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El Reino Unido, Latinoamérica y Bolivia

No permaneceremos en la Unión Europea (UE), pero nos quedaremos cerca de ella. Deseamos mantener los lazos comerciales más estrechos que nos sea posible. También queremos continuar nuestra cooperación en materia de seguridad. Continuaremos siendo miembros comprometidos de la OTAN, para el éxito de esta organización. Estamos sumamente interesados en que la Unión Europea continúe prosperando.

El Brexit de ninguna manera significa darle la espalda al mundo. Algunos han comparado la elección de Trump con el Brexit; pero un análisis más detallado al respecto de esta comparación revela más diferencias que similitudes. Trump retiró a los Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por su sigla en inglés). El Reino Unido considera que el libre comercio mundial continúa siendo una forma esencial de ir hacia adelante. El mensaje del Gobierno británico desde el referéndum es que debemos ser más activos y enérgicos en nuestro compromiso global, con una voz británica distintiva, promoviendo los valores liberales en los que creemos. Lo sorprendente es la respuesta positiva que hemos recibido al respecto, incluso entre nuestros amigos latinoamericanos, que han podido darse cuenta de las oportunidades que se abren para ellos.

Nuestra visión para Gran Bretaña, estando fuera de la Unión Europea, es muy clara. Somos un país soberano, completamente independiente, que desempeña un papel global con características propias. Seremos nosotros quienes decidamos cómo controlar la inmigración a través de una política justa y moderada porque, de hecho, el Reino Unido es uno de los principales receptores de inmigrantes en Europa, 300.000 cada año; visto así, podremos legislar prudentemente al respecto.
Intentamos otorgar a las empresas británicas la máxima libertad para ejercer sus actividades comerciales con el Mercado Único Europeo, por lo que desarrollaremos una política independiente y ambiciosa de compromiso comercial y económico global, establecido como una fuerza positiva y poderosa para el libre comercio. También trabajaremos para asegurar que el Reino Unido continúe siendo un destino atractivo para las inversiones, reconociendo que tenemos que competir con otros países para atraer a los inversionistas mundiales y su dinero hacia nuestro país.

Claramente, ello implicará nuevos acuerdos comerciales. Tradicionalmente, el Reino Unido ha sido siempre el miembro más ambicioso de la Unión Europea en lo que se refiere al comercio con terceros. Continuaremos siendo ambiciosos mientras formemos parte de la UE; por ejemplo, como partidarios de los resultados de las negociaciones comerciales Unión Europea-Mercosur que están en curso; pero también buscaremos nuevas oportunidades luego de salir de la Unión Europea, que específicamente encajen con las fortalezas de Gran Bretaña como una economía de alto valor, basada en servicios, e innovadora. Buscaremos la manera de incrementar el comercio con todos los países, y eso incluye a Bolivia. Es por eso que hemos conseguido los recursos para contratar a un nuevo miembro del personal en la Embajada, cuyo propósito es, en gran parte, garantizar que las empresas británicas conozcan y entiendan de las oportunidades disponibles aquí.

Ahora no es el momento de exponer nuestra posición sobre futuros acuerdos comerciales, pero muchos países y bloques comerciales ya han expresado un interés considerable en trabajar con nosotros, pues saben que van a encontrar un socio comercial ambicioso con quien tratar.

América Latina y Bolivia. El Brexit representa un paso histórico en el desarrollo de Gran Bretaña, pero ¿qué significa con relación al papel que cumplimos en América Latina?

En noviembre de 2010, el entonces secretario de Relaciones Exteriores, William Hague, fue el orador en la conferencia anual Canning. Su tema fue la necesidad de revitalizar las relaciones del Reino Unido con América Latina. Ello nos condujo a restablecer nuestras embajadas en Paraguay y El Salvador, a abrir una nueva en Haití y a establecer nuevos consulados generales en Recife y Belo Horizonte, Brasil. Recibimos dos visitas de Estado al año, una de las cuales fue de México en 2015, y de Colombia en 2016. También dimos la bienvenida a autoridades bolivianas durante el Foro de Bolivia en Londres en junio de 2016. El comercio y el turismo con la región se han incrementado y la cooperación educativa ha prosperado, superando niveles previos relativamente bajos.

Un claro ejemplo de lo que manifiesto es que, en los últimos dos años, hemos incrementado por 10 el número de Becarios Chevening que enviamos al Reino Unido desde Bolivia.

Ya les he hablado del comercio. Nos centraremos en los países con los que, como miembros de la Unión Europea, compartimos una relación de libre comercio: Chile, Perú, Colombia, Ecuador y México están en esta lista y ya he mencionado nuestra intención en lo que respecta a la relación UE-Mercosur. Hemos comprometido alrededor de £ 150 millones ($us 183 millones) en fondos para desarrollar nuestras relaciones de prosperidad comercial con Brasil, Colombia y México, además de buscar otras maneras en las que podamos contribuir al fortalecimiento del ambiente de negocios en aquellos países, aprovechando la experiencia y los fondos disponibles desde la “City” de Londres.

Me alegra mucho que, aquí en Bolivia, la Embajada apoye los esfuerzos del Gobierno boliviano para fortalecer su economía, particularmente mediante la financiación de un estudio que defina cómo se puede atraer mayor inversión extranjera al país. Esperamos poder desarrollar aún más nuestras relaciones en la economía, el comercio y otros ámbitos. Reconocemos los logros del gobierno del presidente Evo Morales en asegurar un crecimiento económico sostenido para Bolivia en los últimos 11 años, y en la considerable reducción de los niveles de pobreza y extrema pobreza en el país.

Asimismo, buscaremos desarrollar alianzas para la seguridad y el Estado de derecho. Estamos trabajando estrechamente con Colombia y Perú en la reforma de sus sistemas judiciales, así como con Venezuela, en el fortalecimiento de su Asamblea Nacional. Recuerdo bien la introducción de la Constitución Boliviana de 2009 bajo el gobierno del presidente Morales, ya que este hecho sucedió cuando estuve aquí como embajador. Es un documento líder en términos de los compromisos en él inscritos, con respecto a los derechos humanos y democráticos. Es deber de todos los bolivianos asegurar que se respete plenamente la letra y el espíritu de la Ley Fundamental.

Otra de nuestras altas prioridades seguirá siendo el trabajo que realizamos en la lucha contra la corrupción en todas sus formas, aprovechando la estrategia establecida en la cumbre Anticorrupción de Londres realizada en 2016. El escándalo de Odebrecht en toda la región muestra el trabajo que queda por hacer; aplaudimos el coraje y la energía de los jueces brasileños, quienes están decididos a descubrir la verdad.

El crimen organizado también está en el eje de la corrupción en muchos países, incluso en América Latina. La protección de nuestros ciudadanos incluye la lucha contra las drogas dañinas como la cocaína. Gran parte de la producción boliviana de cocaína se dirige a Europa y al Reino Unido. Nos preocupa la posibilidad de que, si se produjera coca excedentaria como consecuencia de la nueva Ley de la Hoja de Coca, esta producción vaya a incrementar la fabricación de cocaína. Un control eficaz del uso final de la hoja de coca producida nos parece conveniente para evitar su desvío a la producción de la cocaína. También espero que en el futuro veamos más éxitos en el desmantelamiento de las fábricas de cocaína y en el enjuiciamiento de los responsables y “peces gordos” del narcotráfico.