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Cuestión de vocación y no de favor u obligación

Las fiestas de fin de año suelen adormecer la agenda del sector público y de los mismos medios de comunicación que se ven obligados a “rascar” temas para llenar los segmentos destinados a los noticieros. Y es que algunos de los que son parte de estos bloques han considerado, de hecho, que desde el 20 de diciembre hasta la primera quincena de enero todo es una chacota, una jauja; en facilito: un desorden. Al menos así lo conciben algunos funcionarios y comunicadores en los pasillos de las reparticiones de los tres niveles del Estado.

La ausencia de autoridades y servidores en sus puestos de trabajo, además de los teléfonos móviles apagados han sido el pan de cada día en estas épocas. No obstante, se ha avanzado.

Por ejemplo en el ámbito judicial, que desde 2014 tiene la obligación de mantener abiertas sus puertas a los litigantes por efecto de la Ley de Descongestionamiento y Efectivización del Sistema Procesal Penal, norma que, entre otros aspectos, eliminó la vacación judicial colectiva, una disposición que paralizaba la labor en este sector. A pesar de ello, falta mucho.

Y es que se debe entender que la función pública, así como el periodismo, se fundamentan principalmente en la vocación, una cualidad que muchos hemos alejado de nuestro cotidiano vivir porque consideramos que le hacemos un favor a este país con nuestra labor.

Es necesario, en esta línea, recordar lo que el dramaturgo y escritor alemán Bertolt Brecht (1898-1956), uno de los más destacados del siglo XX, dijo sobre el diario vivir de los hombres: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”.

Aquí, vale la pena destacar (lejos de los paradigmas políticos e ideológicos) a las autoridades, médicos, conductores del transporte público y privado, policías, militares, docentes, comerciantes y todos los que han hecho de su función una labor de vocación y servicio lejos del banal lucro. Una valoración especial para Elisa Medrano de La Razón y Zulma Camacho del diario Opinión, colegas que ganaron el Premio Nacional de Periodismo de Investigación “Juan León Cornejo 2015”, quienes son un digno ejemplo para destacar. Es cuestión de vocación.