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Postulados de una requete postulación presidencial

Cuánta razón tiene el Gobierno al criticar a la oposición porque los perdedores de siempre, siempre vuelven a postularse para intentar llegar a la presidencia. ¿Acaso nosotros, los vilipendiados amantes de la selección boliviana, vamos a ir a pedir revancha a Argentina por el 7 a 0 humillante que nos ha propinado? ¿Acaso jugando tres o cuatro veces (en un sitio que no sea La Paz) vamos a lograr meterle un gol o hacerle cosquillas a ese gigante del balompié mundial? Por pundonor y orgullo deportivo habría nomás que retirarse con los cachos bajo el rabo.

Eso sí, en el fútbol siempre hay revancha. Aunque la venganza nunca es buena porque mata el alma y la envenena, los futbolistas deben estar con el ojo en tinta y apuesto que en el partido oficial por las eliminatorias mundialistas los players de la Verde van a jugar como fieras y seguramente Lionel Messi y los suyos pedirán hora, en el estadio Hernando Siles.

Pero, en política no es lo mismo ni es igual. ¿Qué de nuevo puede ofrecer un candidato perdedor a los votantes? ¿Un nuevo peinado? Está claro que se apuesta al desgaste. Y esa opción como opción es, cuando menos, patética. Es como aquellas mujeres que creen que por no quedarse a vestir santos tienen que tomar lo que se les ofrece. En facilito: la última opción.

Ahora, eso de requetepostularse a la presidencia y cambiar la Constitución para seguir en el cargo tiene un tufillo antidemocrático. El poder perpetuo, los partidos caudillistas… son, al menos, una demostración de que en el partido de gobierno no hay cuadros nuevos. Y el recambio es lo más importante para la subsistencia de una sigla política.

No es culpa de los líderes. Ya lo dijo una dirigente: “Ninguna mujer está a la altura del Vicepresidente”, palabras más o menos. Así el machismo empieza en casa. Por lo visto, en las siguientes elecciones presidenciales se repetirán los candidatos: los perdedores de siempre contra el ganador de siempre. En este escenario, lo más lógico es que el resultado se repita.

Son los mismos jugadores goleados que vuelven ilusionados a la cancha. Si esto es así: jugarán como nunca y perderán como siempre. Me moría de ganas por ir al restaurante de Evo Morales en Chapare. Yo, personalmente, sí le creí aquello de que un día dejaría la presidencia y se dedicaría a la cocina. De momento habrá que esperar.