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Ese escaño k’encha en el Senado de Cochabamba

A esta hora ya se puede decir que el escaño que pretende Ciro Zabala, inscrito en la lista de los candidatos a legisladores del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), está k’encha, señalado por la mala fortuna —para decirlo difícil—. La primera silla en el Senado del departamento de Cochabamba fue, en primera instancia, una aspiración del escritor Ramón Rocha Monroy, conocido como Ojo de Vidrio, y, luego, de Adolfo Mendoza, quien terminará el próximo año su primera experiencia en la aún joven Asamblea Legislativa Plurinacional. Ambos decidieron dejar la carrera electoral.

El autor del Run run de la calavera había declarado, poco antes de formalizar su fallida postulación ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que ya militaba en el MAS “de callado”, como parte del ejercicio soberano de su respetable privacidad. Para entonces, Rocha Monroy ya se había convertido en uno de los más inteligentes defensores del “proceso de cambio” en las redes sociales, un escenario que empleó para anunciar su declinación a la consabida candidatura porque, sencillamente, no había podido reunir los documentos necesarios cuando estaba por vencerse el plazo fatal.

“No estoy en la lista de candidatos del MAS (…) porque no tengo la documentación requerida o tardaría mucho. Es una consecuencia de ser feliz e indocumentado. Me apena mucho haberlos comprometido a mis cumpas del MAS, pero sigo comprometido con el proceso de cambio”, escribió y pasó la posta a Mendoza, quien fue recibido con críticas. Mendoza renunció para precautelar, según dijo, a sus hijas de las afectaciones de la batalla electoral.

Así, Ciro Zabala tomó la posta y estuvo “callado nomás” hasta que declaró: “Debemos enseñar a las mujeres a cómo comportarse para no ser objetos (…) ciertos tipos de vestimenta, ciertos tipos de actitudes a personas que se dedican al alcohol, personas que están borrachas, y lo vemos frecuentemente en muchos de los festivales y demás, van a ser obviamente, con mayor probabilidad, atacadas, y van a cometer delitos con ellas”. O sea, la culpa es de ellas, se podría decir haciendo un aristotélico razonamiento. La ira aterrizó en las redes sociales con la tendencia: “Educa a un machista, Zabala fuera de la lista”.

El presidente Evo Morales tuvo que pedir disculpas por el desliz que cometió su candidato y aunque le ratificó, el escaño k’encha quedará ahí a la espera de una sana reflexión.