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El debate sobre lo urbano-rural

A escala mundial y regional, se han generado, en los últimos años, una serie de cambios importantes, tanto económicos y políticos como sociales, culturales, institucionales y ambientales, que están configurando un nuevo escenario en las relaciones urbano-rurales. Para entender y participar en el marco de estas nuevas relaciones están surgiendo diversas interpretaciones y acciones como seguir mecánicamente los procesos de urbanización o plantearse una nueva reflexión y construcción de enfoques, marcos teóricos y conceptuales que permitan entender y explicar desde un punto de vista práctico y teórico estos cambios y fenómenos que están generando verdaderas revoluciones en las relaciones urbano-rurales en los hábitos alimentarios y en el rol que juega cada región en este proceso acelerado de urbanización que se da en todo el planeta.

El dato acerca de que para 2050 entre el 75% y el 80% de la población mundial vivirá en las ciudades ha despertado un frenesí y la búsqueda de la formulación de políticas urbanas y presupuestos que estén destinados principalmente a los centros urbanos. Esto muestra, por un lado, un error grave, tanto desde la perspectiva sistémica como la ambiental. En el IV Foro Internacional Andino Amazónico de Desarrollo Rural, a realizarse el 18 y 19 de octubre en La Paz, se pondrá en debate esta premisa y no es casual que en la primera de cuatro mesas de este evento internacional se hable primero de lo rural y luego de lo urbano, debido a las siguientes consideraciones: desde un punto de vista sistémico no se puede privilegiar tan solo lo urbano, ya que existen relaciones sistémicas y ecológicas entre el área rural y urbana. La calidad y sanidad de los alimentos que entran al sistema urbano dependen de las salidas y la demanda que generan las ciudades. Si las ciudades emiten desechos y contaminan las aguas y suelos de las zonas productoras de alimentos, los alimentos que les llegarán a los consumidores urbanos estarán obviamente contaminados, lo cual generará en el corto y mediano plazo problemas de salud en al área urbana y esto representará mayores gastos en los sistemas de salud del Estado, además de una población activa y en edad de trabajar que estará más tiempo en los hospitales que en su trabajo. Los municipios que se encuentran enfrascados en la mirada clásica urbanística, donde para ellos el tema ambiental es tener áreas verdes, no están considerando el efecto e impacto del crecimiento urbano en los sistemas y zonas de producción de alimentos.

Con relación al tema ambiental, es importante tener en cuenta que para los gobiernos municipales no está tan claro como se supone que las ciudades sean los sistemas más frágiles desde el punto de vista ecológico, ambiental, energético y de seguridad alimentaria. Las ciudades generan cada vez mayor cantidad de basura per cápita y la población o comunidades cercanas a los rellenos sanitarios no quieren tener uno cerca de sus viviendas por aspectos de salud. En términos energéticos, las ciudades consumen y requieren cada vez más, una gran cantidad de energía para mantener su estilo de vida y de desarrollo, lo cual las hace poco sostenibles y menos viables en el tiempo. Pero en Bolivia no se discute una estrategia acerca de cómo hacer que nuestras urbes no sigan en esta lógica y más bien pasen a estructuras más sostenibles.

La seguridad alimentaria no solo se refiere a la sanidad, sino a los problemas de calidad de los alimentos, ya que ahora el debate no es únicamente el cómo resolver los problemas de desnutrición, sino cómo controlar los problemas de obesidad que se están dando mayormente en las metrópolis debido al acceso a la comida chatarra. Esto último debido principalmente a los cambios de hábitos alimentarios, los cuales a través de un círculo vicioso del mercado están determinando que la industria de los agronegocios construya una demanda a través del marketing en favor de los alimentos producidos por las transnacionales.

Finalmente, esta mesa pretende discutir y poner en el debate las nuevas corrientes que pretenden explicar la lógica y el contexto en el cual se están conformando estos escenarios, que van desde lo local hasta lo global. Estos procesos implican en su interior la organización, reorganización y cambios estructurales de los territorios, que abarcan aspectos tanto económicos como políticos, productivos, sociales y geopolíticos y demandan la formulación de políticas públicas (nacionales, departamentales y municipales) que respondan a estos cambios y nuevos escenarios en las relaciones urbano-rurales.