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Ahora en serio

Padrino de promoción. Depende de qué lado se vea, pero el vicepresidente Álvaro García les puso cuesta arriba a los estudiantes de un colegio del oriente que le nombraron “padrino de promoción”. Les dijo que aceptaba, pero con una condición: que hasta poco antes que terminen las clases hayan leído uno de los tres libros siguientes: Túpac Katari, de María Eugenia del Valle de Siles; La Revolución India, de Fausto Reinaga; o El gran Paitití; “alrededor de 400 páginas”, comentó el mandatario… Como dicen, celeste que te cueste.

Dios electoral. Ahora se sabe por qué el proceso electoral fue como fue en Beni: en la mañana del día de la elección, el presidente de su Tribunal Electoral, como buen párroco llamó a todos a una oración: “Oremos hermanos por que las boletas y las ánforas…’, dijo, más o menos.

Compadre. Después de aparecer ante los medios al final de la jornada electoral, el domingo, reconociendo que había perdido la elección, al compadre Guillermo “se lo tragó la tierra”, no aparece por ningún lado, según unos periodistas que lo extrañan. ¡Vuelve compadre!

Con calma, ¿no? Luego de una contundente victoria, un candidato ganador no se apareció todo el lunes siguiente al día de la elección; kaput, nada. Luego, el martes, se supo, o mejor, se dedujo: se le vio tomar cinco cafés para reanimarse, y en cada sorbo se veía la tembladera en la mano… A tomar el triunfo con calma, ¿no?

Festejo. Tenemos las imágenes. El candidato por el MAS a la Gobernación en Beni literalmente saltó sobre la camioneta del Tribunal Electoral del departamento al saber que once decisivas actas de votación le daban el suficiente número de votos como para no ir a segunda vuelta.

Encuestas. Nos jugaron una mala pasada a todos. A las ocho de la noche del domingo de elección, una red televisiva dio el resultado en boca de urna en Trinidad: ganador a la Alcaldía, el MAS; y se echó a andar el festejo masista; media hora después: la misma red dio el resultado por conteo rápido; ganador, el MNR…