Fue parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y desde allí respaldó la guerrilla que lideró el argentino-cubano Ernesto Che Guevara en Bolivia entre 1966 y 1967. Sobrevivió pero fue perseguida y sufrió el exilio durante los sucesivos gobiernos militares que tomaron el poder en el país entre 1964 y 1982.
Guzmán, que conoce el dolor de haber perdido a su esposo por efecto de la violencia militar, fundó la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional y Social (Asofamd).
Opositora al proyecto político del presidente Evo Morales, Guzmán es crítica sobre los resultados esperados de la Comisión de la Verdad.
— ¿Cómo valora la conformación de la Comisión de la Verdad?
— Es una decisión tardía. Después de 11 años el Gobierno recién se decidió constituir la Comisión de la Verdad. Es una medida contradictoria a la asumida por el presidente Hernán Siles (1982-1985) que a pocos días de su posesión, en octubre de 1982, creó la Comisión Nacional de Investigación de Desaparecidos, la primera en América Latina. Esta entidad reunió testimonios de 155 desapariciones forzadas registradas entre 1964 y 1982. El comité ayudó a localizar los restos de algunos desaparecidos, pero no llegó a concluir las investigaciones por las condiciones adversas debido a la inestabilidad política y económica que vivió el país. Luego, hubo otras comisiones para casos específicos como en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) que en 1995 organizó un comité para buscar los restos del Che Guevara e integrantes de la guerrilla de Ñancahuazú de 1967. Tras varios años se hallaron la mayoría de los restos. Esto demuestra que cuando hay voluntad política se logran resultados.
Casi al terminar su gobierno, Sánchez de Lozada constituyó otra comisión para ubicar los restos de Marcelo Quiroga y Juan Carlos Flores Bedregal, que recayó en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados que al terminar la indagación la envió al Poder Judicial, pero no se localizaron los restos. Me parece que el presidente Evo Morales busca mejorar su imagen con este tema, faltando dos años para las elecciones.
— ¿Qué aspectos se deben tomar en cuenta para esclarecer los crímenes en las dictaduras?
— La Comisión de la Verdad tiene varios problemas, porque su alcance es muy amplio. Debe esclarecer asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias y violencia sexual. En cambio, la primera comisión solo indagó las desapariciones forzadas y el resto de los comités y procesos investigaron casos muy concretos.
— ¿Confía en que las Fuerzas Armadas liberen los archivos clasificados? ¿Ve voluntad?
— Las Fuerzas Armadas están bajo la jefatura del presidente y capitán general, Evo Morales. Lo que vimos es que cuando se hicieron las solicitudes a través de la Fiscalía para acceder a documentos de las dictaduras, no hubo voluntad. En una ocasión entregaron tres sobres con fotocopias de cartas de organizaciones externas pidiendo la libertad de algunos presos, recortes de prensa de las detenciones ilegales, pero ningún indicio sobre la participación militar en las represiones o sobre restos de desaparecidos, lo que me pareció una farsa. Incluso, entonces el Mandatario afirmó que no había más archivos. Ante esto, los militares no tuvieron necesidad de responder. No creo que se cuente con el apoyo de la institución castrense.
— El Gobierno afirmó que muchos papeles de las dictaduras de Hugo Banzer y Luis García Meza desaparecieron, ¿qué se puede hacer en estos casos?
— Es curioso, pero aparecieron algunos documentos. El historiador Gustavo Rodríguez, en su investigación sobre la guerrilla de Teoponte, obtuvo los croquis de los sitios donde fueron enterrados miembros de esa guerrilla y eso ayudó a ubicar sus restos. Hay otra experiencia en Paraguay, donde se localizaron Los archivos del terror, que se refieren a la represión en la dictadura de Alfredo Stroessner. También se hallaron papeles referentes al Plan Cóndor, que demostraron la coordinación entre autoridades policiales y militares de ese país con Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay durante los regímenes dictatoriales.
Asimismo, si consideramos que los miembros de las Fuerzas Armadas asistieron a la Escuela de las Américas, que preparaba al personal militar de Latinoamérica para cooperar con Estados Unidos, contrarrestar la influencia de movimientos de izquierda y aprender tácticas de represión, también aprendieron a organizar informes. Entonces, hay seguridad de que sí hay información que puede ayudar.
— ¿Qué falta para saldar la deuda que tiene el país con las familias de los desaparecidos?
— Muchas personas fallecieron en las dictaduras sin que se sepa el paradero de sus restos y quedan familiares que siguen esperando la verdad y la justicia por estos hechos. Un caso es el de mi compañero Félix Melgar, que fue herido y desapareció en la dictadura de Banzer; se decía que estaba enterrado en el Cementerio General (La Paz), pero cuando se hizo la exhumación de un área extensa y se identificaron varios restos, no lo hallamos a él y sigue desaparecido. El no saber dónde están los restos de un ser querido es una tortura eterna para los familiares.
— ¿Qué otros archivos más deberían desclasificarse?
— El trabajo de la Comisión es un trabajo muy arduo y muy delicado. (…) Deben desclasificarse los papeles que brinden datos de la represión a los movimientos comunistas. Además, para descubrir el paradero de los restos de los desaparecidos se debe acudir a testimonios de personas que aún viven, y en el caso de Marcelo Quiroga se debe interrogar de nuevo a García Meza, Luis Arce Gómez y otros militares del Ejército, así como a los paramilitares. También debe recogerse la experiencia de las otras comisiones de la región.
— ¿Cómo ve la posesión de los cinco miembros de la Comisión?
— Conozco a los cinco miembros de la Comisión de la Verdad —posesionados por el presidente Morales— que son: Nila Heredia, Édgar Ramírez, Eusebio Gironda, María Isabel Viscarra y Teodoro Barrientos y lo común en ellos es que son parte del ‘proceso de cambio’. Para impulsar esta tarea, los miembros deben dedicarle el 100% de su tiempo y no solo orientar las investigaciones.
Loyola Guzmán Lara es activista por los derechos humanos. Fue parte del grupo de apoyo de la guerrilla de Ñancahuazú. Sufrió el exilio durante el largo periodo de las dictaduras militares. Fue fundadora de la Asociación de Familiares de Desaparecidos (Asofamd) y dirigente de esa entidad hasta 2009.
‘Queremos ser una alternativa para el país’
Hubo un tiempo en el que respaldó al Movimiento Al Socialismo (MAS) y se solidarizó con el presidente Evo Morales, quien también sufrió persecuciones del poder político. Estuvo en las listas de constituyentes del partido gobernante (2006-2007), pero luego se alejó y hoy es parte de la opositora Agenda 21F.
— ¿Por qué usted se sumó al colectivo que defiende los resultados del 21F?
— En el referéndum del 21 de febrero de 2016, el 51% de los electores rechazó el proyecto constitucional para permitir que el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García puedan postularse a una nueva reelección. Con esta medida, las personas que votamos por el No demostramos que estamos cansadas de que un gobierno que impulsó la Constitución en 2009 no respete las propias normas que aprueba. Y eso se consolidó en diciembre de 2016 cuando el Ejecutivo anunció las cuatro vías para repostular al Mandatario en 2019. En ese sentido, ha surgido un movimiento ciudadano que plantea la Agenda 21F como una alternativa para el país y para cambiar de régimen desde 2020, a partir de la construcción de un Estado democrático, que respete los derechos de las personas, los pueblos y la naturaleza.
— ¿Cómo se preparan para las próximas elecciones de 2019?
— La intención del movimiento ciudadano con la agenda 21F es ser una alternativa para el país y se está trabajando un programa político, para lo cual se requiere una organización que se está construyendo, se está haciendo un trabajo conjunto.
Existe la conciencia de que se debe cambiar de gobierno con base en un programa mínimo y creemos que es posible construyendo unidad.
Pérfil:
Nombre: Loyola Guzmán Lara.
Nació: en La Paz el 29 de julio de 1942
En 1967 abandonó sus estudios en la carrera de Literatura en la UMSA
Hace 50 años se unió a la guerrilla que lideró en Bolivia Ernesto Che Guevara. En 1972 perdió a su esposo y exmilitante del ELN Félix Melgar durante la dictadura de Hugo Banzer