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Libre tránsito cautivo

La jefa de Estado de Chile, Michelle Bachelet, aseguró que su país siempre estuvo dispuesto a dialogar con Bolivia, pero sobre la base de lo estipulado en el Tratado de 1904, incluso planteó un giro hacia “una agenda bilateral constructiva y positiva”.

Las declaraciones de la Presidenta, que culminará su segundo mandato discontinuo en marzo de 2018, se dan en momentos en los que existe una latente tensión entre Santiago y La Paz, marcadas por la detención, en Iquique, de nueve funcionarios bolivianos, pero también por las dificultades recurrentes que sufre el comercio exterior para llegar a mercados en ultramar a través de los puertos chilenos signados por el pacto de 1904.

Mientras la dignataria chilena volvía a poner sobre la mesa la necesidad de reactivar el diálogo, funcionarios de Aduanas de su nación aún estaban en huelga y con esa medida se activó un bloqueo que puso en entredicho la “credibilidad” del gobierno de La Moneda para garantizar el régimen de libre tránsito al que tiene derecho el país. Existen otros factores que tergiversan este acuerdo y que ya lo hizo notar David Choquehuanca, cuando fue canciller, en ocasión de su polémica visita a Arica y Antofagasta.

Aunque en la génesis de este Tratado intervinieron intereses propios de una temporada marcada por los vencedores de la Guerra del Pacífico (1879-1883) y, entre ellos, el estado de bancarrota en la que se encontraba Bolivia, las tensiones por el incumplimiento de este acuerdo han sido muchas a lo largo de la historia. La historiografía marca, en particular, los obstáculos de entre 1928 y 1932 (Guerra del Chaco) para la importación de armas a través de Arica, además de las tensiones empresariales a causa de la nacionalización de las minas de 1952.

Estos remezones en las relaciones bilaterales y en el Tratado de 1904 trajeron consigo dos acuerdos sobre tránsito y el régimen de aduana en 1937 y 1953. Bachelet habla de diálogo, pero ya está de salida y el litigio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) está casi listo para servir.