma de ser y no puedo entrar al círculo de la corrupción”. En esos términos el expresidente de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM), Atiliano Arancibia, de 58 años, justifica su actividad fuera de la política partidista.
“Debo ser el único alcalde que ha terminado su gestión y ha salido más pobre que cuando ingresó a ese cargo”, considera el que hasta hace unos años fue hombre fuerte del municipalismo boliviano; hoy se dedica a prestar servicios de asesoría a distintas circunscripciones indígenas del departamento de Chuquisaca.
En su calidad de consultor independiente en los últimos años ha redactado las Cartas Orgánicas para municipios de las provincias Jaime Zudáñez y Tomina, además del Estatuto Autonómico Indígena del municipio de Mojocoya. También brinda apoyo técnico a organizaciones indígenas en proyectos de riego y desa- rrollo productivo; aún asiste a reuniones de su comunidad.
Arancibia ingresó a la arena política a los 22 años, como jefe de Unidad Democrática y Popular (UDP) en la provincia Yamparáez (Chuquisaca) entre 1978 y 1980, cuando el país vivía momentos de profunda inestabilidad, en los que el péndulo electoral favorecía a la izquierda de entonces, representada por la coalición de Hernán Siles Zuazo, y el vertiginoso crecimiento del Partido Socialista Uno de Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Entre 1996 y 1998 fue consejero departamental, luego llegó a ser alcalde de Yamparáez, al obtener la mayoría de votos en las elecciones municipales de diciembre de 2004 con la agrupación ciudadana Unidad de Comunidades y Pueblos de Yamparáez (UCPY). Con tres meses de ejercicio de alcalde fue elegido representante de la Asociación de Municipios de Chuquisaca (Amdech), y el 26 de junio de 2006, en el IV Congreso Ordinario de FAM-Bolivia, llegó al cargo de presidente del sistema asociativo municipal nacional, con el 56,34% de votos, junto a su vicepresidente, el paceño y actual alcalde de La Paz, Luis Revilla.
Como presidente de FAM-Bolivia, Arancibia en 2007 participó en la negociación con el Gobierno para definir el financiamiento del Bono Dignidad, sin afectar los recursos del Impuesto Directo a Hidrocarburos (IDH) destinado a los municipios.
Cerca de finalizar su mandato como presidente de la FAM, durante el Primer Foro Internacional de Gobiernos Locales realizado en Asunción del Paraguay en abril de 2010, fue elegido vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales (FLACMA).
Con respecto a su participación en la política local municipal o departamental, Atiliano Arancibia, con una cierta carga de ironía, cuenta que algunos “compañeros” de base del Movimiento Al Socialismo (MAS) lo invitaron a formar parte de ese partido político, pero asegura que nunca aceptó porque se considera “izquierdista y verdadero seguidor del Che Guevara”. En su criterio, argumenta el otrora directivo municipalista, “es imposible que (yo) acepte porque me van a pedir que les sirva a ellos y no realmente al pueblo”.
Perfil
Nombre: Atiliano Arancibia Villagómez
Nacimiento: 5 de octubre, 1956 en Yamparáez
Cargo: Consultor independiente
Familia
Su esposa es licenciada en Enfermería y proviene del municipio de Padilla. Tiene cuatro hijos: el de 26 años estudia Ingeniería Industrial en Buenos Aires; el de 21, Medicina; su hija de 18 años está en la carrera de Turismo; la más pequeña cumplirá 16 años.