La cosa se pone cada vez más caliente en Bolivia a un mes de que se lleven a cabo las elecciones generales (de Presidente, Vicepresidente, senadores y diputados) del 12 de octubre. A diferencia de lo que sucedió en pasados comicios, en 2009 por ejemplo, las campañas electorales ahora se centraron en las denominadas redes sociales.
Todo por ganar al electorado, la mayoría de los candidatos y partidos políticos no solo coparon los espacios físicos para realizar su campaña, sino que ahora aprovecharon las bondades del internet para darse a conocer.
Aunque —como en toda campaña— hay quienes aprovechan de estos medios para atacar a los rivales por los “casos negativos” que salen a la luz pública.
Claro, ya que no pueden hacerlo cara a cara, de alguna manera tienen que hacer conocer su punto de vista para que sean escuchados, o leídos en este caso. La guerra sucia también está presente en el ciberespacio. Con envenenados dardos de un bando para ridiculizar al adversario o ponerlo en evidencia sobre su pasado ante los demás.
Los casos más polémicos, que se politizaron y que hicieron generar una ola de críticas en las redes sociales, se dieron en las últimas semanas con declaraciones ofensivas hacia las mujeres por parte del candidato a primer senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Cochabamba, Ciro Zabala.
O las recientes grabaciones del aspirante a la presidencia por Unidad Demócrata (UD), Samuel Doria Medina, que es escuchado amenazando a la expareja del postulante a diputado Jaime Navarro.
Para hacer justicia, tampoco hay que olvidar el audio “clandestino” donde el Presidente del Estado y candidato del MAS Evo Morales revelaba que la mundial Cumbre del G77+China efectuada en Santa Cruz de la Sierra era “la mejor campaña del MAS” para las elecciones que se vienen.
Inmediatamente se supo de estos casos, se levantaron olas de críticas en las redes sociales en repudio, mofa e incluso insultos por denigrar a la mujer. Faltan pocas semanas para que tengan lugar las elecciones en el país y la pulseta entre los partidos para ganar electores continúa no solo en las calles, sino también en el mundo virtual.