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Las derechas y la falta de decisión del MAS

Según la primera encuesta Ipsos transmitida por la red ATB y publicada por el diario El Deber, a inicios del mes de febrero la intención de voto en la ciudad capital de Santa Cruz de la Sierra ubicaba en primer lugar al candidato Percy Fernández (Santa Cruz Para Todos, SCPT) con 38%, seguido por Roberto Fernández (Unidad Cívica Solidaridad, UCS) con 27% y en tercer lugar a Reymi Ferreira (Movimiento Al Socialismo, MAS) con el 11%. El conjunto de los demás candidatos: Óscar Vargas por la agrupación Sol; Gary Prado (hijo) por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR); y Ernesto Justiniano por Unidad Nacional (UN) estaban contenidos en un indiferenciado “otros”, que aglutinaba el 12% de esta inicial muestra de intención de voto. Recientemente, el equipo Mori lanzó los resultados de su propia encuesta, donde ratifican a Percy como puntero con el mismo 38%, al candidato Fernández con 24% y un disminuido Ferreira en tercer lugar con 8%, empatado con Vargas; seguidos por Gary Prado y Ernesto Justiniano, con 3% cada uno.

MAYORÍA. Lo sorprendente de estas encuestas preliminares no necesariamente radica en que el exalcalde Percy Fernández esté en primer lugar, sino que aparece con un porcentaje considerablemente menor que el que se esperaba. Algunas ideas o hipótesis iniciales que pueden dar respuesta a lo anterior podrían encontrarse en la escasa representatividad de la lista de concejales de SCPT, reclutados la mayoría y que se encuentran en la franja de seguridad del entorno inmediato de Fernández en la Alcaldía cruceña; el secreto a voces respecto a la primera concejal —la exdirectora de Parques y Jardines Angélica Sosa— y sus aspiraciones para llegar a ser alcaldesa frente a la posibilidad de renuncia o retiro de Percy; pero sobre todo, la impunidad y absoluta falta de sangre en la cara de parte del exalcalde Fernández (y sus colaboradores) quienes creen que el pavimento interminable, las obras públicas y la infraestructura municipal justifica, invisibiliza o tapa las vejaciones, inconductas y faltas hacia las mujeres que se le acercan.

La lógica o razonamiento de Percy Fernández es la de una clase política cruceña decadente, arcaica y retrógada, ya que presenta la lógica del pavimento, obras, infraestructura en combo o cajita feliz con el Alcalde-pulpo de las mil manos. (Su consigna de campaña refuerza esta idea ya que postula: “Vamos por lo que falta hacer”….) En otras palabras pareciera que a las/los cruceñas/os no nos queda otra que aguantar al indecente animal político más longevo de Bolivia (Percy Fernández ha estado en las estructuras de poder cruceñas, tanto públicas como privadas desde la década de los 60 del pasado siglo) si es que queremos obras en los barrios y mejoras en la ciudad. Es una lógica perversa y falsa, ya que no solo nos merecemos algo mejor en términos de calidad humana, sino que hacer políticas públicas no es un favor que nos hace el exalcalde Fernández y su organización política, sino su responsabilidad, obligación y —ojalá fuera cierto— su vocación de servicio público. Sin embargo, lo más llamativo del esquema de reproducción de poder de Fernández es que se encuentra basado en mujeres.

En ambas encuestas, Percy Fernández se encuentra seguido por la candidatura de Roberto Fernández de la UCS para la Alcaldía. La incursión de los hermanos Fernández, la reaparición de la organización política del extinto Max Fernández y la alianza económica con la empresaria de los supermercados Fidalga, Rosario Schamissedine, ha permitido reagrupar la fuerza del populismo de derechas, que ha puesto en tela de juicio la existencia misma de un “voto duro” del MAS en Santa Cruz. Probablemente, si no se hubieran presentado los hermanos Fernández y la UCS, la intención de voto que hoy disfrutan Roberto y Johnny se hubieran ido para el MAS y su candidato; sin embargo, en estas elecciones municipales sí se han presentado los herederos de Max Fernández, por lo que se le dificulta el doble al MAS y su candidato Reymi Ferreira, para disputar los votos por la Alcaldía cruceña.

MASismo. En el caso de Reymi Ferreira (candidato a último minuto del MAS), quien aparece en la primera encuesta con 11% y en la segunda con 8%, las dificultades suman y siguen, ya que a pesar de tener (de lejos) un excelente perfil profesional, exdirigente de la FUL (Federación Universitaria Local) en la UAGRM (Universidad Autónoma Gabriel René Moreno), exconcejal crítico durante la gestión de un pasado lejano alcalde Percy Fernández opuesto a los grupos de poder, autor del polémico libro Las Logias en Santa Cruz, docente y exrector de la Universidad pública local, excoordinador de la Cumbre del G-77+China realizada en  2014 en Santa Cruz, su campaña no termina de arrancar habida cuenta de la excesiva condescendencia con la que trata Ferreira al candidato Percy Fernández.

Aparentemente, Reymi está atrapado en una verdadera encrucijada con varias puntas: un Percy Fernández decadente y desgastado, escondido por su entorno para que no se mande una de sus consabidas “joyitas” cuando abre la boca, estira la mano y mete la pata; unos hermanos Fernández que han sabido reagrupar y capitalizar el populismo de derechas a través de una campaña sensiblera, emotiva; y las demás organizaciones políticas que se disputan el universo político-electoral de las derechas. La encrucijada lamentable para Reymi es que se ha autocensurado e invisibilizado al no polarizar y radicalizar su discurso/campaña, teniendo descomunal consideración o gentileza con Percy al no interpelarle las imposturas de su persona, de su gestión y de la clase política que representa. (Consideraciones y gentilezas que juegan en contra de sus propias aspiraciones…).

Reymi parece estar guiado bajo dos falsas premisas: la excesiva confianza en el supuesto “voto duro” del MAS en Santa Cruz (que en estas elecciones subnacionales está siendo demostrado que no existe o en el mejor de los casos es débil), y por otro lado, la creencia en que podrá ingresar para disputar el favor de la facción de clase media (alta) cruceña si no patea el tablero, si es conciliador y no polariza. Lo último es doblemente falso ya que la clase media cruceña no solo tiene a Percy Fernández como opción política conservadora, sino que tiene a Ernesto Justiniano (UN), a Gary Prado hijo (MNR) y a Óscar Vargas (SOL) para elegir en el espectro de las derechas; por lo tanto… la pregunta natural que una se hace es: ¿Por qué Reymi insiste en seguir compitiendo en el universo político discursivo y electoral del centro derecha —que ya está por demás de fragmentado— y no se posiciona desde la interpelación, denuncia y ruptura con el “establishment” cruceño, para captar los votos opuestos a la estructura de poder cruceña?  Si Reymi no polariza políticamente, los votos disidentes a las variopintas representaciones de las derechas cruceñas quedan huérfanos… Cualidades y méritos le sobran a Ferreira, pero parece que le falta decisión política…