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Un ajuste a la CPE es posible para el nuevo sistema penal

El salón Movimientos Sociales tuvo otro nombre antes de 2006. Es un sitio muy elegante e iluminado con paredes sembradas de espejos, sobrios adornos de bronce y mesitas de madera y mármol, que seguramente los imaginó el célebre arquitecto paceño Emilio Villanueva en 1926 cuando dirigió el proyecto para erigir el edificio donde hoy funciona la Vicepresidencia del Estado.

Son otros tiempos. Álvaro García Linera, que aceptó esta entrevista con Animal Político, se sienta, mira el girasol que forma parte de un adorno floral del salón y dirige sus respuestas al futuro; el político, el social, proyectos y sueños. La justicia. 

— ¿El Legislativo trabaja en el nuevo sistema penal. ¿Qué plazos hay? ¿Lo entendemos como parte de la reforma judicial?

— La revolución de la justicia va a tener dos pilares. La renovación meritocracia del personal; vamos a elegir nuevos jueces. Los que se eligieron antes no respondieron y no podemos mantener la justicia con ellos (…). Hemos sustituido el amiguismo de élite oligárquica, que funcionó hasta 2010; por el amiguismo sindical y estos amiguismos no funcionaron. Ahora, hemos tomado examen para buscar a los mejores.

El otro pilar es la transformación institucional; hay que eliminar un conjunto de males estructurales: el tiempo. Uno de los temas que fomentó la corrupción fueron esos tiempos indefinidos. El juez, fiscal y el abogado eran soberanos del tiempo del litigante. Se están acortando plazos procesales; si juez y fiscal no los cumplen, serán juzgados.

— ¿Y la carga procesal?

— Se están quitando muchos procesos que iban a la Justicia Ordinaria  innecesariamente. Estamos sacando casi el 40% de las causas que están en los juzgados para que vayan a jueces de conciliación. En el ámbito civil ya lo hemos sacado. El doctor Eduardo Rodríguez Veltzé los llamaba ‘jueces de paz’.

También estamos limitando la chicanería, que extiende los juicios para hacerlos indefinidos. Ahora, como acusado o acusador habrá solo cuatro o tres recursos. Hay que usarlos bien. Hoy, las recusaciones a jueces tienen carácter indefinido. Eso terminará. Más o menos estamos copiando el mecanismo del Servicio de Impuestos. Cuando se tiene un problema con Impuestos, existe una apelación. Luego de eso, la maquinaria te tritura. Así será el sistema judicial; será una maquinaria ciega, en el sentido de que funcione con plazos precisos, con recursos limitados de chicanas y tanto el fiscal como el juez están obligados a cumplir los plazos.

— ¿Igualdad de derechos?

— Vamos a sacar toda la basura colonial que hemos heredado desde Toledo, del politeísmo, de la chicanería, de la especulación con el tiempo (…), para establecer un modelo expedito, moderno y transparente. El tiempo va a ser el dueño, el privilegiado, con juicios rápidos, transparentes y donde se respeten los derechos de todos y no mande el dinero.

— ¿Qué otros aspectos destaca en este proyecto que es como muy potente, muy grande?

— Vamos a hacer una modificación de tipos penales. Teníamos un código que con leyes distintas iba metiendo otras tipificaciones; lo estamos ordenando bien. Estamos haciendo una revolución judicial en forma. Nueva gente, nuevo procedimiento y nuevas tipificaciones penales para que Bolivia, cuando tengamos nuevos jueces, tenga también un nuevo código de aplicación inmediata. Los nuevos jueces que van a ser elegidos por voto popular van a ejercer sus funciones, cargando una nueva wawa, un nuevo Código, un nuevo procedimiento moderno al servicio de la gente.

— ¿Para cuándo cree que esté listo el Código del Sistema Penal, tomando en cuenta las tensiones que ya se ha provocado?

— Es normal. Es el Código más importante. En verdad, de los juicios en Bolivia, el 80% son los que tienen que ver con el ámbito penal, entonces es el más importante. Ya estamos trabajando dos años y está bien que haya debate, que se preocupen, que se aclaren las cosas. Eso no me preocupa tanto. Estoy seguro de que este año, ojalá en septiembre, ya lo podemos estar aprobando, pero nos hemos puesto como meta máxima tener hasta noviembre el nuevo Código para que las nuevas autoridades judiciales también tengan un nuevo procedimiento normativo a partir de enero del próximo año.

— ¿Usted cree que como producto de este nuevo instrumento legal se requiera ajustar la Constitución?

— En algunos casos podría darse. Por ejemplo, hice una propuesta que en el caso de violación de niños y niñas con muerte se introduzca la detención indefinida, la cadena perpetua. Eso no lo puede aplicar una ley, tiene que ser por una modificación a la Constitución. Posiblemente, en el debate salgan otros elementos que requieran de otros para una modificación a la Constitución. De un artículo constitucional; de momento, éste es el primero.

— Entonces, usted mantiene su propuesta…

— La mantengo, pero no es algo que esté deteniendo el debate en la Asamblea Legislativa. La mantengo y cada vez mucho más convencido de la necesidad de una señal dura y fuerte contra esta violencia infame contra los niños y las niñas. Esta es una posible modificación que podríamos abordar el próximo año (2018), pero ya con el Código aprobado. Solo que este artículo quedaría en observación para ser sometido a un referéndum que podría ser el siguiente año.

— ¿Incluido en este mecanismo la repostulación del Presidente?

— No hemos tomado una decisión sobre el camino. Hemos dicho que se la tomará en 2018. Había cuatro opciones. Una renuncia anticipada, la interpretación constitucional, un nuevo referéndum (y una ley interpretativa). No hemos decidido y nos dedicamos a la gestión, porque el país necesita enfrentar el siglo XXI.

Hay seis países grandes que nos piden préstamos

El Vicepresidente del Estado percibe que luego de la hegemonía política que logró el Movimiento Al Socialismo (MAS) en el plano político se pudo instaurar una hegemonía económica que no tiene un modelo alternativo. Está convencido de que la fórmula aplicada desde 2006, que combina el libre mercado con el protagonismo del Estado, fue clave para la estabilidad actual. “Este es un modelo hegemónico”, asegura.

—¿Eso a pesar de la caída de los precios de materias primas?

— Es un buen momento. Podía ser mejor si hubiéramos tenido un precio del petróleo mayor. Pero, mientras los demás países están rascando la olla para financiar sus proyectos o nos están pidiendo crédito a los bolivianos (…), Bolivia crece.

— ¿Qué países son?

— No le voy a decir qué países, pero son seis de América Latina que han pedido crédito a Bolivia. Son países grandes que han pedido crédito.

— ¿No lo puede decir?

— No. Porque ellos se van a sentir mal. Me acuerdo que hace un año Rafael Correa (que fue presidente de Ecuador) le decía al presidente Evo que Bolivia se había convertido en el nuevo FMI de América Latina. Pero nuestro país, sin mucho aspaviento, ha construido el modelo económico más sólido, más resistente, más duradero y con mayor futuro del continente.

— Pese al nuevo proteccionismo…

— Esto es nuevo y es importante. En un tiempo de turbulencia mundial, donde globalización y desglobalización están peleando, hay proteccionismo de los países altamente desarrollados. El candidato Jeremy Corbyn (del partido Laborista) casi gana las elecciones proponiendo nacionalizar la energía eléctrica y los ferrocarriles en el Reino Unido. Pues Bolivia puso en marcha 10 años atrás lo que ahora el mundo debate.

Álvaro García Linera

Es optimista. Asegura que el Estado está cimentando la estructura tecnológica de los próximos años. Además se confiesa devoto de la integración de América Latina y pone al país como modelo de ese proceso que comenzó a construirse hace algo más de una década.

Datos:

Nombre: Álvaro Marcelo García Linera Nació: 19 de octubre de 1962

Pérfil:

Político. Es el intelectual más cercano del presidente Evo Morales. Estudió matemáticas y sociología. Autor de una docena de libros sobre política y economía. Es parte del MAS